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FEBRERO 10

Jn.15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 



La vid Verdadera...


 Jesús se revela con otro YO SOY y en este caso con la Vid verdadera, y nos dice que El es el tronco y raíz de esa vid, y nosotros somos los pámpanos, hemos de nacer de nuevo en Cristo, hemos de ser renacidos para una simiente viva por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para ser un pámpano de esta vid verdadera...
 Un nacido de nuevo anhela las cosas de Dios, no para regocijarse en un día de culto semanal o porque se comprometió con una actividad o ministerio, sino que inquiere en el Templo en la Casa de Dios por amor, se interesa por el estado de la hermandad, de las almas nuevas de los ancianitos, se interesa y obra en oración, en comunión, va donde la casa de la indigencia y sabe que no puede hacer nada, pero El Señor si, El puede hacer algo y le dice al Señor, mira como están, mira por mis ojos oye con mi oído, obra con mis manos ora y habla a través mi boca, entra tu primero, porque separado de ti, nada puedo hacer...
"NO LUCHES POR permanecer en Él, ni te esfuerces por llevar fruto. Sólo deja que Jesús te una a si, como el pámpano a la vid.
La unión con Él será tan sencilla, tan profunda, tan firme, que su vida reemplazará la tuya, y su amor fluirá por medio de tu ser. — Estos dos párrafos fueron hallados escritos en la (Biblia de Charles E. Cowman).
 El fruto es resultado de vivir en Dios. Es su vida que fluye dentro de nosotros; es el resultado de nuestro sometimiento a su poder. De ninguna manera es el resultado de nuestros esfuerzos y luchas.   En los valles valdenses, Italia, las vides se hacen crecer sobre grandes cruces de madera, y en septiembre la vista se deleita al verlas cargadas de uvas. Las ramas se extienden por los brazos de la cruz, de modo que reciben cada gota de lluvia y cada rayo de sol. Creo que estas ramas no están tan conscientes de la cruz, como lo están del calor, la vida y el gozo de producir fruto. Ésta es una parábola de la vida cristiana. Explica el gozo y la paz de la iglesia primitiva aun en la persecución. El yo Se había dado a otro. El yo estaba crucificado con Cristo y el resultado natural en gozo y fruto, tal como será en nuestros días si escondemos nuestras vidas con Cristo en Dios. — S. T. Fraser. 
 La rendición incondicional al Señor nos lleva a una unidad completa con Cristo, de modo que permanecemos en Él y Él en nosotros, lo que nos permite caminar con humildad entre nuestros semejantes. Nos coloca en dulce comunión con Él y con los que son suyos.
 Mientras esperamos su glorioso retorno tenemos el privilegio de vivir su vida, de recibir de Él el crecimiento, el alimento y la fortaleza, de ser llenos continuamente de su Espíritu y de su presencia.   Lo que corresponde por nuestra parte es entregarnos a Él, reconociendo nuestra propia indignidad, y permanecer siempre en Él.
Te traigo con mano temblorosa y feble, 
mi voluntad, oh Señor, ¡bien me comprendes!
El presente es pequeño, insignificante, 
pero cuando entrego esto, lo entrego todo".
(Seleccionado y adaptado de Manantiales en el Desierto II Junio 3)






PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 24

Aceite para las lámparas    (Ex. 27.20-21)  

Lev.24:1 Habló Jehová a Moisés, diciendo:  
Lev.24:2 Manda a los hijos de Israel que te traigan para el alumbrado aceite puro de olivas machacadas, para hacer arder las lámparas continuamente.  
Lev.24:3 Fuera del velo del testimonio, en el tabernáculo de reunión, las dispondrá Aarón desde la tarde hasta la mañana delante de Jehová; es estatuto perpetuo por vuestras generaciones.  
Lev.24:4 Sobre el candelero limpio pondrá siempre en orden las lámparas delante de Jehová.  

El pan de la proposición  

Lev.24:5 Y tomarás flor de harina, y cocerás de ella doce tortas; cada torta será de dos décimas de efa. 
Lev.24:6 Y las pondrás en dos hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa limpia delante de Jehová.  
Lev.24:7 Pondrás también sobre cada hilera incienso puro, y será para el pan como perfume, ofrenda encendida a Jehová.  
Lev.24:8 Cada día de reposo lo pondrá continuamente en orden delante de Jehová, en nombre de los hijos de Israel, como pacto perpetuo.  
Lev.24:9 Y será de Aarón y de sus hijos,los cuales lo comerán en lugar santo; porque es cosa muy santa para él, de las ofrendas encendidas a Jehová, por derecho perpetuo.  

Castigo del blasfemo  

Lev.24:10 En aquel tiempo el hijo de una mujer israelita, el cual era hijo de un egipcio, salió entre los hijos de Israel; y el hijo de la israelita y un hombre de Israel riñeron en el campamento.  
Lev.24:11 Y el hijo de la mujer israelita blasfemó el Nombre, y maldijo; entonces lo llevaron a Moisés. Y su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan.  
Lev.24:12 Y lo pusieron en la cárcel, hasta que les fuese declarado por palabra de Jehová.  
Lev.24:13 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:  
Lev.24:14 Saca al blasfemo fuera del campamento, y todos los que le oyeron pongan sus manos sobre la cabeza de él, y apedréelo toda la congregación.  
Lev.24:15 Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cualquiera que maldijere a su Dios, llevará su iniquidad.  
Lev.24:16 Y el que blasfemare el nombre de Jehová, ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará; así el extranjero como el natural, si blasfemare el Nombre, que muera.  
Lev.24:17 Asimismo el hombre que hiere de muerte a cualquiera persona, que sufra la muerte.  
Lev.24:18 El que hiere a algún animal ha de restituirlo, animal por animal.  
Lev.24:19 Y el que causare lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho:  
Lev.24:20 rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que haya hecho a otro, tal se hará a él.  
Lev.24:21 El que hiere algún animal ha de restituirlo; mas el que hiere de muerte a un hombre, que muera.  
Lev.24:22 Un mismo estatuto tendréis para el extranjero, como para el natural;  porque yo soy Jehová vuestro Dios.  
Lev.24:23 Y habló Moisés a los hijos de Israel, y ellos sacaron del campamento al blasfemo y lo apedrearon. Y los hijos de Israel hicieron según Jehová había mandado a Moisés.  

Capítulo 25

El año de reposo de la tierra y el año del jubileo  

Lev.25:1 Jehová habló a Moisés en el monte de Sinaí, diciendo:  
Lev.25:2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, la tierra guardará reposo para Jehová.  
Lev.25:3 Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña y recogerás sus frutos.  
Lev.25:4 Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña.  
Lev.25:5 Lo que de suyo naciere en tu tierra segada, no lo segarás, y las uvas de tu viñedo no vendimiarás; año de reposo será para la tierra.  
Lev.25:6 Mas el descanso de la tierra te dará para comer a ti, a tu siervo, a tu sierva, a tu criado, y a tu extranjero que morare contigo;  
Lev.25:7 y a tu animal, y a la bestia que hubiere en tu tierra, será todo el fruto de ella para comer.  
Lev.25:8 Y contarás siete semanas de años, siete veces siete años, de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años.  
Lev.25:9 Entonces harás tocar fuertemente la trompeta en el mes séptimo a los diez días del mes; el día de la expiación haréis tocar la trompeta por toda vuestra tierra.  
Lev.25:10 Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia.  
Lev.25:11 El año cincuenta os será jubileo; no sembraréis, ni segaréis lo que naciere de suyo en la tierra, ni vendimiaréis sus viñedos,  
Lev.25:12 porque es jubileo; santo será a vosotros; el producto de la tierra comeréis.  
Lev.25:13 En este año de jubileo volveréis cada uno a vuestra posesión.  
Lev.25:14 Y cuando vendiereis algo a vuestro prójimo, o comprareis de mano de vuestro prójimo, no engañe ninguno a su hermano.  
Lev.25:15 Conforme al número de los años después del jubileo comprarás de tu prójimo; conforme al número de los años de los frutos te venderá él a ti.  
Lev.25:16 Cuanto mayor fuere el número de los años, aumentarás el precio, y cuanto menor fuere el número, disminuirás el precio; porque según el número de las cosechas te venderá él.  
Lev.25:17 Y no engañe ninguno a su prójimo, sino temed a vuestro Dios; porque yo soy Jehová vuestro Dios.  
Lev.25:18 Ejecutad, pues, mis estatutos y guardad mis ordenanzas, y ponedlos por obra, y habitaréis en la tierra seguros;  
Lev.25:19 y la tierra dará su fruto, y comeréis hasta saciaros, y habitaréis en ella con seguridad.  
Lev.25:20 Y si dijereis: ¿Qué comeremos el séptimo año? He aquí no hemos de sembrar, ni hemos de recoger nuestros frutos;  
Lev.25:21 entonces yo os enviaré mi bendición el sexto año, y ella hará que haya fruto por tres años. 
Lev.25:22 Y sembraréis el año octavo, y comeréis del fruto añejo; hasta el año noveno, hasta que venga su fruto, comeréis del añejo.  
Lev.25:23 La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; pues vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo.  
Lev.25:24 Por tanto, en toda la tierra de vuestra posesión otorgaréis rescate a la tierra.  
Lev.25:25 Cuando tu hermano empobreciere, y vendiere algo de su posesión, entonces su pariente más próximo vendrá y rescatará lo que su hermano hubiere vendido.  
Lev.25:26 Y cuando el hombre no tuviere rescatador, y consiguiere lo suficiente para el rescate,  
Lev.25:27 entonces contará los años desde que vendió, y pagará lo que quedare al varón a quien vendió, y volverá a su posesión.  
Lev.25:28 Mas si no consiguiere lo suficiente para que se la devuelvan, lo que vendió estará en poder del que lo compró hasta el año del jubileo; y al jubileo saldrá, y él volverá a su posesión.  
Lev.25:29 El varón que vendiere casa de habitación en ciudad amurallada, tendrá facultad de redimirla hasta el término de un año desde la venta; un año será el término de poderse redimir.  
Lev.25:30 Y si no fuere rescatada dentro de un año entero, la casa que estuviere en la ciudad amurallada quedará para siempre en poder de aquel que la compró, y para sus descendientes; no saldrá en el jubileo.  
Lev.25:31 Mas las casas de las aldeas que no tienen muro alrededor serán estimadas como los terrenos del campo; podrán ser rescatadas, y saldrán en el jubileo.  
Lev.25:32 Pero en cuanto a las ciudades de los levitas, éstos podrán rescatar en cualquier tiempo las casas en las ciudades de su posesión.  
Lev.25:33 Y el que comprare de los levitas saldrá de la casa vendida, o de la ciudad de su posesión, en el jubileo, por cuanto las casas de las ciudades de los levitas son la posesión de ellos entre los hijos de Israel.  
Lev.25:34 Mas la tierra del ejido de sus ciudades no se venderá, porque es perpetua posesión de ellos.  
Lev.25:35 Y cuando tu hermano empobreciere y se acogiere a ti, tú lo ampararás; como forastero y extranjero vivirá contigo.  
Lev.25:36 No tomarás de él usura ni ganancia, sino tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo.  
Lev.25:37 No le darás tu dinero a usura, ni tus víveres a ganancia.  
Lev.25:38 Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para daros la tierra de Canaán, para ser vuestro Dios.  
Lev.25:39 Y cuando tu hermano empobreciere, estando contigo, y se vendiere a ti, no le harás servir como esclavo.  
Lev.25:40 Como criado, como extranjero estará contigo; hasta el año del jubileo te servirá.  
Lev.25:41 Entonces saldrá libre de tu casa; él y sus hijos consigo, y volverá a su familia, y a la posesión de sus padres se restituirá.  
Lev.25:42 Porque son mis siervos, los cuales saqué yo de la tierra de Egipto; no serán vendidos a manera de esclavos.  
Lev.25:43 No te enseñorearás de él con dureza, sino tendrás temor de tu Dios.  
Lev.25:44 Así tu esclavo como tu esclava que tuvieres, serán de las gentes que están en vuestro alrededor; de ellos podréis comprar esclavos y esclavas.  
Lev.25:45 También podréis comprar de los hijos de los forasteros que viven entre vosotros, y de las familias de ellos nacidos en vuestra tierra, que están con vosotros, los cuales podréis tener por posesión.  
Lev.25:46 Y los podréis dejar en herencia para vuestros hijos después de vosotros, como posesión hereditaria; para siempre os serviréis de ellos; pero en vuestros hermanos los hijos de Israel no os enseñorearéis cada uno sobre su hermano con dureza. 
Lev.25:47 Si el forastero o el extranjero que está contigo se enriqueciere, y tu hermano que está junto a él empobreciere, y se vendiere al forastero o extranjero que está contigo, o a alguno de la familia del extranjero;  
Lev.25:48 después que se hubiere vendido, podrá ser rescatado; uno de sus hermanos lo rescatará.  
Lev.25:49 O su tío o el hijo de su tío lo rescatará, o un pariente cercano de su familia lo rescatará; o si sus medios alcanzaren, él mismo se rescatará.  
Lev.25:50 Hará la cuenta con el que lo compró, desde el año que se vendió a él hasta el año del jubileo; y ha de apreciarse el precio de su venta conforme al número de los años, y se contará el tiempo que estuvo con él conforme al tiempo de un criado asalariado.  
Lev.25:51 Si aún fueren muchos años, conforme a ellos devolverá para su rescate, del dinero por el cual se vendió.  
Lev.25:52 Y si quedare poco tiempo hasta el año del jubileo, entonces hará un cálculo con él, y devolverá su rescate conforme a sus años.  
Lev.25:53 Como con el tomado a salario anualmente hará con él; no se enseñoreará en él con rigor delante de tus ojos.  
Lev.25:54 Y si no se rescatare en esos años, en el año del jubileo saldrá, él y sus hijos con él.  
Lev.25:55 Porque mis siervos son los hijos de Israel; son siervos míos, a los cuales saqué de la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.

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