Luc.18:7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?
justicia a sus escogidos...
Dios el Padre, El es Dios, El es el Padre de todas las luces, el Creador de todo lo visible e invisible de lo cercano, muy cercano y de todo lo lejano, muy, muy lejano. El está por sobre todas las cosas y sobre toda autoridad y potestad. El dijo que aceptaba ser nuestro Dios. Es necesario que nosotros también le aceptemos como nuestro Dios y luego también como nuestro Padre. En el Marco de que sea nuestro Dios es que Jesús nos dice: "Ponte de acuerdo con tu adversario para que no te entregue al Juez (Mat.5:25). No obstante, todos compareceremos ante el Tribunal de Cristo, eso es seguro, pero el versículo de la fecha habla sobre los que buscan justicia divina. El contexto del texto hablaba de una viuda pobre que todos los días persistía en concurrir al despacho de un juez que tenía la fama de ser parcial, sobornable, corrupto y no le importaba nada, pero este llegó a decir: "por cuanto esta viuda me es una molestia le voy a hacer justicia".
En el reino teocrático para el gobierno del pueblo de Israel, los jueces fueron instituidos por consejo del suegro de Moises, dado que Moisés estaba desde la mañana temprano hasta el anochecer juzgando las querellas cotidianas del pueblo. (Ver Exodo Cap.18), por lo que se instituyeron jefes de miles, de centena y de diez y eran los responsables de resolver las diferencias domésticas para que a Moisés llegara solo los casos mas relevantes. Estos tenían cierto poder para ejecutar disciplinas y castigos a los fines de hacer cumplir los mandamientos y guardar el orden, y a causa de tantos conflictos de intereses y de la maldad de los corazones debió delegarse la autoridad real a jueces que representaban al Rey, pero al haber tantos, no todos eran dignos del honorable cargo que desempeñaban.-
Dios nuestro Padre es un Padre Justo, el es Rey, y como Rey también tiene un cetro en su mano y esta escrito de que está constituido ese cetro en Sal.45:6 "Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino". "Has amado la justicia y aborrecido la maldad;..."
Jesús se planta aquí y expresa, que si aquel juez, que ni sabe donde esta parado, se ocupó en escuchar a la viuda, buscar pruebas, llamar testigos y emitir un veredicto, cuanto mas Dios, que es un Juez justo, que nos creó, que nos ama, que pago el rescate por las almas, ¿no hará justicia a sus escogidos que claman a El?, Oh! gloria a Su santo Nombre, si que lo hará, hermano hermana, esta escrito en el Salmo 37:2 al 6; 11 y 12 "No te impacientes a causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad".
"Porque como hierba serán pronto cortados, Y como la hierba verde se secarán".
"Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad".
"Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón".
"Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará".
"Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía".
"Pues de aquí a poco no existirá el malo; Observarás su lugar, y no estará allí".
"Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz".
La justicia de Dios es un atributo severo, es una espada de doble filo, corta cuando va y corta cuando viene y no quisiéramos hablar de ella, porque no siempre hemos sembrado buena semilla y "Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre sembrare, eso también cosechará...", "y es necesario que el juicio comience por la casa de Dios"(1Ped.4:17).- Pero su justicia nos asegura todas las promesas por las cuales El dio su palabra. Además, si ese sufrimiento justo me sana, si esa severidad me salva, esta bien que sufra en esta tierra lo que tenga que sufrir, que ejerza ese santísimo atributo en mi carne, pues mejor es que entre sin algún que otro miembro de mi cuerpo a la Vida Eterna y no que todo mi cuerpo perezca en el lago de fuego (Mat.5:29).-
Que hoy, con corazón reconociente de nuestros errores y fracasos, podamos presentarnos delante del Rey de reyes y Señor de señores y podamos decir como la valiente reina Ester, "si perezco que perezca...", pero su valentía fue premiada, pues cuando nadie podía entrar a la sala del trono sin ser traspasado, salvo que el rey levantara su cetro de oro, cuando ella entro y se postro en tierra, el cetro de oro fue levantado... Oh! que podamos escuchar también esa voz, ¿Que tienes reina mía [Iglesia]? ¿Cual es tu petición? hasta la mitad del reino se te dará... Amen y amen.-
En el reino teocrático para el gobierno del pueblo de Israel, los jueces fueron instituidos por consejo del suegro de Moises, dado que Moisés estaba desde la mañana temprano hasta el anochecer juzgando las querellas cotidianas del pueblo. (Ver Exodo Cap.18), por lo que se instituyeron jefes de miles, de centena y de diez y eran los responsables de resolver las diferencias domésticas para que a Moisés llegara solo los casos mas relevantes. Estos tenían cierto poder para ejecutar disciplinas y castigos a los fines de hacer cumplir los mandamientos y guardar el orden, y a causa de tantos conflictos de intereses y de la maldad de los corazones debió delegarse la autoridad real a jueces que representaban al Rey, pero al haber tantos, no todos eran dignos del honorable cargo que desempeñaban.-
Dios nuestro Padre es un Padre Justo, el es Rey, y como Rey también tiene un cetro en su mano y esta escrito de que está constituido ese cetro en Sal.45:6 "Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino". "Has amado la justicia y aborrecido la maldad;..."
Jesús se planta aquí y expresa, que si aquel juez, que ni sabe donde esta parado, se ocupó en escuchar a la viuda, buscar pruebas, llamar testigos y emitir un veredicto, cuanto mas Dios, que es un Juez justo, que nos creó, que nos ama, que pago el rescate por las almas, ¿no hará justicia a sus escogidos que claman a El?, Oh! gloria a Su santo Nombre, si que lo hará, hermano hermana, esta escrito en el Salmo 37:2 al 6; 11 y 12 "No te impacientes a causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad".
"Porque como hierba serán pronto cortados, Y como la hierba verde se secarán".
"Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad".
"Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón".
"Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará".
"Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía".
"Pues de aquí a poco no existirá el malo; Observarás su lugar, y no estará allí".
"Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz".
La justicia de Dios es un atributo severo, es una espada de doble filo, corta cuando va y corta cuando viene y no quisiéramos hablar de ella, porque no siempre hemos sembrado buena semilla y "Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre sembrare, eso también cosechará...", "y es necesario que el juicio comience por la casa de Dios"(1Ped.4:17).- Pero su justicia nos asegura todas las promesas por las cuales El dio su palabra. Además, si ese sufrimiento justo me sana, si esa severidad me salva, esta bien que sufra en esta tierra lo que tenga que sufrir, que ejerza ese santísimo atributo en mi carne, pues mejor es que entre sin algún que otro miembro de mi cuerpo a la Vida Eterna y no que todo mi cuerpo perezca en el lago de fuego (Mat.5:29).-
Que hoy, con corazón reconociente de nuestros errores y fracasos, podamos presentarnos delante del Rey de reyes y Señor de señores y podamos decir como la valiente reina Ester, "si perezco que perezca...", pero su valentía fue premiada, pues cuando nadie podía entrar a la sala del trono sin ser traspasado, salvo que el rey levantara su cetro de oro, cuando ella entro y se postro en tierra, el cetro de oro fue levantado... Oh! que podamos escuchar también esa voz, ¿Que tienes reina mía [Iglesia]? ¿Cual es tu petición? hasta la mitad del reino se te dará... Amen y amen.-
PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL
Capítulo 25
Israel acude a Baal-peor
Num.25:1 Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab,
Num.25:2 las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses.
Num.25:3 Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Jehová se encendió contra Israel.
Num.25:4 Y Jehová dijo a Moisés: Toma a todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos ante Jehová delante del sol, y el ardor de la ira de Jehová se apartará de Israel.
Num.25:5 Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Matad cada uno a aquellos de los vuestros que se han juntado con Baal-peor.
Num.25:6 Y he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo una madianita a sus hermanos, a ojos de Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, mientras lloraban ellos a la puerta del tabernáculo de reunión.
Num.25:7 Y lo vio Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, y se levantó de en medio de la congregación, y tomó una lanza en su mano;
Num.25:8 y fue tras el varón de Israel a la tienda, y los alanceó a ambos, al varón de Israel, y a la mujer por su vientre. Y cesó la mortandad de los hijos de Israel.
Num.25:9 Y murieron de aquella mortandad veinticuatro mil.
Num.25:10 Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo:
Num.25:11 Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha hecho apartar mi furor de los hijos de Israel, llevado de celo entre ellos; por lo cual yo no he consumido en mi celo a los hijos de Israel.
Num.25:12 Por tanto diles: He aquí yo establezco mi pacto de paz con él;
Num.25:13 y tendrá él, y su descendencia después de él, el pacto del sacerdocio perpetuo, por cuanto tuvo celo por su Dios e hizo expiación por los hijos de Israel.
Num.25:14 Y el nombre del varón que fue muerto con la madianita era Zimri hijo de Salu, jefe de una familia de la tribu de Simeón.
Num.25:15 Y el nombre de la mujer madianita muerta era Cozbi hija de Zur, príncipe de pueblos, padre de familia en Madián.
Num.25:16 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
Num.25:17 Hostigad a los madianitas, y heridlos,
Num.25:18 por cuanto ellos os afligieron a vosotros con sus ardides con que os han engañado en lo tocante a Baal-peor, y en lo tocante a Cozbi hija del príncipe de Madián, su hermana, la cual fue muerta el día de la mortandad por causa de Baal-peor.
Capítulo 26
Censo del pueblo en Moab
Num.26:1 Aconteció después de la mortandad, que Jehová habló a Moisés y a Eleazar hijo del sacerdote Aarón, diciendo:
Num.26:2 Tomad el censo de toda la congregación de los hijos de Israel, de veinte años arriba, por las casas de sus padres, todos los que pueden salir a la guerra en Israel.
Num.26:3 Y Moisés y el sacerdote Eleazar hablaron con ellos en los campos de Moab, junto al Jordán frente a Jericó, diciendo:
Num.26:4 Contaréis el pueblo de veinte años arriba, como mandó Jehová a Moisés y a los hijos de Israel que habían salido de tierra de Egipto.
Num.26:5 Rubén, primogénito de Israel; los hijos de Rubén: de Enoc, la familia de los enoquitas; de Falú, la familia de los faluitas;
Num.26:6 de Hezrón, la familia de los hezronitas; de Carmi, la familia de los carmitas.
Num.26:7 Estas son las familias de los rubenitas; y fueron contados de ellas cuarenta y tres mil setecientos treinta.
Num.26:8 Los hijos de Falú: Eliab.
Num.26:9 Y los hijos de Eliab: Nemuel, Datán y Abiram. Estos Datán y Abiram fueron los del consejo de la congregación, que se rebelaron contra Moisés y Aarón con el grupo de Coré, cuando se rebelaron contra Jehová;
Num.26:10 y la tierra abrió su boca y los tragó a ellos y a Coré, cuando aquel grupo murió, cuando consumió el fuego a doscientos cincuenta varones, para servir de escarmiento.
Num.26:11 Mas los hijos de Coré no murieron.
Num.26:12 Los hijos de Simeón por sus familias: de Nemuel, la familia de los nemuelitas; de Jamín, la familia de los jaminitas; de Jaquín, la familia de los jaquinitas;
Num.26:13 de Zera, la familia de los zeraítas; de Saúl, la familia de los saulitas.
Num.26:14 Estas son las familias de los simeonitas, veintidós mil doscientos.
Num.26:15 Los hijos de Gad por sus familias: de Zefón, la familia de los zefonitas; de Hagui, la familia de los haguitas; de Suni, la familia de los sunitas;
Num.26:16 de Ozni, la familia de los oznitas; de Eri, la familia de los eritas;
Num.26:17 de Arod, la familia de los aroditas; de Areli, la familia de los arelitas.
Num.26:18 Estas son las familias de Gad; y fueron contados de ellas cuarenta mil quinientos.
Num.26:19 Los hijos de Judá: Er y Onán; y Er y Onán murieron en la tierra de Canaán.
Num.26:20 Y fueron los hijos de Judá por sus familias: de Sela, la familia de los selaítas; de Fares, la familia de los faresitas; de Zera, la familia de los zeraítas.
Num.26:21 Y fueron los hijos de Fares: de Hezrón, la familia de los hezronitas; de Hamul, la familia de los hamulitas.
Num.26:22 Estas son las familias de Judá, y fueron contados de ellas setenta y seis mil quinientos.
Num.26:23 Los hijos de Isacar por sus familias; de Tola, la familia de los tolaítas; de Fúa, la familia de los funitas;
Num.26:24 de Jasub, la familia de los jasubitas; de Simrón, la familia de los simronitas.
Num.26:25 Estas son las familias de Isacar, y fueron contados de ellas sesenta y cuatro mil trescientos.
Num.26:26 Los hijos de Zabulón por sus familias: de Sered, la familia de los sereditas; de Elón, la familia de los elonitas; de Jahleel, la familia de los jahleelitas.
Num.26:27 Estas son las familias de los zabulonitas, y fueron contados de ellas sesenta mil quinientos.
Num.26:28 Los hijos de José por sus familias: Manasés y Efraín.
Num.26:29 Los hijos de Manasés: de Maquir, la familia de los maquiritas; y Maquir engendró a Galaad; de Galaad, la familia de los galaaditas.
Num.26:30 Estos son los hijos de Galaad: de Jezer, la familia de los jezeritas; de Helec, la familia de los helequitas;
Num.26:31 de Asriel, la familia de los asrielitas; de Siquem, la familia de los siquemitas;
Num.26:32 de Semida, la familia de los semidaítas; de Hefer, la familia de los heferitas.
Num.26:33 Y Zelofehad hijo de Hefer no tuvo hijos sino hijas; y los nombres de las hijas de Zelofehad fueron Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa.
Num.26:34 Estas son las familias de Manasés; y fueron contados de ellas cincuenta y dos mil setecientos.
Num.26:35 Estos son los hijos de Efraín por sus familias: de Sutela, la familia de los sutelaítas; de Bequer, la familia de los bequeritas; de Tahán, la familia de los tahanitas.
Num.26:36 Y estos son los hijos de Sutela: de Erán, la familia de los eranitas.
Num.26:37 Estas son las familias de los hijos de Efraín; y fueron contados de ellas treinta y dos mil quinientos. Estos son los hijos de José por sus familias.
Num.26:38 Los hijos de Benjamín por sus familias: de Bela, la familia de los belaítas; de Asbel, la familia de los asbelitas; de Ahiram, la familia de los ahiramitas;
Num.26:39 de Sufam, la familia de los sufamitas; de Hufam, la familia de los hufamitas.
Num.26:40 Y los hijos de Bela fueron Ard y Naamán: de Ard, la familia de los arditas; de Naamán, la familia de los naamitas.
Num.26:41 Estos son los hijos de Benjamín por sus familias; y fueron contados de ellos cuarenta y cinco mil seiscientos.
Num.26:42 Estos son los hijos de Dan por sus familias: de Súham, la familia de los suhamitas. Estas son las familias de Dan por sus familias.
Num.26:43 De las familias de los suhamitas fueron contados sesenta y cuatro mil cuatrocientos.
Num.26:44 Los hijos de Aser por sus familias: de Imna, la familia de los imnitas; de Isúi, la familia de los isuitas; de Bería, la familia de los beriaítas.
Num.26:45 Los hijos de Bería: de Heber, la familia de los heberitas; de Malquiel, la familia de los malquielitas.
Num.26:46 Y el nombre de la hija de Aser fue Sera.
Num.26:47 Estas son las familias de los hijos de Aser; y fueron contados de ellas cincuenta y tres mil cuatrocientos.
Num.26:48 Los hijos de Neftalí, por sus familias: de Jahzeel, la familia de los jahzeelitas; de Guni, la familia de los gunitas;
Num.26:49 de Jezer, la familia de los jezeritas; de Silem, la familia de los silemitas.
Num.26:50 Estas son las familias de Neftalí por sus familias; y fueron contados de ellas cuarenta y cinco mil cuatrocientos.
Num.26:51 Estos son los contados de los hijos de Israel, seiscientos un mil setecientos treinta.
Orden para la repartición de la tierra
Num.26:52 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
Num.26:53 A éstos se repartirá la tierra en heredad, por la cuenta de los nombres.
Num.26:54 A los más darás mayor heredad, y a los menos menor; y a cada uno se le dará su heredad conforme a sus contados.
Num.26:55 Pero la tierra será repartida por suerte; y por los nombres de las tribus de sus padres heredarán.
Num.26:56 Conforme a la suerte será repartida su heredad entre el grande y el pequeño.
Censo de la tribu de Leví
Num.26:57 Los contados de los levitas por sus familias son estos: de Gersón, la familia de los gersonitas; de Coat, la familia de los coatitas; de Merari, la familia de los meraritas.
Num.26:58 Estas son las familias de los levitas: la familia de los libnitas, la familia de los hebronitas, la familia de los mahlitas, la familia de los musitas, la familia de los coreítas. Y Coat engendró a Amram.
Num.26:59 La mujer de Amram se llamó Jocabed, hija de Leví, que le nació a Leví en Egipto; ésta dio a luz de Amram a Aarón y a Moisés, y a María su hermana.
Num.26:60 Y a Aarón le nacieron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar.
Num.26:61 Pero Nadab y Abiú murieron cuando ofrecieron fuego extraño delante de Jehová.
Num.26:62 De los levitas fueron contados veintitrés mil, todos varones de un mes arriba; porque no fueron contados entre los hijos de Israel, por cuanto no les había de ser dada heredad entre los hijos de Israel.
Caleb y Josué sobreviven
Num.26:63 Estos son los contados por Moisés y el sacerdote Eleazar, los cuales contaron los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán frente a Jericó.
Num.26:64 Y entre éstos ninguno hubo de los contados por Moisés y el sacerdote Aarón, quienes contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí.
Num.26:65 Porque Jehová había dicho de ellos: Morirán en el desierto; y no quedó varón de ellos, sino Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun.
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