2° Cor.3:17 Porque el Señor es el
Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
è El Señor, Jesucristo, es, pues, “ese espíritu que da vida…”,
2° Cor.3:6 el cual asimismo nos hizo
ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu;
porque la letra mata, más el espíritu vivifica.
El Señor es quien torna viviente y vivificadora la letra del Antiguo
Testamento, que lleva la vida dondequiera se le deje penetrar. Él Señor es
quien pone el alma en “libertad…”, emancipándola de la ley,
Jn.8:32
y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
El Señor Dios Todopoderoso es Dios Padre, Dios Hijo y Dios el Espíritu
Santo un solo Dios en tres personas de una misma esencia, un mismo poder, una
misma gloria, un mismo amor y un mismo propósito…
El Señor Jesús vino para darnos libertad de nuestros vicios, pecados y
concupiscencias…, porque Dios el Espíritu siempre obro en favor de esta
humanidad restaurando muchas vidas, pero la raza humana esclavizada por el pecado
necesitaba la Redención de la sangre derramada, del Dios Hombre y por esa Obra
que se hizo en la redención, se pagó el precio de la libertad, pero ahora
también sin la Obra constante de intercesión, de consuelo, de fortaleza que
hace Dios el Espíritu, la obra del calvario quedaría como un símbolo, un
decreto colgado en un árbol del que nadie entiende ni siquiera un poco…
è Entonces, el cristiano que invoca al Dios eterno es asistido por el Espíritu
Santo para gozar de esa libertad, la verdadera libertad… nos es dado un Espíritu
de Poder y de Dominio Propio…
è Muchos han interpretado en este versículo que el Espíritu los liberta
para hacer desmanes y otros desordenes en las asambleas, cultos o reuniones
actuando como poseídos… No hermanos, esto no es así, porque es la libertad del Espíritu
en nosotros quien nos liberta para alabar su Nombre, con gracia del Espíritu,
para servirle sin buscar relevancias. Nos hace libres para ser obedientes,
porque el ser humano esclavo de vicios, pasiones y concupiscencias nunca puede
servir realmente al Señor, necesita ser libre de orgullos, para humillarse bajo
la poderosa mano de Dios, para que Él nos exalte cuando fuere tiempo…
Y qué decir de los que anhelan esa <libertad carnal> para hacer lo que quieran sin que nadie les diga nada, esa libertad mundanal termina siendo esclavitud infernal…
De la escuela bíblica recuerdo una lección que trataba de un papa que llevo a su hijo a remontar un barrilete que habían hecho con mucho primor, cuando la cometa estaba en lo más alto casi se perdía de vista, el padre le dijo: “escucha hijo el murmurar del hilo… ¿sabes porque murmura? Porque quiere ser libre, no quiere que nadie le sujete, ¿Quieres que deje de murmurar? El niño entusiasmado dijo que si, bien dijo el padre tráeme la tijera y ambos cortaron el hilo, entonces el barrilete dio como un salto que parecía que volaba más alto, pero enseguida comenzó a dar vueltas y vueltas hasta que quedó destrozado entre los cables de la electricidad…
La libertad gloriosa de los hijos de Dios no es la libertad de las campañas propagandísticas de los medios de difusión, (de un "a mí nadie me va decir lo que tengo que hacer") sino que, como nuestro Libertador estuvo sujeto al Padre nosotros también para ser libres, verdaderamente libres, necesitamos estar sujetos al Espíritu, a la Iglesia, a los padres… en fin, a Dios…
è Señor ayúdanos a vivir libremente siendo agradables delante de la
presencia del Espíritu Santo… Amen. -
Prov.20:18 Los pensamientos con el consejo se ordenan;
Y con dirección sabia se hace la guerra.
2° Cor.3:17 Porque el Señor es el
Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
è El Señor, Jesucristo, es, pues, “ese espíritu que da vida…”,
2° Cor.3:6 el cual asimismo nos hizo
ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu;
porque la letra mata, más el espíritu vivifica.
El Señor es quien torna viviente y vivificadora la letra del Antiguo
Testamento, que lleva la vida dondequiera se le deje penetrar. Él Señor es
quien pone el alma en “libertad…”, emancipándola de la ley,
Jn.8:32
y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
El Señor Dios Todopoderoso es Dios Padre, Dios Hijo y Dios el Espíritu
Santo un solo Dios en tres personas de una misma esencia, un mismo poder, una
misma gloria, un mismo amor y un mismo propósito…
El Señor Jesús vino para darnos libertad de nuestros vicios, pecados y
concupiscencias…, porque Dios el Espíritu siempre obro en favor de esta
humanidad restaurando muchas vidas, pero la raza humana esclavizada por el pecado
necesitaba la Redención de la sangre derramada, del Dios Hombre y por esa Obra
que se hizo en la redención, se pagó el precio de la libertad, pero ahora
también sin la Obra constante de intercesión, de consuelo, de fortaleza que
hace Dios el Espíritu, la obra del calvario quedaría como un símbolo, un
decreto colgado en un árbol del que nadie entiende ni siquiera un poco…
è Entonces, el cristiano que invoca al Dios eterno es asistido por el Espíritu
Santo para gozar de esa libertad, la verdadera libertad… nos es dado un Espíritu
de Poder y de Dominio Propio…
è Muchos han interpretado en este versículo que el Espíritu los liberta para hacer desmanes y otros desordenes en las asambleas, cultos o reuniones actuando como poseídos… No hermanos, esto no es así, porque es la libertad del Espíritu en nosotros quien nos liberta para alabar su Nombre, con gracia del Espíritu, para servirle sin buscar relevancias. Nos hace libres para ser obedientes, porque el ser humano esclavo de vicios, pasiones y concupiscencias nunca puede servir realmente al Señor, necesita ser libre de orgullos, para humillarse bajo la poderosa mano de Dios, para que Él nos exalte cuando fuere tiempo…
Y qué decir de los que anhelan esa <libertad carnal> para hacer lo que quieran sin que nadie les diga nada, esa libertad mundanal termina siendo esclavitud infernal…
De la escuela bíblica recuerdo una lección que trataba de un papa que llevo a su hijo a remontar un barrilete que habían hecho con mucho primor, cuando la cometa estaba en lo más alto casi se perdía de vista, el padre le dijo: “escucha hijo el murmurar del hilo… ¿sabes porque murmura? Porque quiere ser libre, no quiere que nadie le sujete, ¿Quieres que deje de murmurar? El niño entusiasmado dijo que si, bien dijo el padre tráeme la tijera y ambos cortaron el hilo, entonces el barrilete dio como un salto que parecía que volaba más alto, pero enseguida comenzó a dar vueltas y vueltas hasta que quedó destrozado entre los cables de la electricidad…
La libertad gloriosa de los hijos de Dios no es la libertad de las campañas propagandísticas de los medios de difusión, (de un "a mí nadie me va decir lo que tengo que hacer") sino que, como nuestro Libertador estuvo sujeto al Padre nosotros también para ser libres, verdaderamente libres, necesitamos estar sujetos al Espíritu, a la Iglesia, a los padres… en fin, a Dios…
è Señor ayúdanos a vivir libremente siendo agradables delante de la
presencia del Espíritu Santo… Amen. -
Gran cantidad de información diaria... desde que abrimos nuestros ojos y al considerar lo que nos rodea, ya comienzan a acumularse los pensamientos sobre nosotros, y estos suelen hacerse muy pesados al anochecer, mejor dejarlos para mañana, "agarrarlos con la fresca" como se dice un dicho vulgar, pues muchos insomnios son causados por los pensamientos, muchas veces alineados con lo que radica en el corazón, es bueno hacer oraciones y hacer meditación de la palabra pero aveces no se alcanza el consejo del Espíritu Santo, por lo que conviene el consejo de almas sabias primeramente de siervos/as de Dios o hermanos fieles, pero también cuidado que prestando atención, nos encontramos con consejos que salen de la boca de personas inconversas, que pueden ser parientes amigos o vecinos o compañeros de trabajo que suelen hablar sin un interés legitimo en cosas que hacen a la Vida y la Salvación, pero que les es dado tener esa palabra que da la liberación al momento.-
A veces las lineas de pensamiento son bombardeadas por otras ideas que los hacen desordenados, y hay que tener en cuenta que los pensamientos pueden ser productivos o destructivos o que apuntan a lo disolutivo, con pensamientos de muerte, con pensamientos de depresión...
Vemos hermosos vehículos, vemos hermosas casas, edificios, puentes, máquinas industriales, cuantas cosas que nos rodean, todas esas cosas creadas por el hombre comenzaron como un pensamiento, con un lineamiento general que luego se van ordenando hasta lograr una creación o mejorarla, quizá esos pensamientos no están ordenados porque se tiene una meta a seguir pero no se sabe cual camino tomar de acuerdo a las posibilidades y recursos disponibles, pero se busca un consejo y si este es bueno se ve en los frutos de avances en los proyectos y si es un consejo malo se vera en perdidas de tiempo y retrocesos.-
La palabra nos dice en 2° Cor.10:5 "... derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo," porque los otros pensamientos y proyectos son temporales y de esto vemos un sinfin de vidas de "genios" industriales, filosoficos, psicologicos, aferrados a las artes y a la medicina, a la astronomía, que habiendo dejado grandes beneficios a la humanidad han desperdiciado sus propias vidas haciéndolas miserables.
Pero a los creyentes nos es indicado el consejo como dice en Fil.4:8 "Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad".
Padre amado, ayúdanos a ganar la batalla en el campo de la mente, para ordenar nuestros pensamientos, para poder discernir el consejo y salir victoriosos por la sangre preciosa del Salvador que mano directamente de las heridas causadas de aquella corona, con que le coronó su madre humanidad, amen y amen.-
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