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NOVIEMBRE 2

Prov.11:13 El que anda en chismes descubre el secreto;
             Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.  







PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 5

El paralítico de Betesda  

Jn.5:1 Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.  
Jn.5:2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos.  
Jn.5:3 En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua.  
Jn.5:4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.  
Jn.5:5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.  
Jn.5:6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?  
Jn.5:7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.  
Jn.5:8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. 
Jn.5:9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.  
Jn.5:10 Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho. 
Jn.5:11 El les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda.  
Jn.5:12 Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda?  
Jn.5:13 Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar.  
Jn.5:14 Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.  
Jn.5:15 El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado.  
Jn.5:16 Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo.  
Jn.5:17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. 
Jn.5:18 Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.  


La autoridad del Hijo  

Jn.5:19 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.  
Jn.5:20 Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.  
Jn.5:21 Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.  
Jn.5:22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo,  
Jn.5:23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.  
Jn.5:24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.  
Jn.5:25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.  
Jn.5:26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;  
Jn.5:27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.  
Jn.5:28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;  
Jn.5:29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. 


Testigos de Cristo  

Jn.5:30 No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.  
Jn.5:31 Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.  
Jn.5:32 Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero. 
Jn.5:33 Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad. 
Jn.5:34 Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos.  
Jn.5:35 El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.  
Jn.5:36 Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado.  
Jn.5:37 También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto,  
Jn.5:38 ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis.  
Jn.5:39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;  
Jn.5:40 y no queréis venir a mí para que tengáis vida.  
Jn.5:41 Gloria de los hombres no recibo.  
Jn.5:42 Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros.  
Jn.5:43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis.  
Jn.5:44 ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?  
Jn.5:45 No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza.  
Jn.5:46 Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.  
Jn.5:47 Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?  


Capítulo 6

Alimentación de los cinco mil  - (Mt. 14.13-21; Mr. 6.30-44; Lc. 9.10-17) 

Jn.6:1 Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias.  
Jn.6:2 Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos.  
Jn.6:3 Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos.  
Jn.6:4 Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos.  
Jn.6:5 Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? 
Jn.6:6 Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.  
Jn.6:7 Felipe le respondió: Doscientos denarios  de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco.  
Jn.6:8 Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo:  
Jn.6:9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?  
Jn.6:10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones.  
Jn.6:11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían.  
Jn.6:12 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada.  
Jn.6:13 Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.  
Jn.6:14 Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.  
Jn.6:15 Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.  


Jesús anda sobre el mar  - (Mt. 14.22-27; Mr. 6.45-52)  

Jn.6:16 Al anochecer, descendieron sus discípulos al mar,  
Jn.6:17 y entrando en una barca, iban cruzando el mar hacia Capernaum. Estaba ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos.  
Jn.6:18 Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba.  
Jn.6:19 Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo.  
Jn.6:20 Mas él les dijo: Yo soy; no temáis.  
Jn.6:21 Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra adonde iban.  


La gente busca a Jesús  

Jn.6:22 El día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que no había habido allí más que una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que éstos se habían ido solos.  
Jn.6:23 Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor.  
Jn.6:24 Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús.  


Jesús, el pan de vida  

Jn.6:25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?  
Jn.6:26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.  
Jn.6:27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.  
Jn.6:28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?  
Jn.6:29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. 
Jn.6:30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?  
Jn.6:31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. 
Jn.6:32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.  
Jn.6:33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.  
Jn.6:34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.  
Jn.6:35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.  
Jn.6:36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.  
Jn.6:37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.  
Jn.6:38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.  
Jn.6:39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.  
Jn.6:40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. 
Jn.6:41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. 
Jn.6:42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido? 
Jn.6:43 Jesús respondió y les dijo:No murmuréis entre vosotros.  
Jn.6:44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.  
Jn.6:45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí.  
Jn.6:46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre.  
Jn.6:47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.  
Jn.6:48 Yo soy el pan de vida.  
Jn.6:49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. 
Jn.6:50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.  
Jn.6:51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.  
Jn.6:52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?  
Jn.6:53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.  
Jn.6:54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.  
Jn.6:55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.  
Jn.6:56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.  
Jn.6:57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.  
Jn.6:58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.  
Jn.6:59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.  


Palabras de vida eterna  

Jn.6:60 Al oirlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?  
Jn.6:61 Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende?  
Jn.6:62 ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?  
Jn.6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.  
Jn.6:64 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.  
Jn.6:65 Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.  
Jn.6:66 Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.  
Jn.6:67 Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?  
Jn.6:68 Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.  
Jn.6:69 Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 
Jn.6:70 Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo?  
Jn.6:71 Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce. 

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