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NOVIEMBRE 8

Prov.14:23 En toda labor hay fruto;
             Mas las vanas palabras de los labios empobrecen.  







PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 18

Arresto de Jesús  - (Mt. 26.47-56; Mr. 14.43-50; Lc. 22.47-53) 

Jn.18:1 Habiendo dicho Jesús estas cosas, salió con sus discípulos al otro lado del torrente de Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró con sus discípulos.  
Jn.18:2 Y también Judas, el que le entregaba, conocía aquel lugar, porque muchas veces Jesús se había reunido allí con sus discípulos.  
Jn.18:3 Judas, pues, tomando una compañía de soldados, y alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí con linternas y antorchas, y con armas.  
Jn.18:4 Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis?  
Jn.18:5 Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba.  
Jn.18:6 Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra.  
Jn.18:7 Volvió, pues, a preguntarles: ¿A quién buscáis? Y ellos dijeron: A Jesús nazareno.  
Jn.18:8 Respondió Jesús: Os he dicho que yo soy; pues si me buscáis a mí, dejad ir a éstos;  
Jn.18:9 para que se cumpliese aquello que había dicho: De los que me diste, no perdí ninguno. 
Jn.18:10 Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco. 
Jn.18:11 Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?  


Jesús ante el sumo sacerdote  - (Mt. 26.57-58; Mr. 14.53-54; Lc. 22.54)  

Jn.18:12 Entonces la compañía de soldados, el tribuno y los alguaciles de los judíos, prendieron a Jesús y le ataron,  
Jn.18:13 y le llevaron primeramente a Anás; porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel año.  
Jn.18:14 Era Caifás el que había dado el consejo a los judíos, de que convenía que un solo hombre muriese por el pueblo. 


Pedro en el patio de Anás  - (Mt. 26.69-70; Mr. 14.66-68; Lc. 22.55-57) 

Jn.18:15 Y seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Y este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote;  
Jn.18:16 mas Pedro estaba fuera, a la puerta. Salió, pues, el discípulo que era conocido del sumo sacerdote, y habló a la portera, e hizo entrar a Pedro.  
Jn.18:17 Entonces la criada portera dijo a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Dijo él: No lo soy.  
Jn.18:18 Y estaban en pie los siervos y los alguaciles que habían encendido un fuego; porque hacía frío, y se calentaban; y también con ellos estaba Pedro en pie, calentándose.  


Anás interroga a Jesús  - (Mt. 26.59-66; Mr. 14.55-64; Lc. 22.66-71)  

Jn.18:19 Y el sumo sacerdote preguntó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina.  
Jn.18:20 Jesús le respondió: Yo públicamente he hablado al mundo; siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y nada he hablado en oculto.  
Jn.18:21 ¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta a los que han oído, qué les haya yo hablado; he aquí, ellos saben lo que yo he dicho.  
Jn.18:22 Cuando Jesús hubo dicho esto, uno de los alguaciles, que estaba allí, le dio una bofetada, diciendo: ¿Así respondes al sumo sacerdote?  
Jn.18:23 Jesús le respondió: Si he hablado mal, testifica en qué está el mal; y si bien, ¿por qué me golpeas? 
Jn.18:24 Anás entonces le envió atado a Caifás, el sumo sacerdote.  


Pedro niega a Jesús  - (Mt. 26.71-75; Mr. 14.69-72; Lc. 22.58-62) 

Jn.18:25 Estaba, pues, Pedro en pie, calentándose. Y le dijeron: ¿No eres tú de sus discípulos? El negó, y dijo: No lo soy.  
Jn.18:26 Uno de los siervos del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le dijo: ¿No te vi yo en el huerto con él?  
Jn.18:27 Negó Pedro otra vez; y en seguida cantó el gallo.  


Jesús ante Pilato  - (Mt. 27.1-2, 11-31; Mr. 15.1-20; Lc. 23.1-5, 13-25)  

Jn.18:28 Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua.  
Jn.18:29 Entonces salió Pilato a ellos, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre?  
Jn.18:30 Respondieron y le dijeron: Si éste no fuera malhechor, no te lo habríamos entregado.  
Jn.18:31 Entonces les dijo Pilato: Tomadle vosotros, y juzgadle según vuestra ley. Y los judíos le dijeron: A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie;  
Jn.18:32 para que se cumpliese la palabra que Jesús había dicho, dando a entender de qué muerte iba a morir. 
Jn.18:33 Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos?  
Jn.18:34 Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí? 
Jn.18:35 Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?  
Jn.18:36 Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. 
Jn.18:37 Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.  
Jn.18:38 Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad? Y cuando hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos, y les dijo: Yo no hallo en él ningún delito.  
Jn.18:39 Pero vosotros tenéis la costumbre de que os suelte uno en la pascua. ¿Queréis, pues, que os suelte al Rey de los judíos?  
Jn.18:40 Entonces todos dieron voces de nuevo, diciendo: No a éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era ladrón.  


Capítulo 19 

Jn.19:1 Así que, entonces tomó Pilato a Jesús, y le azotó.  
Jn.19:2 Y los soldados entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre su cabeza, y le vistieron con un manto de púrpura;  
Jn.19:3 y le decían: ¡Salve, Rey de los judíos! y le daban de bofetadas.  
Jn.19:4 Entonces Pilato salió otra vez, y les dijo: Mirad, os lo traigo fuera, para que entendáis que ningún delito hallo en él.  
Jn.19:5 Y salió Jesús, llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilato les dijo: ¡He aquí el hombre!  
Jn.19:6 Cuando le vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, dieron voces, diciendo: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! Pilato les dijo: Tomadle vosotros, y crucificadle; porque yo no hallo delito en él. 
Jn.19:7 Los judíos le respondieron: Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios.  
Jn.19:8 Cuando Pilato oyó decir esto, tuvo más miedo.  
Jn.19:9 Y entró otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús: ¿De dónde eres tú? Mas Jesús no le dio respuesta.  
Jn.19:10 Entonces le dijo Pilato: ¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte, y que tengo autoridad para soltarte?  
Jn.19:11 Respondió Jesús: Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no te fuese dada de arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene.  
Jn.19:12 Desde entonces procuraba Pilato soltarle; pero los judíos daban voces, diciendo: Si a éste sueltas, no eres amigo de César; todo el que se hace rey, a César se opone.  
Jn.19:13 Entonces Pilato, oyendo esto, llevó fuera a Jesús, y se sentó en el tribunal en el lugar llamado el Enlosado, y en hebreo Gabata.  
Jn.19:14 Era la preparación de la pascua, y como la hora sexta. Entonces dijo a los judíos: ¡He aquí vuestro Rey!  
Jn.19:15 Pero ellos gritaron: ¡Fuera, fuera, crucifícale! Pilato les dijo: ¿A vuestro Rey he de crucificar? Respondieron los principales sacerdotes: No tenemos más rey que César.  
Jn.19:16 Así que entonces lo entregó a ellos para que fuese crucificado. Tomaron, pues, a Jesús, y le llevaron.  


Crucifixión y muerte de Jesús  - (Mt. 27.32-50; Mr. 15.21-37; Lc. 23.26-49) 

Jn.19:17 Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota;  
Jn.19:18 y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio.  
Jn.19:19 Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS.  
Jn.19:20 Y muchos de los judíos leyeron este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín.  
Jn.19:21 Dijeron a Pilato los principales sacerdotes de los judíos: No escribas: Rey de los judíos; sino, que él dijo: Soy Rey de los judíos.  
Jn.19:22 Respondió Pilato: Lo que he escrito, he escrito.  
Jn.19:23 Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo.  
Jn.19:24 Entonces dijeron entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quién será. Esto fue para que se cumpliese la Escritura, que dice:  
Repartieron entre sí mis vestidos,  
Y sobre mi ropa echaron suertes. 
Y así lo hicieron los soldados.  
Jn.19:25 Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena.  
Jn.19:26 Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.  
Jn.19:27 Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.  
Jn.19:28 Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese:Tengo sed. 
Jn.19:29 Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca.  
Jn.19:30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.  


El costado de Jesús traspasado  

Jn.19:31 Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí.  
Jn.19:32 Vinieron, pues, los soldados, y quebraron las piernas al primero, y asimismo al otro que había sido crucificado con él.  
Jn.19:33 Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas.  
Jn.19:34 Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.  
Jn.19:35 Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis.  
Jn.19:36 Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo. 
Jn.19:37 Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron. 


Jesús es sepultado  - (Mt. 27.57-61; Mr. 15.42-47; Lc. 23.50-56) 

Jn.19:38 Después de todo esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús.  
Jn.19:39 También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras .  
Jn.19:40 Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos.  
Jn.19:41 Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno.  
Jn.19:42 Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús. 

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