Mat.6:34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL
Capítulo 25
David implora dirección, perdón y protección
Salmo de David.
Sal.25:1 A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.
Sal.25:2 Dios mío, en ti confío;
No sea yo avergonzado,
No se alegren de mí mis enemigos.
Sal.25:3 Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido;
Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
Sal.25:4 Muéstrame, oh Jehová, tus caminos;
Enséñame tus sendas.
Sal.25:5 Encamíname en tu verdad, y enséñame,
Porque tú eres el Dios de mi salvación;
En ti he esperado todo el día.
Sal.25:6 Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias,
Que son perpetuas.
Sal.25:7 De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes;
Conforme a tu misericordia acuérdate de mí,
Por tu bondad, oh Jehová.
Sal.25:8 Bueno y recto es Jehová;
Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.
Sal.25:9 Encaminará a los humildes por el juicio,
Y enseñará a los mansos su carrera.
Sal.25:10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad,
Para los que guardan su pacto y sus testimonios.
Sal.25:11 Por amor de tu nombre, oh Jehová,
Perdonarás también mi pecado, que es grande.
Sal.25:12 ¿Quién es el hombre que teme a Jehová?
El le enseñará el camino que ha de escoger.
Sal.25:13 Gozará él de bienestar,
Y su descendencia heredará la tierra.
Sal.25:14 La comunión íntima de Jehová es con los que le temen,
Y a ellos hará conocer su pacto.
Sal.25:15 Mis ojos están siempre hacia Jehová,
Porque él sacará mis pies de la red.
Sal.25:16 Mírame, y ten misericordia de mí,
Porque estoy solo y afligido.
Sal.25:17 Las angustias de mi corazón se han aumentado;
Sácame de mis congojas.
Sal.25:18 Mira mi aflicción y mi trabajo,
Y perdona todos mis pecados.
Sal.25:19 Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado,
Y con odio violento me aborrecen.
Sal.25:20 Guarda mi alma, y líbrame;
No sea yo avergonzado, porque en ti confié.
Sal.25:21 Integridad y rectitud me guarden,
Porque en ti he esperado.
Sal.25:22 Redime, oh Dios, a Israel
De todas sus angustias.
Capítulo 26
Declaración de integridad
Salmo de David.
Sal.26:1 Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado;
He confiado asimismo en Jehová sin titubear.
Sal.26:2 Escudríñame, oh Jehová, y pruébame;
Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón.
Sal.26:3 Porque tu misericordia está delante de mis ojos,
Y ando en tu verdad.
Sal.26:4 No me he sentado con hombres hipócritas,
Ni entré con los que andan simuladamente.
Sal.26:5 Aborrecí la reunión de los malignos,
Y con los impíos nunca me senté.
Sal.26:6 Lavaré en inocencia mis manos,
Y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová,
Sal.26:7 Para exclamar con voz de acción de gracias,
Y para contar todas tus maravillas.
Sal.26:8 Jehová, la habitación de tu casa he amado,
Y el lugar de la morada de tu gloria.
Sal.26:9 No arrebates con los pecadores mi alma,
Ni mi vida con hombres sanguinarios,
Sal.26:10 En cuyas manos está el mal,
Y su diestra está llena de sobornos.
Sal.26:11 Mas yo andaré en mi integridad;
Redímeme, y ten misericordia de mí.
Sal.26:12 Mi pie ha estado en rectitud;
En las congregaciones bendeciré a Jehová.
Capítulo 27
Jehová es mi luz y mi salvación
Salmo de David.
Sal.27:1 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
Sal.27:2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos,
Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
Sal.27:3 Aunque un ejército acampe contra mí,
No temerá mi corazón;
Aunque contra mí se levante guerra,
Yo estaré confiado.
Sal.27:4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré;
Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,
Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
Sal.27:5 Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;
Me ocultará en lo reservado de su morada;
Sobre una roca me pondrá en alto.
Sal.27:6 Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean,
Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo;
Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.
Sal.27:7 Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo;
Ten misericordia de mí, y respóndeme.
Sal.27:8 Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro.
Tu rostro buscaré, oh Jehová;
Sal.27:9 No escondas tu rostro de mí.
No apartes con ira a tu siervo;
Mi ayuda has sido.
No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.
Sal.27:10 Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá.
Sal.27:11 Enséñame, oh Jehová, tu camino,
Y guíame por senda de rectitud
A causa de mis enemigos.
Sal.27:12 No me entregues a la voluntad de mis enemigos;
Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.
Sal.27:13 Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová
En la tierra de los vivientes.
Sal.27:14 Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;
Sí, espera a Jehová.
Capítulo 28
Plegaria pidiendo ayuda, y alabanza por la respuesta
Salmo de David.
Sal.28:1 A ti clamaré, oh Jehová.
Roca mía, no te desentiendas de mí,
Para que no sea yo, dejándome tú,
Semejante a los que descienden al sepulcro.
Sal.28:2 Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti,
Cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.
Sal.28:3 No me arrebates juntamente con los malos,
Y con los que hacen iniquidad,
Los cuales hablan paz con sus prójimos,
Pero la maldad está en su corazón.
Sal.28:4 Dales conforme a su obra, y conforme a la perversidad de sus hechos;
Dales su merecido conforme a la obra de sus manos.
Sal.28:5 Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová,
Ni a la obra de sus manos,
El los derribará, y no los edificará.
Sal.28:6 Bendito sea Jehová,
Que oyó la voz de mis ruegos.
Sal.28:7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo;
En él confió mi corazón, y fui ayudado,
Por lo que se gozó mi corazón,
Y con mi cántico le alabaré.
Sal.28:8 Jehová es la fortaleza de su pueblo,
Y el refugio salvador de su ungido.
Sal.28:9 Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad;
Y pastoréales y susténtales para siempre.
Capítulo 29
Poder y gloria de Jehová
Salmo de David.
Sal.29:1 Tributad a Jehová, oh hijos de los poderosos,
Dad a Jehová la gloria y el poder.
Sal.29:2 Dad a Jehová la gloria debida a su nombre;
Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.
Sal.29:3 Voz de Jehová sobre las aguas;
Truena el Dios de gloria,
Jehová sobre las muchas aguas.
Sal.29:4 Voz de Jehová con potencia;
Voz de Jehová con gloria.
Sal.29:5 Voz de Jehová que quebranta los cedros;
Quebrantó Jehová los cedros del Líbano.
Sal.29:6 Los hizo saltar como becerros;
Al Líbano y al Sirión como hijos de búfalos.
Sal.29:7 Voz de Jehová que derrama llamas de fuego;
Sal.29:8 Voz de Jehová que hace temblar el desierto;
Hace temblar Jehová el desierto de Cades.
Sal.29:9 Voz de Jehová que desgaja las encinas,
Y desnuda los bosques;
En su templo todo proclama su gloria.
Sal.29:10 Jehová preside en el diluvio,
Y se sienta Jehová como rey para siempre.
Sal.29:11 Jehová dará poder a su pueblo;
Jehová bendecirá a su pueblo con paz.
Capítulo 30
Acción de gracias por haber sido librado de la muerte
Salmo cantado en la dedicación de la Casa.
Salmo de David.
Sal.30:1 Te glorificaré, oh Jehová, porque me has exaltado,
Y no permitiste que mis enemigos se alegraran de mí.
Sal.30:2 Jehová Dios mío,
A ti clamé, y me sanaste.
Sal.30:3 Oh Jehová, hiciste subir mi alma del Seol;
Me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.
Sal.30:4 Cantad a Jehová, vosotros sus santos,
Y celebrad la memoria de su santidad.
Sal.30:5 Porque un momento será su ira,
Pero su favor dura toda la vida.
Por la noche durará el lloro,
Y a la mañana vendrá la alegría.
Sal.30:6 En mi prosperidad dije yo:
No seré jamás conmovido,
Sal.30:7 Porque tú, Jehová, con tu favor me afirmaste como monte fuerte.
Escondiste tu rostro, fui turbado.
Sal.30:8 A ti, oh Jehová, clamaré,
Y al Señor suplicaré.
Sal.30:9 ¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura?
¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?
Sal.30:10 Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí;
Jehová, sé tú mi ayudador.
Sal.30:11 Has cambiado mi lamento en baile;
Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
Sal.30:12 Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado.
Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario