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MARZO 12

Prov.15:15 Todos los días del afligido son difíciles;
             Mas el de corazón contento tiene un banquete continuo.



El de corazón contento


 Hoy por donde se mire, todos padecemos aflicciones, el niño padece aflicciones, el adolescente tiene sus aflicciones por los cuales necesitan especial cuidado, los jóvenes padecen aflicciones, los matrimonios y los hogares en general padecen aflicciones y todos tenemos en estos días, con mas tecnología, también mas aflicciones. El hecho de tener algo como un vehículo o carro, una casa registrada a nuestro nombre en el registro de las propiedad es suficiente para que tengamos de que ocuparnos en problemas y los padres de familia saben de las problemáticas diarias con los hijos, y los que salen a trabajar añaden otro tipo de problemas y aflicciones con solo tomar el transporte publico y la mayoría de nosotros podremos hacer nuestras las palabra de Jacob a Faraón "pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinación". (Gen.49:7) Con todo, que en Jacob o Israel, descansaban todas las promesas hechas a Abraham y a los hijos de este por la fe, El era  lampara genealógica del Hijo de Dios, sin embargo dijo que sus días fueron cargados de aflicciones y días difíciles.
 Pero no todo es oscuridad para los hijos de las promesas de Dios en este valle de lágrimas, valle de sombras de muerte, en este desierto por el cual peregrinamos, sino que hay banquete y fiesta en el corazón que le abrió la puerta a Jesús, El es nuestro contento.-
 En el mundo existe una búsqueda incesante por lograr la felicidad y lleva a las personas a obsesionarse sin saber realmente bien qué es y cómo se consigue. La felicidad es el estado en el que a todos los seres humanos nos gustaría encontrarnos. ¿Pero sabemos nosotros hasta qué punto ser feliz depende de nosotros mismos?
 Cierta filosofía humana sostiene que la felicidad es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias y en parte este pensamiento es bueno, pero nosotros decimos que nuestra alegría y felicidad depende de la comunión con el Salvador.
 Ya que en primer lugar, como hijo de Adán y raza caída, tendríamos que hacernos esta pregunta: ¿Qué es para mí la felicidad? Y entonces nos encontramos que para el hombre carnal, la respuesta puede resultar algo compleja y estar llena de matices desde amarillo a negro (nada de blanco) y muy diferentes para cada uno de acuerdo a los deseos pecaminoso del corazón. Pero con Cristo se vive mejor y el alma encuentra su norte en la santidad y buenos deseos que no dependen de la economía, ni de la alacena o refrigerador heladera llenas, no depende de la enfermedad ni de la salud, ni de ninguna cosa que nos pueda sobrevenir, por que Cristo es la fuente de nuestros gozos, de nuestras alegrías como dice en Prov.16:15 "En la alegría del rostro del rey está la vida, Y su benevolencia es como nube de lluvia tardía".
 El de corazón contento por los méritos de Cristo, no ha de olvidarse de aquel Gran afligido en todos los días de su vida terrenal, viendo las necesidades, enfermedades y miserias humanas por doquier, no obstante tuvo que esperar su tiempo para manifestarse al mundo, basto que diera aquel paso de obediencia en el bautismo de agua para que el diablo mismo en persona se ocupe de El, el santo, el justo, el puro, el inocente, fue llevado al desierto y en el estado mas famélico luego de cuarenta días de ayuno, sintió un olor nauseabundo, una voz inmunda de demonio, una presencia terrorífica que vino a tentarle, ¿como te han empujado al desierto?, ¿para que el ayuno?, ¿eres o no eres el hijo de Dios?, el diablo, conocedor del hombre, sabe de las debilidades y necesidades de la carne y sus inclinaciones, se atrevió a tentar al Hijo del Hombre y sabemos que aquellos ataques, aquellas teletransportaciones al pináculo del Templo para que se suicidara, y a un monte muy alto para mostrarle todos los reinos de la tierra, en todo ello el diablo mismo en persona tuvo que ceder con un "escrito esta..." y eso fue suficiente para que el diablo lo deje por un poco de tiempo, y allí quedó, solo y debilitado bajo el ardiente calor del desierto, pero aparecieron ángeles, si, las alas de los ángeles se batían y refrescaron el entorno, trajeron alimentos de los de arriba para fortalecerle, y fueron aderezadas mesas delante de El en presencia de sus enemigos...
 Así hermano, hermana, tu que sigues los pasos de Jesús, puede que Satanás te haya pedido para zarandearte como a trigo, pero regocíjate y canta Oh! moradora de Sión, porque grande es en medio de tí el Santo de Israel y di a viva voz "Escrito esta..." Jesús dice: "Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" y eso será suficiente para entrar en la sala del banquete continuo, porque Cristo el pan y Cristo en agua, el mana, la miel, leche, el vino y el rostro radiante. Amén y amen.-





PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 5 

La circuncisión y la pascua en Gilgal  

Jos.5:1 Cuando todos los reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán al occidente, y todos los reyes de los cananeos que estaban cerca del mar, oyeron cómo Jehová había secado las aguas del Jordán delante de los hijos de Israel hasta que hubieron pasado, desfalleció su corazón, y no hubo más aliento en ellos delante de los hijos de Israel.  
Jos.5:2 En aquel tiempo Jehová dijo a Josué: Hazte cuchillos afilados, y vuelve a circuncidar la segunda vez a los hijos de Israel.  
Jos.5:3 Y Josué se hizo cuchillos afilados, y circuncidó a los hijos de Israel en el collado de Aralot.  
Jos.5:4 Esta es la causa por la cual Josué los circuncidó: Todo el pueblo que había salido de Egipto, los varones, todos los hombres de guerra, habían muerto en el desierto, por el camino, después que salieron de Egipto.  
Jos.5:5 Pues todos los del pueblo que habían salido, estaban circuncidados; mas todo el pueblo que había nacido en el desierto, por el camino, después que hubieron salido de Egipto, no estaba circuncidado.  
Jos.5:6 Porque los hijos de Israel anduvieron por el desierto cuarenta años, hasta que todos los hombres de guerra que habían salido de Egipto fueron consumidos, por cuanto no obedecieron a la voz de Jehová; por lo cual Jehová les juró que no les dejaría ver la tierra de la cual Jehová había jurado a sus padres que nos la daría, tierra que fluye leche y miel. 
Jos.5:7 A los hijos de ellos, que él había hecho suceder en su lugar, Josué los circuncidó; pues eran incircuncisos, porque no habían sido circuncidados por el camino.  
Jos.5:8 Y cuando acabaron de circuncidar a toda la gente, se quedaron en el mismo lugar en el campamento, hasta que sanaron.  
Jos.5:9 Y Jehová dijo a Josué: Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto; por lo cual el nombre de aquel lugar fue llamado Gilgal, hasta hoy.  
Jos.5:10 Y los hijos de Israel acamparon en Gilgal, y celebraron la pascua a los catorce días del mes, por la tarde, en los llanos de Jericó.  
Jos.5:11 Al otro día de la pascua comieron del fruto de la tierra, los panes sin levadura, y en el mismo día espigas nuevas tostadas.  
Jos.5:12 Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.  

Josué y el varón con la espada desenvainada  

Jos.5:13 Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?  
Jos.5:14 El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?  
Jos.5:15 Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo.  

Capítulo 6 

La toma de Jericó  

Jos.6:1 Ahora, Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía.  
Jos.6:2 Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra.  
Jos.6:3 Rodearéis, pues, la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez; y esto haréis durante seis días.  
Jos.6:4 Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las bocinas.  
Jos.6:5 Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá; entonces subirá el pueblo, cada uno derecho hacia adelante.  
Jos.6:6 Llamando, pues, Josué hijo de Nun a los sacerdotes, les dijo: Llevad el arca del pacto, y siete sacerdotes lleven bocinas de cuerno de carnero delante del arca de Jehová.  
Jos.6:7 Y dijo al pueblo: Pasad, y rodead la ciudad; y los que están armados pasarán delante del arca de Jehová.  
Jos.6:8 Y así que Josué hubo hablado al pueblo, los siete sacerdotes, llevando las siete bocinas de cuerno de carnero, pasaron delante del arca de Jehová, y tocaron las bocinas; y el arca del pacto de Jehová los seguía.  
Jos.6:9 Y los hombres armados iban delante de los sacerdotes que tocaban las bocinas, y la retaguardia iba tras el arca, mientras las bocinas sonaban continuamente.  
Jos.6:10 Y Josué mandó al pueblo, diciendo: Vosotros no gritaréis, ni se oirá vuestra voz, ni saldrá palabra de vuestra boca, hasta el día que yo os diga: Gritad; entonces gritaréis.  
Jos.6:11 Así que él hizo que el arca de Jehová diera una vuelta alrededor de la ciudad, y volvieron luego al campamento, y allí pasaron la noche.  
Jos.6:12 Y Josué se levantó de mañana, y los sacerdotes tomaron el arca de Jehová.  
Jos.6:13 Y los siete sacerdotes, llevando las siete bocinas de cuerno de carnero, fueron delante del arca de Jehová, andando siempre y tocando las bocinas; y los hombres armados iban delante de ellos, y la retaguardia iba tras el arca de Jehová, mientras las bocinas tocaban continuamente.  
Jos.6:14 Así dieron otra vuelta a la ciudad el segundo día, y volvieron al campamento; y de esta manera hicieron durante seis días.  
Jos.6:15 Al séptimo día se levantaron al despuntar el alba, y dieron vuelta a la ciudad de la misma manera siete veces; solamente este día dieron vuelta alrededor de ella siete veces.  
Jos.6:16 Y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Gritad, porque Jehová os ha entregado la ciudad.  
Jos.6:17 Y será la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella; solamente Rahab la ramera vivirá, con todos los que estén en casa con ella, por cuanto escondió a los mensajeros que enviamos.  
Jos.6:18 Pero vosotros guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis.  
Jos.6:19 Mas toda la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro, sean consagrados a Jehová, y entren en el tesoro de Jehová.  
Jos.6:20 Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron.  
Jos.6:21 Y destruyeron a filo de espada todo lo que en la ciudad había; hombres y mujeres, jóvenes y viejos, hasta los bueyes, las ovejas, y los asnos.  
Jos.6:22 Mas Josué dijo a los dos hombres que habían reconocido la tierra: Entrad en casa de la mujer ramera, y haced salir de allí a la mujer y a todo lo que fuere suyo, como lo jurasteis.  
Jos.6:23 Y los espías entraron y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos y todo lo que era suyo; y también sacaron a toda su parentela, y los pusieron fuera del campamento de Israel.  
Jos.6:24 Y consumieron con fuego la ciudad, y todo lo que en ella había; solamente pusieron en el tesoro de la casa de Jehová la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro.  
Jos.6:25 Mas Josué salvó la vida a Rahab la ramera, y a la casa de su padre, y a todo lo que ella tenía; y habitó ella entre los israelitas hasta hoy, por cuanto escondió a los mensajeros que Josué había enviado a reconocer a Jericó. 
Jos.6:26 En aquel tiempo hizo Josué un juramento, diciendo: Maldito delante de Jehová el hombre que se levantare y reedificare esta ciudad de Jericó. Sobre su primogénito eche los cimientos de ella, y sobre su hijo menor asiente sus puertas. 
Jos.6:27 Estaba, pues, Jehová con Josué, y su nombre se divulgó por toda la tierra.  


Capítulo 7 

El pecado de Acán  

Jos.7:1 Pero los hijos de Israel cometieron una prevaricación en cuanto al anatema; porque Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó del anatema; y la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel.  
Jos.7:2 Después Josué envió hombres desde Jericó a Hai, que estaba junto a Bet-avén hacia el oriente de Bet-el; y les habló diciendo: Subid y reconoced la tierra. Y ellos subieron y reconocieron a Hai.  
Jos.7:3 Y volviendo a Josué, le dijeron: No suba todo el pueblo, sino suban como dos mil o tres mil hombres, y tomarán a Hai; no fatigues a todo el pueblo yendo allí, porque son pocos.  
Jos.7:4 Y subieron allá del pueblo como tres mil hombres, los cuales huyeron delante de los de Hai.  
Jos.7:5 Y los de Hai mataron de ellos a unos treinta y seis hombres, y los siguieron desde la puerta hasta Sebarim, y los derrotaron en la bajada; por lo cual el corazón del pueblo desfalleció y vino a ser como agua.  
Jos.7:6 Entonces Josué rompió sus vestidos, y se postró en tierra sobre su rostro delante del arca de Jehová hasta caer la tarde, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.  
Jos.7:7 Y Josué dijo: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos en las manos de los amorreos, para que nos destruyan? ¡Ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán!  
Jos.7:8 ¡Ay, Señor! ¿qué diré, ya que Israel ha vuelto la espalda delante de sus enemigos?  
Jos.7:9 Porque los cananeos y todos los moradores de la tierra oirán, y nos rodearán, y borrarán nuestro nombre de sobre la tierra; y entonces, ¿qué harás tú a tu grande nombre?  
Jos.7:10 Y Jehová dijo a Josué: Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro?  
Jos.7:11 Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les mandé; y también han tomado del anatema, y hasta han hurtado, han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres.  
Jos.7:12 Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la espalda, por cuanto han venido a ser anatema; ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros.  
Jos.7:13 Levántate, santifica al pueblo, y di: Santificaos para mañana; porque Jehová el Dios de Israel dice así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros.  
Jos.7:14 Os acercaréis, pues, mañana por vuestras tribus; y la tribu que Jehová tomare, se acercará por sus familias; y la familia que Jehová tomare, se acercará por sus casas; y la casa que Jehová tomare, se acercará por los varones;  
Jos.7:15 y el que fuere sorprendido en el anatema, será quemado, él y todo lo que tiene, por cuanto ha quebrantado el pacto de Jehová, y ha cometido maldad en Israel.  
Jos.7:16 Josué, pues, levantándose de mañana, hizo acercar a Israel por sus tribus; y fue tomada la tribu de Judá.  
Jos.7:17 Y haciendo acercar a la tribu de Judá, fue tomada la familia de los de Zera; y haciendo luego acercar a la familia de los de Zera por los varones, fue tomado Zabdi.  
Jos.7:18 Hizo acercar su casa por los varones, y fue tomado Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá.  
Jos.7:19 Entonces Josué dijo a Acán: Hijo mío, da gloria a Jehová el Dios de Israel, y dale alabanza, y declárame ahora lo que has hecho; no me lo encubras.  
Jos.7:20 Y Acán respondió a Josué diciendo: Verdaderamente yo he pecado contra Jehová el Dios de Israel, y así y así he hecho.  
Jos.7:21 Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codicié y tomé; y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda, y el dinero debajo de ello.  
Jos.7:22 Josué entonces envió mensajeros, los cuales fueron corriendo a la tienda; y he aquí estaba escondido en su tienda, y el dinero debajo de ello.  
Jos.7:23 Y tomándolo de en medio de la tienda, lo trajeron a Josué y a todos los hijos de Israel, y lo pusieron delante de Jehová. 
Jos.7:24 Entonces Josué, y todo Israel con él, tomaron a Acán hijo de Zera, el dinero, el manto, el lingote de oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes, sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo cuanto tenía, y lo llevaron todo al valle de Acor.  
Jos.7:25 Y le dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? Túrbete Jehová en este día. Y todos los israelitas los apedrearon, y los quemaron después de apedrearlos.  
Jos.7:26 Y levantaron sobre él un gran montón de piedras, que permanece hasta hoy. Y Jehová se volvió del ardor de su ira. Y por esto aquel lugar se llama el Valle de Acor, hasta hoy. 

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