1ºTes.4:16 Porque el
Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
“LA VOZ…”
Hay muchas voces que se
levantan en nuestras vidas, “la voz” acompaña a la palabra, tiene que ver con
el timbre, la voz identifica a la persona, y la forma de la expresión, la voz
es el nexo coordinante entre lo espiritual y lo material, porque la palabra sin
expresión puede ser tomada de diferentes formas, pero la voz le da sentido de
acción para bien o para mal al verbo de la acción, y para que sea atendible.
Entre las voces humanas
podemos oír voces de críticas y murmuraciones o lucubraciones, voces de informaciones
buenas o malas, de cualquier tipo de conversaciones, voces de gozos, de
tristezas, de oración de llanto de clamor, voces de alabanzas y bendición, para
nosotros, de todas esas voces, muchas no pasan desapercibidas, y para Dios
todas ellas, no solo son oídas sino que son juzgadas según las intenciones del
corazón.-
La voz de la soberbia
humana la encontramos ya en Gen.4:23 Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; Mujeres de Lamec,
escuchad mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, Y un joven por mi
golpe.
La voz de la idolatría quedó
plasmada en Ex.32:18 Y él respondió: No es voz de alaridos de fuertes, ni voz
de alaridos de débiles; voz de cantar oigo yo. (el pueblo de Israel se había
hecho un becerro de oro y le puso todo su fervor para adorarle).-
Dios oye la voz de la
sangre derramada, como la de Abel, hay voces en que “un día emite a otro día…”,
También somos juzgados si
obedecemos cualquier voz, a Adan le fue dicho, “por cuanto oíste la voz de tu
mujer…”, pero a Abraham le fue dicho que obedezca a la voz de su esposa Sara en
Gen.21:12, pero luego dice en Gen.26:5 que por sobre todas las voces Abraham
oyó a Dios “…y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes”.
Moisés oyó también la voz
de su suegro Jetro en cuanto a establecer jueces de mil, de centenas y de diez
y Dios no se opuso al establecimiento de tal orden…
Pero la voluntad de Dios
la podemos ver expresada en las palabras de Ex.19:5 Ahora, pues, si diereis
oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre
todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
El hombre natural no esta
preparado para volver a oír la voz de Dios como cuando se paseaba al aire del
día con nuestros primeros padres, y así lo vemos en Exodo 19, que el pueblo no
podía resistir la potencia de esa voz, que se manifestaba en juicio, pero el
pueblo de Dios, el Israel espiritual puede oír aún hoy la voz de Dios que se manifiesta
en gracia, por eso dice Jesús, mis ovejas oyen mi voz y me siguen.-
En el versículo de la
fecha esa voz de Dios, se manifestará en omnipotencia porque no es una voz de persuasión
o invitación, sino que es una voz de autoridad y de omnipotencia porque los
muertos serán despertados si o sí (en gloria), porque dice que: “…los muertos
en Cristo resucitarán…”.- La voz que dijo “Lazaro, ven fuera…”, la voz que dijo
“Talita-cumi…”, la voz que dijo, “Joven, a ti te digo, levántate…”
Y toda esta bendición es
y será, porque un día hubo uno que murió por mi y por ti en la cruz del
calvario y clamo a gran VOZ, “Consumado es…”, y así venció a la Muerte y el Hades
arrebatándoles las llaves para soltar las cadenas de los sepulcros…
Pero para tener parte en
la primera resurrección, debemos afinar nuestros oídos espirituales ahora, un
nuevo nacimiento, una relación de conversaciones con Dios, una vez que esos
oídos son abiertos, son oídos eternos, que no se disuelven en el sepulcro y
podrán oír la voz de Dios, la voz que viene de lo alto, porque los que oyen SU
voz y le siguen, estarán donde El está, si nuestro oído espiritual oye Su voz
ahora, podremos dormir en Jesús y podremos oír esa voz para ser levantados de
nuestros sepulcros…
Bienaventurado y santo el
que tenga parte en la primera resurrección…
1ºTes.4:16 Porque el
Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
“LA VOZ…”
Hay muchas voces que se
levantan en nuestras vidas, “la voz” acompaña a la palabra, tiene que ver con
el timbre, la voz identifica a la persona, y la forma de la expresión, la voz
es el nexo coordinante entre lo espiritual y lo material, porque la palabra sin
expresión puede ser tomada de diferentes formas, pero la voz le da sentido de
acción para bien o para mal al verbo de la acción, y para que sea atendible.
Entre las voces humanas
podemos oír voces de críticas y murmuraciones o lucubraciones, voces de informaciones
buenas o malas, de cualquier tipo de conversaciones, voces de gozos, de
tristezas, de oración de llanto de clamor, voces de alabanzas y bendición, para
nosotros, de todas esas voces, muchas no pasan desapercibidas, y para Dios
todas ellas, no solo son oídas sino que son juzgadas según las intenciones del
corazón.-
La voz de la soberbia
humana la encontramos ya en Gen.4:23 Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; Mujeres de Lamec,
escuchad mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, Y un joven por mi
golpe.
La voz de la idolatría quedó
plasmada en Ex.32:18 Y él respondió: No es voz de alaridos de fuertes, ni voz
de alaridos de débiles; voz de cantar oigo yo. (el pueblo de Israel se había
hecho un becerro de oro y le puso todo su fervor para adorarle).-
Dios oye la voz de la
sangre derramada, como la de Abel, hay voces en que “un día emite a otro día…”,
También somos juzgados si
obedecemos cualquier voz, a Adan le fue dicho, “por cuanto oíste la voz de tu
mujer…”, pero a Abraham le fue dicho que obedezca a la voz de su esposa Sara en
Gen.21:12, pero luego dice en Gen.26:5 que por sobre todas las voces Abraham
oyó a Dios “…y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes”.
Moisés oyó también la voz
de su suegro Jetro en cuanto a establecer jueces de mil, de centenas y de diez
y Dios no se opuso al establecimiento de tal orden…
Pero la voluntad de Dios
la podemos ver expresada en las palabras de Ex.19:5 Ahora, pues, si diereis
oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre
todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
El hombre natural no esta
preparado para volver a oír la voz de Dios como cuando se paseaba al aire del
día con nuestros primeros padres, y así lo vemos en Exodo 19, que el pueblo no
podía resistir la potencia de esa voz, que se manifestaba en juicio, pero el
pueblo de Dios, el Israel espiritual puede oír aún hoy la voz de Dios que se manifiesta
en gracia, por eso dice Jesús, mis ovejas oyen mi voz y me siguen.-
En el versículo de la
fecha esa voz de Dios, se manifestará en omnipotencia porque no es una voz de persuasión
o invitación, sino que es una voz de autoridad y de omnipotencia porque los
muertos serán despertados si o sí (en gloria), porque dice que: “…los muertos
en Cristo resucitarán…”.- La voz que dijo “Lazaro, ven fuera…”, la voz que dijo
“Talita-cumi…”, la voz que dijo, “Joven, a ti te digo, levántate…”
Y toda esta bendición es
y será, porque un día hubo uno que murió por mi y por ti en la cruz del
calvario y clamo a gran VOZ, “Consumado es…”, y así venció a la Muerte y el Hades
arrebatándoles las llaves para soltar las cadenas de los sepulcros…
Pero para tener parte en
la primera resurrección, debemos afinar nuestros oídos espirituales ahora, un
nuevo nacimiento, una relación de conversaciones con Dios, una vez que esos
oídos son abiertos, son oídos eternos, que no se disuelven en el sepulcro y
podrán oír la voz de Dios, la voz que viene de lo alto, porque los que oyen SU
voz y le siguen, estarán donde El está, si nuestro oído espiritual oye Su voz
ahora, podremos dormir en Jesús y podremos oír esa voz para ser levantados de
nuestros sepulcros…
Bienaventurado y santo el
que tenga parte en la primera resurrección…
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