Mat.6:30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL
Capítulo 11
El refugio del justo
Al músico principal. Salmo de David.
Sal.11:1 En Jehová he confiado;
¿Cómo decís a mi alma,
Que escape al monte cual ave?
Sal.11:2 Porque he aquí, los malos tienden el arco,
Disponen sus saetas sobre la cuerda,
Para asaetear en oculto a los rectos de corazón.
Sal.11:3 Si fueren destruidos los fundamentos,
¿Qué ha de hacer el justo?
Sal.11:4 Jehová está en su santo templo;
Jehová tiene en el cielo su trono;
Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.
Sal.11:5 Jehová prueba al justo;
Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece.
Sal.11:6 Sobre los malos hará llover calamidades;
Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos.
Sal.11:7 Porque Jehová es justo, y ama la justicia;
El hombre recto mirará su rostro.
Capítulo 12
Oración pidiendo ayuda contra los malos
Al músico principal; sobre Seminit. Salmo de David.
Sal.12:1 Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos;
Porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.
Sal.12:2 Habla mentira cada uno con su prójimo;
Hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón.
Sal.12:3 Jehová destruirá todos los labios lisonjeros,
Y la lengua que habla jactanciosamente;
Sal.12:4 A los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos;
Nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor de nosotros?
Sal.12:5 Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos,
Ahora me levantaré, dice Jehová;
Pondré en salvo al que por ello suspira.
Sal.12:6 Las palabras de Jehová son palabras limpias,
Como plata refinada en horno de tierra,
Purificada siete veces.
Sal.12:7 Tú, Jehová, los guardarás;
De esta generación los preservarás para siempre.
Sal.12:8 Cercando andan los malos,
Cuando la vileza es exaltada entre los hijos de los hombres.
Capítulo 13
Plegaria pidiendo ayuda en la aflicción
Al músico principal. Salmo de David.
Sal.13:1 ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre?
¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?
Sal.13:2 ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma,
Con tristezas en mi corazón cada día?
¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?
Sal.13:3 Mira, respóndeme, oh Jehová Dios mío;
Alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte;
Sal.13:4 Para que no diga mi enemigo: Lo vencí.
Mis enemigos se alegrarían, si yo resbalara.
Sal.13:5 Mas yo en tu misericordia he confiado;
Mi corazón se alegrará en tu salvación.
Sal.13:6 Cantaré a Jehová,
Porque me ha hecho bien.
Capítulo 14
Necedad y corrupción del hombre (Sal. 53. 1-6)
Al músico principal. Salmo de David.
Sal.14:1 Dice el necio en su corazón:
No hay Dios.
Se han corrompido, hacen obras abominables;
No hay quien haga el bien.
Sal.14:2 Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres,
Para ver si había algún entendido,
Que buscara a Dios.
Sal.14:3 Todos se desviaron, a una se han corrompido;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Sal.14:4 ¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad,
Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan,
Y a Jehová no invocan?
Sal.14:5 Ellos temblaron de espanto;
Porque Dios está con la generación de los justos.
Sal.14:6 Del consejo del pobre se han burlado,
Pero Jehová es su esperanza.
Sal.14:7 ¡Oh, que de Sion saliera la salvación de Israel!
Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo,
Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.
Capítulo 15
Los que habitarán en el monte santo de Dios
Salmo de David.
Sal.15:1 Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?
¿Quién morará en tu monte santo?
Sal.15:2 El que anda en integridad y hace justicia,
Y habla verdad en su corazón.
Sal.15:3 El que no calumnia con su lengua,
Ni hace mal a su prójimo,
Ni admite reproche alguno contra su vecino.
Sal.15:4 Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado,
Pero honra a los que temen a Jehová.
El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;
Sal.15:5 Quien su dinero no dio a usura,
Ni contra el inocente admitió cohecho.
El que hace estas cosas, no resbalará jamás.
Capítulo 16
Una herencia escogida
Mictam de David.
Sal.16:1 Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.
Sal.16:2 Oh alma mía, dijiste a Jehová:
Tú eres mi Señor;
No hay para mí bien fuera de ti.
Sal.16:3 Para los santos que están en la tierra,
Y para los íntegros, es toda mi complacencia.
Sal.16:4 Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios.
No ofreceré yo sus libaciones de sangre,
Ni en mis labios tomaré sus nombres.
Sal.16:5 Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa;
Tú sustentas mi suerte.
Sal.16:6 Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos,
Y es hermosa la heredad que me ha tocado.
Sal.16:7 Bendeciré a Jehová que me aconseja;
Aun en las noches me enseña mi conciencia.
Sal.16:8 A Jehová he puesto siempre delante de mí;
Porque está a mi diestra, no seré conmovido.
Sal.16:9 Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma;
Mi carne también reposará confiadamente;
Sal.16:10 Porque no dejarás mi alma en el Seol,
Ni permitirás que tu santo vea corrupción.
Sal.16:11 Me mostrarás la senda de la vida;
En tu presencia hay plenitud de gozo;
Delicias a tu diestra para siempre.
Capítulo 17
Plegaria pidiendo protección contra los opresores
Oración de David.
Sal.17:1 Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor.
Escucha mi oración hecha de labios sin engaño.
Sal.17:2 De tu presencia proceda mi vindicación;
Vean tus ojos la rectitud.
Sal.17:3 Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche;
Me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste;
He resuelto que mi boca no haga transgresión.
Sal.17:4 En cuanto a las obras humanas, por la palabra de tus labios
Yo me he guardado de las sendas de los violentos.
Sal.17:5 Sustenta mis pasos en tus caminos,
Para que mis pies no resbalen.
Sal.17:6 Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios;
Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.
Sal.17:7 Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra,
De los que se levantan contra ellos.
Sal.17:8 Guárdame como a la niña de tus ojos;
Escóndeme bajo la sombra de tus alas,
Sal.17:9 De la vista de los malos que me oprimen,
De mis enemigos que buscan mi vida.
Sal.17:10 Envueltos están con su grosura;
Con su boca hablan arrogantemente.
Sal.17:11 Han cercado ahora nuestros pasos;
Tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra.
Sal.17:12 Son como león que desea hacer presa,
Y como leoncillo que está en su escondite.
Sal.17:13 Levántate, oh Jehová;
Sal a su encuentro, póstrales;
Libra mi alma de los malos con tu espada,
Sal.17:14 De los hombres con tu mano, oh Jehová,
De los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida,
Y cuyo vientre está lleno de tu tesoro.
Sacian a sus hijos,
Y aun sobra para sus pequeñuelos.
Sal.17:15 En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia;
Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.
Capítulo 18
Acción de gracias por la victoria (2 S. 22. 1-51)
Al músico principal. Salmo de David, siervo de Jehová, el cual dirigió a Jehová las palabras de este cántico el día que le libró Jehová de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo:
Sal.18:1 Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.
Sal.18:2 Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Sal.18:3 Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado,
Y seré salvo de mis enemigos.
Sal.18:4 Me rodearon ligaduras de muerte,
Y torrentes de perversidad me atemorizaron.
Sal.18:5 Ligaduras del Seol me rodearon,
Me tendieron lazos de muerte.
Sal.18:6 En mi angustia invoqué a Jehová,
Y clamé a mi Dios.
El oyó mi voz desde su templo,
Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.
Sal.18:7 La tierra fue conmovida y tembló;
Se conmovieron los cimientos de los montes,
Y se estremecieron, porque se indignó él.
Sal.18:8 Humo subió de su nariz,
Y de su boca fuego consumidor;
Carbones fueron por él encendidos.
Sal.18:9 Inclinó los cielos, y descendió;
Y había densas tinieblas debajo de sus pies.
Sal.18:10 Cabalgó sobre un querubín, y voló;
Voló sobre las alas del viento.
Sal.18:11 Puso tinieblas por su escondedero, por cortina suya alrededor de sí;
Oscuridad de aguas, nubes de los cielos.
Sal.18:12 Por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron;
Granizo y carbones ardientes.
Sal.18:13 Tronó en los cielos Jehová,
Y el Altísimo dio su voz;
Granizo y carbones de fuego.
Sal.18:14 Envió sus saetas, y los dispersó;
Lanzó relámpagos, y los destruyó.
Sal.18:15 Entonces aparecieron los abismos de las aguas,
Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo,
A tu reprensión, oh Jehová,
Por el soplo del aliento de tu nariz.
Sal.18:16 Envió desde lo alto; me tomó,
Me sacó de las muchas aguas.
Sal.18:17 Me libró de mi poderoso enemigo,
Y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo.
Sal.18:18 Me asaltaron en el día de mi quebranto,
Mas Jehová fue mi apoyo.
Sal.18:19 Me sacó a lugar espacioso;
Me libró, porque se agradó de mí.
Sal.18:20 Jehová me ha premiado conforme a mi justicia;
Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.
Sal.18:21 Porque yo he guardado los caminos de Jehová,
Y no me aparté impíamente de mi Dios.
Sal.18:22 Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí,
Y no me he apartado de sus estatutos.
Sal.18:23 Fui recto para con él, y me he guardado de mi maldad,
Sal.18:24 Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia;
Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista.
Sal.18:25 Con el misericordioso te mostrarás misericordioso,
Y recto para con el hombre íntegro.
Sal.18:26 Limpio te mostrarás para con el limpio,
Y severo serás para con el perverso.
Sal.18:27 Porque tú salvarás al pueblo afligido,
Y humillarás los ojos altivos.
Sal.18:28 Tú encenderás mi lámpara;
Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.
Sal.18:29 Contigo desbarataré ejércitos,
Y con mi Dios asaltaré muros.
Sal.18:30 En cuanto a Dios, perfecto es su camino,
Y acrisolada la palabra de Jehová;
Escudo es a todos los que en él esperan.
Sal.18:31 Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová?
¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?
Sal.18:32 Dios es el que me ciñe de poder,
Y quien hace perfecto mi camino;
Sal.18:33 Quien hace mis pies como de ciervas,
Y me hace estar firme sobre mis alturas;
Sal.18:34 Quien adiestra mis manos para la batalla,
Para entesar con mis brazos el arco de bronce.
Sal.18:35 Me diste asimismo el escudo de tu salvación;
Tu diestra me sustentó,
Y tu benignidad me ha engrandecido.
Sal.18:36 Ensanchaste mis pasos debajo de mí,
Y mis pies no han resbalado.
Sal.18:37 Perseguí a mis enemigos, y los alcancé,
Y no volví hasta acabarlos.
Sal.18:38 Los herí de modo que no se levantasen;
Cayeron debajo de mis pies.
Sal.18:39 Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea;
Has humillado a mis enemigos debajo de mí.
Sal.18:40 Has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas,
Para que yo destruya a los que me aborrecen.
Sal.18:41 Clamaron, y no hubo quien salvase;
Aun a Jehová, pero no los oyó.
Sal.18:42 Y los molí como polvo delante del viento;
Los eché fuera como lodo de las calles.
Sal.18:43 Me has librado de las contiendas del pueblo;
Me has hecho cabeza de las naciones;
Pueblo que yo no conocía me sirvió.
Sal.18:44 Al oír de mí me obedecieron;
Los hijos de extraños se sometieron a mí.
Sal.18:45 Los extraños se debilitaron
Y salieron temblando de sus encierros.
Sal.18:46 Viva Jehová, y bendita sea mi roca,
Y enaltecido sea el Dios de mi salvación;
Sal.18:47 El Dios que venga mis agravios,
Y somete pueblos debajo de mí;
Sal.18:48 El que me libra de mis enemigos,
Y aun me eleva sobre los que se levantan contra mí;
Me libraste de varón violento.
Sal.18:49 Por tanto yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová,
Y cantaré a tu nombre.
Sal.18:50 Grandes triunfos da a su rey,
Y hace misericordia a su ungido,
A David y a su descendencia, para siempre.
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