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ENERO 19

Prov.15:33 El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría;
             Y a la honra precede la humildad.


La humildad es primero...


"Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mi que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas", porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.- JESUS.
 Nadie, ni filósofo, ni sabio, ni teólogo, podrá con legítima autoridad erigirse como ejemplo ante los demás hombres: "aprended de mí".- La mansedumbre y humildad del corazón, y la promesa sublime como resultante de esta actitud de hallar descanso para el alma solo viene de El.-
 Cuando el amor propio, ese enemigo que llevamos dentro nos domina, crea una inquietud en nuestro espíritu; si debiéramos dormir no lo podemos hacer, si nos proponemos descansar nos aguijonea, no podemos pensar, es que no hay descanso para nuestra alma porque no buscamos su apoyo.-
 La humildad es la virtud específica del pecador, de forma que ser humilde equivale a ser contrito; es la mejor condición para la eficacia de la oración.- Santiago 4:6,7. Pero El da mayor gracia.- Por esto dice: Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.- Someteos pues a Dios: resistid al diablo y huirá de vosotros.- Humillaos delante del Señor y él os exaltará.-
 Es la humildad la actitud por la que el hombre consciente de su debilidad natural o de sus defectos y pecados se mantiene en plan de inferioridad respecto a Dios.- Esta postura puede surgir al sentirse débil, pobre, enfermo o cae en desgracia.- Si en esta situación no hay culpabilidad, si no que es el efecto de una providencia especial divina que quiere probar a alguno, se considera como cosa honrosa.-
 En el Nuevo Testamento la humildad es uno de los puntales en el Reino de los Cielos.- Jesucristo dijo que el que "se humilla será ensalzado".-
 En el Antiguo Testamento la actitud humilde es la mejor preparación para recibir el favor divino.
 Es el principio de la sabiduría, en cuanto da a la persona el conocimiento de su propio valor.
 En el Nuevo Testamento es la actitud fundamental para recibir la gracia Divina y no sólo se ha de mantener ante Dios sino también ante el prójimo considerándolo como mejor que así mismo.-
 En Romanos 12:16 se señala una actitud hacia el prójimo de humildad ejemplar. Unánimes entre vosotros, no altivos, sino asociándoos con los humildes, no seáis sabios en vuestra opinión.-
 La mayoría de la gente al referirse a un estado circunstancial de miseria o pobreza, habla de los humildes que pasan por tales circunstancias con compasión.-
 Pero la verdadera humildad del corazón revela un estado especial del espíritu que puede no ser de pobreza material, sino de íntima paz; de mente y corazón abiertos para contemplar el estado social que nos rodea y más especialmente el mundo en que vivimos. De mutua comprensión cual leemos en Job 5:11 que pone a los humildes en altura y a los enlutados levanta a seguridad.-
 Por eso la gran sabiduría estriba en la expresión del Maestro: "Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas", sublime descanso que solo de El puede venirnos. (Seleccionado).-





PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Libro Segundo de Moises
EXODO

Capítulo 1

Aflicción de los israelitas en Egipto  

Ex.1:1 Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia:  
Ex.1:2 Rubén, Simeón, Leví, Judá,  
Ex.1:3 Isacar, Zabulón, Benjamín,  
Ex.1:4 Dan, Neftalí, Gad y Aser.  
Ex.1:5 Todas las personas que le nacieron a Jacob fueron setenta. Y José estaba en Egipto.  
Ex.1:6 Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación.  
Ex.1:7 Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron,  y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra.  
Ex.1:8 Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo:  
Ex.1:9 He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros.  
Ex.1:10 Ahora, pues, seamos sabios  para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra.  
Ex.1:11 Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés.  
Ex.1:12 Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel.  
Ex.1:13 Y los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza,  
Ex.1:14 y amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del campo y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigor.  
Ex.1:15 Y habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo:  
Ex.1:16 Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva.  
Ex.1:17 Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños.  
Ex.1:18 Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis preservado la vida a los niños?  
Ex.1:19 Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; pues son robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas.  
Ex.1:20 Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera.  
Ex.1:21 Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias.  
Ex.1:22 Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca,  y a toda hija preservad la vida.  

Capítulo 2

Nacimiento de Moisés  

Ex.2:1 Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví,  
Ex.2:2 la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses.  
Ex.2:3 Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río.  
Ex.2:4 Y una hermana suya se puso a lo lejos, para ver lo que le acontecería.  
Ex.2:5 Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase.  
Ex.2:6 Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es éste.  
Ex.2:7 Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas, para que te críe este niño?  
Ex.2:8 Y la hija de Faraón respondió: Ve. Entonces fue la doncella, y llamó a la madre del niño,  
Ex.2:9 a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crió.  
Ex.2:10 Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó,  y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué.  

Moisés huye de Egipto  

Ex.2:11 En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas,  y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos.  
Ex.2:12 Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena.  
Ex.2:13 Al día siguiente salió y vio a dos hebreos que reñían; entonces dijo al que maltrataba al otro: ¿Por qué golpeas a tu prójimo?  
Ex.2:14 Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio?  Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto.  
Ex.2:15 Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián.  
Ex.2:16 Y estando sentado junto al pozo, siete hijas que tenía el sacerdote de Madián vinieron a sacar agua para llenar las pilas y dar de beber a las ovejas de su padre.  
Ex.2:17 Mas los pastores vinieron y las echaron de allí; entonces Moisés se levantó y las defendió, y dio de beber a sus ovejas.  
Ex.2:18 Y volviendo ellas a Reuel su padre, él les dijo: ¿Por qué habéis venido hoy tan pronto?  
Ex.2:19 Ellas respondieron: Un varón egipcio nos defendió de mano de los pastores, y también nos sacó el agua, y dio de beber a las ovejas.  
Ex.2:20 Y dijo a sus hijas: ¿Dónde está? ¿Por qué habéis dejado a ese hombre? Llamadle para que coma.  
Ex.2:21 Y Moisés convino en morar con aquel varón; y él dio su hija Séfora por mujer a Moisés.  
Ex.2:22 Y ella le dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Gersón, porque dijo: Forastero soy en tierra ajena.  
Ex.2:23 Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre.  
Ex.2:24 Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó  de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.  
Ex.2:25 Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios.  

Capítulo 3

Llamamiento de Moisés 

Ex.3:1 Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios.  
Ex.3:2 Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza;  y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.  
Ex.3:3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.  
Ex.3:4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.  
Ex.3:5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.  
Ex.3:6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.  
Ex.3:7 Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias,  
Ex.3:8 y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.  
Ex.3:9 El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.  
Ex.3:10 Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.  
Ex.3:11 Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?  
Ex.3:12 Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.  
Ex.3:13 Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres  me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?  
Ex.3:14 Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY.  Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.  
Ex.3:15 Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos.  
Ex.3:16 Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me apareció diciendo: En verdad os he visitado, y he visto lo que se os hace en Egipto;  
Ex.3:17 y he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel.  
Ex.3:18 Y oirán tu voz; e irás tú, y los ancianos de Israel, al rey de Egipto, y le diréis: Jehová el Dios de los hebreos nos ha encontrado; por tanto, nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, para que ofrezcamos sacrificios a Jehová nuestro Dios.  
Ex.3:19 Mas yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte.  
Ex.3:20 Pero yo extenderé mi mano, y heriré a Egipto con todas mis maravillas que haré en él, y entonces os dejará ir.  
Ex.3:21 Y yo daré a este pueblo gracia en los ojos de los egipcios, para que cuando salgáis, no vayáis con las manos vacías;  
Ex.3:22 sino que pedirá cada mujer a su vecina y a su huéspeda alhajas de plata, alhajas de oro, y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas; y despojaréis a Egipto. 

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