T R A S L A T E - Traducir esta Pagina

OCTUBRE 19

Ef.2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. 

No es falso decir: “para los cuales Dios nos preparó…”. Puesto que hemos sido “creados para esas obras; pero es más correcta la traducción: “que Dios preparó antes, para que anduviésemos en ellas…”, o sea practicándolas.-

“creados…”. ¿Qué es más fácil: Crear, o resucitar?... ¡Oh!! Poder admirable de la gracia!.- Como el pájaro ha sido creado para volar, hemos sido creados para hacer el bien, y además, Dios tuvo el cuidado de “preparar…”, él mismo preparó lo que tenemos que hacer, El se tomo el trabajo de trazar ante nosotros un camino, en el cual nos esperan las “buenas obras…”, por hacer.- A nosotros nos toca verlas y aprovechar las oportunidades.-

¿CONOCÉIS LA historia del ingeniero del puente de Brooklyn? Durante su construcción, se accidentó. Muchos meses tuvo que permanecer encerrado en su pieza. Su bien dotada esposa le ayudó en su trabajo y llevaba sus planos a los obreros. Por fin, el gran puente quedó terminado. El arquitecto inválido quiso verlo. Lo pusieron en una camilla y lo llevaron hasta el puente. Lo pusieron en un lugar desde el cual pudiera ver la estructura en toda su magnificencia. Desde allí, acostado, incapacitado, miró atentamente la obra de su inteligencia. Miró los gruesos cables, los pilares, los fuertes cimientos en que estaba empotrado. Su ojo crítico recorrió cada viga, cada riel, cada cuerda, cada varilla. Notó que cada detalle se había realizado tal como él lo había soñado y puesto en sus planos y en las especificaciones. Entonces el gozo de la labor cumplida llenó su corazón. Todo se había terminado en la misma forma como lo había diseñado. Con un deleite que rayaba en el éxtasis, exclamó:

—¡Está igual que el plano! ¡Está igual que el plano!

Algún día estaremos en gloria y mirando el rostro del Señor diremos: “Oh Dios, gracias te doy porque no me desechaste a pesar de mi camino perverso y torcido, y me pusiste en tus perfectos caminos. Te doy gracias porque me condujiste a rendir mi vida humilde a ti. Te doy gracias que día a día, al caminar en el sendero del servicio, me permitiste recoger una por una las hebras doradas del propósito que tenías para mi vida. Te doy gracias que tal como un sendero sube por los costados de una gran montaña, el sendero de la vida ha sido un continuo avanzar a través de las tinieblas, en la luz, en tormentas, en sombras, en debilidades y lágrimas, en fracasos y vacilaciones, y me has conducido hasta el final predeterminado. Ahora que veo mi vida terminada, ya no por espejo en oscuridad, sino cara a cara ante el esplendor de tu gloria, te doy gracias, oh Dios, te doy gracias que todo aconteció conforme a tu plan. ¡Todo salió tal como estaba en tus planes! — James McConkey.- Manantiales en el Desierto II.- 21 de Noviembre





PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 2

Nacimiento de Jesús (Mt. 1.18-25) 

Luc.2:1 Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado.  
Luc.2:2 Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.  
Luc.2:3 E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.  
Luc.2:4 Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David;  
Luc.2:5 para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.  
Luc.2:6 Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.  
Luc.2:7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. 


Los ángeles y los pastores  

Luc.2:8 Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.  
Luc.2:9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.  
Luc.2:10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:  
Luc.2:11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.  
Luc.2:12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.  
Luc.2:13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:  
Luc.2:14 ¡Gloria a Dios en las alturas,  
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!  
Luc.2:15 Sucedió que cuando los ángeles su fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.  
Luc.2:16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.  
Luc.2:17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño.  
Luc.2:18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. 
Luc.2:19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.  
Luc.2:20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.  


Presentación de Jesús en el templo  

Luc.2:21 Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido.  
Luc.2:22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor  
Luc.2:23 (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor), 
Luc.2:24 y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos. 
Luc.2:25 Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.  
Luc.2:26 Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor.  
Luc.2:27 Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley,  
Luc.2:28 él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo:  
Luc.2:29   Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz,  
Conforme a tu palabra;  
Luc.2:30   Porque han visto mis ojos tu salvación,  
Luc.2:31   La cual has preparado en presencia de todos los pueblos;  
Luc.2:32   Luz para revelación a los gentiles, 
Y gloria de tu pueblo Israel. 
Luc.2:33 Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él.  
Luc.2:34 Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha  
Luc.2:35 (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.  
Luc.2:36 Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad,  
Luc.2:37 y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.  
Luc.2:38 Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.  


El regreso a Nazaret  

Luc.2:39 Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 
Luc.2:40 Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.  


El niño Jesús en el templo  

Luc.2:41 Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua; 
Luc.2:42 y cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta.  
Luc.2:43 Al regresar ellos, acabada la fiesta, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supiesen José y su madre.  
Luc.2:44 Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y los conocidos;  
Luc.2:45 pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole.  
Luc.2:46 Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles.  
Luc.2:47 Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas.  
Luc.2:48 Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia.  
Luc.2:49 Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?  
Luc.2:50 Mas ellos no entendieron las palabras que les habló.  
Luc.2:51 Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.  
Luc.2:52 Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres. 


Capítulo 3

Predicación de Juan el Bautista  (Mt. 3.1-12; Mr. 1.1-8; Jn. 1.19-28) 

Luc.3:1 En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia,  
Luc.3:2 y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.  
Luc.3:3 Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados,  
Luc.3:4 como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice:  
Voz del que clama en el desierto:  
Preparad el camino del Señor;  
Enderezad sus sendas. 
Luc.3:5   Todo valle se rellenará,  
Y se bajará todo monte y collado;  
Los caminos torcidos serán enderezados,  
Y los caminos ásperos allanados;  
Luc.3:6    Y verá toda carne la salvación de Dios. 
Luc.3:7 Y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?  
Luc.3:8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.  
Luc.3:9 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego. 
Luc.3:10 Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos?  
Luc.3:11 Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.  
Luc.3:12 Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos?  
Luc.3:13 El les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado.  
Luc.3:14 También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.  
Luc.3:15 Como el pueblo estaba en expectativa, preguntándose todos en sus corazones si acaso Juan sería el Cristo,  
Luc.3:16 respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.  
Luc.3:17 Su aventador está en su mano, y limpiará su era, y recogerá el trigo en su granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.  
Luc.3:18 Con estas y otras muchas exhortaciones anunciaba las buenas nuevas al pueblo.  
Luc.3:19 Entonces Herodes el tetrarca, siendo reprendido por Juan a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho,  
Luc.3:20 sobre todas ellas, añadió además esta: encerró a Juan en la cárcel. 


El bautismo de Jesús (Mt. 3.13-17; Mr. 1.9-11)  

Luc.3:21 Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió,  
Luc.3:22 y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. 


Genealogía de Jesús  (Mt. 1.1-17) 

Luc.3:23 Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí,  
Luc.3:24 hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melqui, hijo de Jana, hijo de José,  
Luc.3:25 hijo de Matatías, hijo de Amós, hijo de Nahum, hijo de Esli, hijo de Nagai,  
Luc.3:26 hijo de Maat, hijo de Matatías, hijo de Semei, hijo de José, hijo de Judá,  
Luc.3:27 hijo de Joana, hijo de Resa, hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel, hijo de Neri,  
Luc.3:28 hijo de Melqui, hijo de Adi, hijo de Cosam, hijo de Elmodam, hijo de Er,  
Luc.3:29 hijo de Josué, hijo de Eliezer, hijo de Jorim, hijo de Matat,  
Luc.3:30 hijo de Leví, hijo de Simeón, hijo de Judá, hijo de José, hijo de Jonán, hijo de Eliaquim,  
Luc.3:31 hijo de Melea, hijo de Mainán, hijo de Matata, hijo de Natán,  
Luc.3:32 hijo de David, hijo de Isaí, hijo de Obed, hijo de Booz, hijo de Salmón, hijo de Naasón,  
Luc.3:33 hijo de Aminadab, hijo de Aram, hijo de Esrom, hijo de Fares, hijo de Judá,  
Luc.3:34 hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abraham, hijo de Taré, hijo de Nacor,  
Luc.3:35 hijo de Serug, hijo de Ragau, hijo de Peleg, hijo de Heber, hijo de Sala,  
Luc.3:36 hijo de Cainán, hijo de Arfaxad, hijo de Sem, hijo de Noé, hijo de Lamec,  
Luc.3:37 hijo de Matusalén, hijo de Enoc, hijo de Jared, hijo de Mahalaleel, hijo de Cainán,  
Luc.3:38 hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios. 

No hay comentarios: