Fil.3:13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya
alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y
extendiéndome a lo que está delante,
“Hermanos…”: Una gran palabra, la palabra hermano,
significa que somos hijos de un mismo padre, que participamos de una familia,
que comemos de un mismo pan bajo un mismo pecho y que hay al menos un corazón
que nos ama por igual y tan grade se nos hace esta palabra cuando encontramos a
Aquel que siendo igual a Dios participó de nuestras necesidades, naciendo de
mujer, sufrió nuestros dolores, por cuyas llagas somos curados, que participo
de nuestra muerte y nuestra tumba y no se halló en el ninguna falla habiendo descendido
a lo más profundo del abismo y subiendo a lo alto llevo cautiva nuestra
cautividad, y no se avergüenza de llamarnos hermanos, diciendo, anunciaré a mis
hermanos tu Nombre… Aleluya!!! Y más todavía, en medio de la congregación te alabaré.
Heb.2.12
Hay hermanos que no quieren presentar a un hermano
minusválido que se avergüenzan de un hermano lleno de vicios, pero El no se
avergüenza de nosotros Gloria a Su Nombre…!!
----
“…yo mismo no pretendo haberlo alcanzado…” La perfección
es obra de toda la vida, y estamos en peligro a toda hora 1Cor.15.30.- Un
apóstol de la talla de Pablo dice: “Yo mismo no pretendo haber alcanzado las
perfecciones…” Ahora bien, hemos de pensar que esas perfecciones no son las
nuestras sino las perfecciones de Cristo, porque lo que puede haber sido optimo
hoy en nosotros, no lo será mañana que se presenta con un nuevo afán, y quizá
no alcanzamos la misma comunión a los 20 años o a los 80 años, somos muy
permeables a la circunstancias externas, a comentarios, murmuraciones, adulaciones
o criticas, a abundancias o escaseces, y nuestro amor y tesón varía según las
circunstancias que nos rodean, las que crean en nosotros alguna duda, por lo
que nos lleva a hacer algo que este mismo apóstol nos recomienda: “Ocupaos en
vuestra salvación con temor y temblor…” Fil.2.12.-
-----
“Pero una cosa hago…” La obra es de El en nosotros,
pero nosotros hemos de hacer nuestra parte y es manifestar el deseo de seguir
adelante con El Señor, enyugados con El poniendo nuestras manos en su mano
traspasada y laboriosa, así como estamos presentes en su corazón también traspasado,
abierto en flor a punta de lanza, por mi, y por ti, por lo que nos indica en
tierno estimulo del Espiritu Santo sobre lo que debemos hacer allí en Cant.8:6
Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; Porque fuerte es como la muerte el amor;
-----
“…Olvidando ciertamente lo que queda atrás…” Para el apóstol
que dice en 1Cor.15.31 “…cada día muero”, significa que cada día en Cristo es
un punto de inflexión que pasa a ser lo cóncavo a convexo, todo aquello que
para el mundo sería perdida, angustia y dolor, o también lo que el mundo
considera como ganancias según el predicador o Eclesiastés 1:14 dice que es
vanidad de vanidades y aflicción de espíritu…
No podemos sacar esta interpretación de su contexto,
dado que de nuestro pasado hemos de aprender los pasos a dar para no caer en
los mismos errores, así que hay que recordar y meditar mucho sobre lo que queda
atrás en este sentido, el apóstol habla de esas vanidades que le habían
inculcado como ganancias, aun su estirpe y posición social, todo aquello que el
hombre natural se aferra diariamente y que habiéndolas perdido se desespera o
entra en pánico y/o depresión, de esto habla el apóstol cuando dice: “olvidando
ciertamente lo que queda atrás…” muchas almas no perdonan, ni siquiera a si
mismas, no pueden olvidar perdidas o sufrimientos y las recrean constantemente
como obras de arte en el escenario de su corazón, no pueden avanzar, algunos
retroceden para volver a buscar lo que perdieron y luego se dan cuenta que
aunque hayan recuperado aquella propiedad, perdieron tiempo mas valioso para
ser felices… Pero el cristiano como el apóstol Pablo busca otra felicidad mas
duradera, mas perenne, y no pierde su tiempo en amarguras por mas que haya
prisiones, azotes y murmuraciones, ninguneos o desconocimientos y profundas
soledades… Olvidando ciertamente todo esa “perdida” de tal manera que no afecte
nuestra mente y corazón…
“… Extendiendome a lo que esta delante” Hay muchísimas
cosas en el horizonte que el Espiritu Santo nos indica constantemente, hay
victorias aun de este lado del sol que podemos alcanzar aunque encerrados y aun
moribundos… Tomados de la mano del Señor hay cosas que ojo no vio ni oído oyo,
hay una grande nube de testigos… Pero mas alla de las cosas y otros, esta El,
el señalado entre diez mil… siempre me hago esta pregunta, ¿sabes cuanta
alegría hay en el trono?, ¿sabes cuanta luz hay en su rostro?, Extendamonos
nosotros también a lo que esta delante, sigamos tras las pisadas de Aquel que
puso su rostro hacia Jerusalém para el sufrimiento, vayamos en el espiritu
nosotros también para morir con el Jn.11:16.- Afirmemos nuestros rostros,
levantemos nuestras cabezas hacia la Jerusalem celeste, visión de paz dichosa,
de Cristo santa esposa radiante de esplendor, no para mas sufrimientos sino
para nuestra eterna glorificación.-
Fil.3:13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya
alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y
extendiéndome a lo que está delante,
“Hermanos…”: Una gran palabra, la palabra hermano,
significa que somos hijos de un mismo padre, que participamos de una familia,
que comemos de un mismo pan bajo un mismo pecho y que hay al menos un corazón
que nos ama por igual y tan grade se nos hace esta palabra cuando encontramos a
Aquel que siendo igual a Dios participó de nuestras necesidades, naciendo de
mujer, sufrió nuestros dolores, por cuyas llagas somos curados, que participo
de nuestra muerte y nuestra tumba y no se halló en el ninguna falla habiendo descendido
a lo más profundo del abismo y subiendo a lo alto llevo cautiva nuestra
cautividad, y no se avergüenza de llamarnos hermanos, diciendo, anunciaré a mis
hermanos tu Nombre… Aleluya!!! Y más todavía, en medio de la congregación te alabaré.
Heb.2.12
Hay hermanos que no quieren presentar a un hermano
minusválido que se avergüenzan de un hermano lleno de vicios, pero El no se
avergüenza de nosotros Gloria a Su Nombre…!!
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“…yo mismo no pretendo haberlo alcanzado…” La perfección
es obra de toda la vida, y estamos en peligro a toda hora 1Cor.15.30.- Un
apóstol de la talla de Pablo dice: “Yo mismo no pretendo haber alcanzado las
perfecciones…” Ahora bien, hemos de pensar que esas perfecciones no son las
nuestras sino las perfecciones de Cristo, porque lo que puede haber sido optimo
hoy en nosotros, no lo será mañana que se presenta con un nuevo afán, y quizá
no alcanzamos la misma comunión a los 20 años o a los 80 años, somos muy
permeables a la circunstancias externas, a comentarios, murmuraciones, adulaciones
o criticas, a abundancias o escaseces, y nuestro amor y tesón varía según las
circunstancias que nos rodean, las que crean en nosotros alguna duda, por lo
que nos lleva a hacer algo que este mismo apóstol nos recomienda: “Ocupaos en
vuestra salvación con temor y temblor…” Fil.2.12.-
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“Pero una cosa hago…” La obra es de El en nosotros,
pero nosotros hemos de hacer nuestra parte y es manifestar el deseo de seguir
adelante con El Señor, enyugados con El poniendo nuestras manos en su mano
traspasada y laboriosa, así como estamos presentes en su corazón también traspasado,
abierto en flor a punta de lanza, por mi, y por ti, por lo que nos indica en
tierno estimulo del Espiritu Santo sobre lo que debemos hacer allí en Cant.8:6
Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; Porque fuerte es como la muerte el amor;
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“…Olvidando ciertamente lo que queda atrás…” Para el apóstol
que dice en 1Cor.15.31 “…cada día muero”, significa que cada día en Cristo es
un punto de inflexión que pasa a ser lo cóncavo a convexo, todo aquello que
para el mundo sería perdida, angustia y dolor, o también lo que el mundo
considera como ganancias según el predicador o Eclesiastés 1:14 dice que es
vanidad de vanidades y aflicción de espíritu…
No podemos sacar esta interpretación de su contexto,
dado que de nuestro pasado hemos de aprender los pasos a dar para no caer en
los mismos errores, así que hay que recordar y meditar mucho sobre lo que queda
atrás en este sentido, el apóstol habla de esas vanidades que le habían
inculcado como ganancias, aun su estirpe y posición social, todo aquello que el
hombre natural se aferra diariamente y que habiéndolas perdido se desespera o
entra en pánico y/o depresión, de esto habla el apóstol cuando dice: “olvidando
ciertamente lo que queda atrás…” muchas almas no perdonan, ni siquiera a si
mismas, no pueden olvidar perdidas o sufrimientos y las recrean constantemente
como obras de arte en el escenario de su corazón, no pueden avanzar, algunos
retroceden para volver a buscar lo que perdieron y luego se dan cuenta que
aunque hayan recuperado aquella propiedad, perdieron tiempo mas valioso para
ser felices… Pero el cristiano como el apóstol Pablo busca otra felicidad mas
duradera, mas perenne, y no pierde su tiempo en amarguras por mas que haya
prisiones, azotes y murmuraciones, ninguneos o desconocimientos y profundas
soledades… Olvidando ciertamente todo esa “perdida” de tal manera que no afecte
nuestra mente y corazón…
“… Extendiendome a lo que esta delante” Hay muchísimas
cosas en el horizonte que el Espiritu Santo nos indica constantemente, hay
victorias aun de este lado del sol que podemos alcanzar aunque encerrados y aun
moribundos… Tomados de la mano del Señor hay cosas que ojo no vio ni oído oyo,
hay una grande nube de testigos… Pero mas alla de las cosas y otros, esta El,
el señalado entre diez mil… siempre me hago esta pregunta, ¿sabes cuanta
alegría hay en el trono?, ¿sabes cuanta luz hay en su rostro?, Extendamonos
nosotros también a lo que esta delante, sigamos tras las pisadas de Aquel que
puso su rostro hacia Jerusalém para el sufrimiento, vayamos en el espiritu
nosotros también para morir con el Jn.11:16.- Afirmemos nuestros rostros,
levantemos nuestras cabezas hacia la Jerusalem celeste, visión de paz dichosa,
de Cristo santa esposa radiante de esplendor, no para mas sufrimientos sino
para nuestra eterna glorificación.-
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