T R A S L A T E - Traducir esta Pagina

FEBRERO 27

Mat.18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.



Allí estoy Yo...


 El Señor Jesucristo habla de la pluralidad en la unidad, luego de hablar de la parábola de la oveja perdida hace referencia a que con una congregación mínima de dos personas con sus diferencias de pensar o cultura, familia, estrato social o de edad, etc. pues menos de dos no puede ser una congregación, y aun anteriormente al versículo de la fecha, El Señor habla de la importancia de esa Congregación, aunque sea de dos o tres, pueden atar y desatar, siempre dentro de la ley del amor, y del amor de Dios, no el amor filial o carnal, y para bien de todos, buenos y malos y no inclinados por deseos diversos como si fueran brujos, ya que somos llamados a la mas alta invocación, para interceder al Altísimo, porque la salvación es del Señor Dios, pero los ministerios fueron dados para que los administremos a personas que tienen buen testimonio aun de los de afuera y que no traigan vituperios al Evangelio y el atar o desatar con disciplina es privativo del Ministerio o Prebisterio de la iglesia y no de dos o tres, aunque el Señor es quien pesa los espíritus y esos dos o tres tienen conocimiento de algún mal y piden por que sea frenado algún malo o algún mal sobre la sociedad, pero será solo una oración clamando y denunciando y no con un "yo ato" pues El Padre todo el juicio lo dio al Hijo.-
 Otro poder de la congregación de personas que buscan a Dios de corazón y que representan a la Iglesia del Dios vivo es el alcanzar el perdón para todos pues no debe haber diferencias ni amarguras en el corazón contra el hermano o hermana que pretende estar en comunión con los demás hermanos, esto se logra hablando en buenas formas, primeramente con el ofensor, si no hubiere acuerdo, sin entrar en discusiones o peleas, pues a paz nos llamó el Señor, se le pide a dos testigos, no dice que sean hermanos, dice uno o dos personas de testigos, creo que si son hermanos fieles es mucho mejor para no ventilar cuestiones ante los incrédulos, y si no hubiere acuerdo, dice que hay que comunicarlo a la Iglesia, y la Iglesia esta donde está El Señor, pero si ese hermano no oye a la Iglesia, no oye el consejo de los Siervos y de los hermanos, habla que hay que tenerlo por gentil y publicano, podrá congregar, podrá estar dando vueltas en una cosa o la otra pero ya se sabe que entiende mal el Evangelio a no ser que se pare un día y con arrepentimiento sincero manifieste su error, seguirá peligrando aunque tenga asistencia perfecta en la congregación.-
 Pero ahora viene la buena parte, cuando el Señor dijo que donde hubiere dos o tres reunidos en mi Nombre, no se refería a que todas las congregaciones deben ser familiar y no se deban construir casas de oración, Por allí escucho que eso no es lo que predicó Jesús y que no se deberían construir Casas de Oración, personalmente estaría en desacuerdo con el lujo y la pompa, Pero Jesús concurría al Templo donde había muchos y concurría también a la Sinagoga, lugares consagrados, pues en toda localidad debe haber un lugar consagrado, un lugar neutral donde no pase lo que hacía un tal Demetrio que no recibía a los hermanos, solo a los que el creía que podían estar o irregularidades de otra índole, no esta mal el culto familiar cerrado de una familia, no esta mal el Culto familiar abierto a los vecinos, pero este ultimo debe buscar un lugar para construir una Casa de Oración consagrada al Servicio de Culto a Dios en el Nombre de Jesús.-
 Pero hay mas, todavía, puede que en tu congregación sean dos, o tres, hace poco partió un hermano diácono que empezaron con su esposa santos cultos en casa de una familia y luego pudieron adquirir un terreno y con ayuda de la hermandad de otras localidades de nuestra congregación en la zona se construyó un salón pequeño, muchas veces tuvo que realizar el Santo Culto con su esposa solamente, cantaban los himnos, oraban largamente, leían una porción de la Santa Biblia y se volvían a su casa, cuando partió dejó una congregación de mas de cincuenta hermanos con colaboradores, músicos y escuela bíblica y coro para la juventud.-
 Recuerda: "Alli estoy YO..." dice El Señor, muchos andan de acá para allá, buscando en la naturaleza, buscando en ritos y ocultismos, buscando en los astros, muchos andan saltando de congregación a congregación donde hay mas convocatoria, donde hay mas show, muy pocas veces lo encuentran, cuando han olvidado que El Señor está donde hay personas que le aman de puro y limpio corazón, sin rencores, sin envidias, sin raíces de amarguras, allí esta El, estamos en tiempos en que "os dirán: Helo aquí (Mira aquí), o helo allí (Mira allí). No vayáis, ni los sigáis (...) porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros" (Luc.17:21y23).-
 Ahora tu hermano hermana, cuando congregas, sean muchos o pocos en tu congregación, ¿¿vas a buscarle??, ¿¿le encuentras??, en la oración de comunión, antes de empezar, ¿¿sientes su presencia??, cuando el ministro levanta su mano derecha y dice. "En el Sagrado Nombre de nuestro Señor Jesucristo..." ¿¿Estallas en alabanzas, en glorias, en aleluyas??, muchos lo hacen casi en silencio, y dicen que: "los toneles vacíos son los que mas ruido hacen", bueno no me opongo a esa reflexión, pero a nivel personal prefiero, estar o demostrar que estoy vacío para que El me llene, pues no concibo en mi mente una iglesia pentecostal que no sea fervorosa, (con orden y respeto, sin saltos, ni bailes ni extravagancias) pues la carne para nada aprovecha y lo que es nacido de la carne es carne y donde hay carnalidades hay corrupción.
 Así que ya sabemos donde buscarle, tenemos localidades donde hay un muy pequeño grupo de almas, donde se trasladaron quizá un matrimonio para trabajar y están haciendo cultos familiares, si hay dos o tres, allí está El, esa pequeña congregación son los intercesores de esa ciudad, las potestades satánicas lugareñas ya no podrán hacer lo que quieran, habrá un pequeño grupo que hace bajar el cielo a la tierra. Se sabe de una localidad llamada San Carlos de Bariloche, en la Provincia de Rio Negro Argentina, lugar elegido por excelencia para realizar el viaje de fin de curso de los colegios secundario o de la preparatoria como se suele llamar. Allí se plantó la Obra del Señor y fue y sigue siendo muy combatida aquella congregación, pero también hubo una manifestación demoníaca que expresó su disconformidad con aquella Casa de Oración, ufanándose el demonio de que allí habían logrado que muchísimas doncellas habían perdido su virginidad en los hoteles de esa localidad y otras localidades vecinas y que ahora se encontraban resistidos...
 Oh!! hermana, hermano, lo dice Jesús que no miente, donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre allí estoy YO, El nos está diciendo YO NO FALTO AL CULTO, cuantas veces fuiste triste y saliste gozoso, fuiste con necesidad y aunque quizá la necesidad no quedo satisfecha como querías pero si hubo algo en ti que ahora ves aquella necesidad de diferente manera, cuantas veces enfermo y El saco toda dolencia, Jesús resucito, el Vive y se pasea en medio de Su pueblo, ¿eres parte de Su pueblo?, tu me dices amen, bien toma esta palabra y átala a tu cuello como un diamante, que brille en tu pecho, EL ESTA ALLÍ, EL ESTA AQUÍ, no mires los bancos vacíos, mira que EL ESTA ALLÍ y que no viene solo, viene con ángeles.
 En una iglesia pequeña en Coronel Bradsen provincia de Buenos Aires Argentina, El siervo casi solo cantaba los himnos a capela como podía, la congregación un poco mas de tres pero menos de diez seguro, un hermano de otra localidad decidió ir de visita, y como llegó para el primer himno, decidió esperar que termine el himno para entrar al salón, mientras el y su familia esperaban afuera, ellos escuchaban música suave que acompañaba el canto, grande fue la sorpresa de el y su esposa e hijo cuando entraron al ver que no había ningún músico... Te das cuenta hermano, hermana que El esta allí, quizá tu digas hoy miércoles no va nadie, mejor voy el domingo, por que esperar al domingo lo que puedes recibir hoy, ve a la congregación por El y para agradar a El y solo por El y El no te dejará sin bendición, de esa bendición que no permite que entre maldición...
 Padre Santo ayúdanos a saber estas cosas bien profundamente en nuestro corazón, para que sintamos dolor cuando no podemos congregar, y podamos ser mas consecuentes y devotos en nuestro Servicio sabiendo que EL esta EN MEDIO.-





PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL

Libro Quinto de Moisés 
DEUTERONOMIO
                      
Capítulo 1

Moisés recuerda a Israel las promesas de Jehová en Horeb 

Deut.1:1 Estas son las palabras que habló Moisés a todo Israel a este lado del Jordán en el desierto, en el Arabá frente al Mar Rojo, entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot y Dizahab.  
Deut.1:2 Once jornadas hay desde Horeb, camino del monte de Seir, hasta Cades-barnea.  
Deut.1:3 Y aconteció que a los cuarenta años, en el mes undécimo, el primero del mes, Moisés habló a los hijos de Israel conforme a todas las cosas que Jehová le había mandado acerca de ellos,  
Deut.1:4 después que derrotó a Sehón rey de los amorreos, el cual habitaba en Hesbón, y a Og rey de Basán  que habitaba en Astarot en Edrei.  
Deut.1:5 De este lado del Jordán, en tierra de Moab, resolvió Moisés declarar esta ley, diciendo:  
Deut.1:6 Jehová nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Habéis estado bastante tiempo en este monte.  
Deut.1:7 Volveos e id al monte del amorreo y a todas sus comarcas, en el Arabá, en el monte, en los valles, en el Neguev, y junto a la costa del mar, a la tierra del cananeo, y al Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates.  
Deut.1:8 Mirad, yo os he entregado la tierra; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su descendencia después de ellos.  

Nombramiento de jueces  - (Ex.18.13-27) 

Deut.1:9 En aquel tiempo yo os hablé diciendo: Yo solo no puedo llevaros.  
Deut.1:10 Jehová vuestro Dios os ha multiplicado, y he aquí hoy vosotros sois como las estrellas del cielo en multitud.  
Deut.1:11 ¡Jehová Dios de vuestros padres os haga mil veces más de lo que ahora sois, y os bendiga, como os ha prometido!  
Deut.1:12 ¿Cómo llevaré yo solo vuestras molestias, vuestras cargas y vuestros pleitos?  
Deut.1:13 Dadme de entre vosotros, de vuestras tribus, varones sabios y entendidos y expertos, para que yo los ponga por vuestros jefes.  
Deut.1:14 Y me respondisteis y dijisteis: Bueno es hacer lo que has dicho.  
Deut.1:15 Y tomé a los principales de vuestras tribus, varones sabios y expertos, y los puse por jefes sobre vosotros, jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez, y gobernadores de vuestras tribus.  
Deut.1:16 Y entonces mandé a vuestros jueces, diciendo: Oíd entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre el hombre y su hermano, y el extranjero.  
Deut.1:17 No hagáis distinción de persona en el juicio; así al pequeño como al grande oiréis; no tendréis temor de ninguno, porque el juicio es de Dios; y la causa que os fuere difícil, la traeréis a mí, y yo la oiré.  
Deut.1:18 Os mandé, pues, en aquel tiempo, todo lo que habíais de hacer.  



Misión de los doce espías  - (Num. 13.1-33)  

Deut.1:19 Y salidos de Horeb, anduvimos todo aquel grande y terrible desierto que habéis visto, por el camino del monte del amorreo, como Jehová nuestro Dios nos lo mandó; y llegamos hasta Cades- barnea.  
Deut.1:20 Entonces os dije: Habéis llegado al monte del amorreo, el cual Jehová nuestro Dios nos da.  
Deut.1:21 Mira, Jehová tu Dios te ha entregado la tierra; sube y toma posesión de ella, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes.  
Deut.1:22 Y vinisteis a mí todos vosotros, y dijisteis: Enviemos varones delante de nosotros que nos reconozcan la tierra, y a su regreso nos traigan razón del camino por donde hemos de subir, y de las ciudades adonde hemos de llegar.  
Deut.1:23 Y el dicho me pareció bien; y tomé doce varones de entre vosotros, un varón por cada tribu.  
Deut.1:24 Y se encaminaron, y subieron al monte, y llegaron hasta el valle de Escol, y reconocieron la tierra.  
Deut.1:25 Y tomaron en sus manos del fruto del país, y nos lo trajeron, y nos dieron cuenta, y dijeron: Es buena la tierra que Jehová nuestro Dios nos da.  
Deut.1:26 Sin embargo, no quisisteis subir, antes fuisteis rebeldes al mandato de Jehová vuestro Dios;  
Deut.1:27 y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: Porque Jehová nos aborrece, nos ha sacado de tierra de Egipto, para entregarnos en manos del amorreo para destruirnos.  
Deut.1:28 ¿A dónde subiremos? Nuestros hermanos han atemorizado nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; y también vimos allí a los hijos de Anac. 
Deut.1:29 Entonces os dije: No temáis, ni tengáis miedo de ellos.  
Deut.1:30 Jehová vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, él peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto delante de vuestros ojos.  
Deut.1:31 Y en el desierto  has visto que Jehová tu Dios te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta llegar a este lugar.  
Deut.1:32 Y aun con esto no creísteis a Jehová vuestro Dios,  
Deut.1:33 quien iba delante de vosotros por el camino para reconoceros el lugar donde habíais de acampar, con fuego de noche para mostraros el camino por donde anduvieseis, y con nube de día.  

Dios castiga a Israel  - (Nm. 14.20-35)  

Deut.1:34 Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras, y se enojó, y juró diciendo:  
Deut.1:35 No verá hombre alguno de estos, de esta mala generación, la buena tierra que juré que había de dar a vuestros padres,  
Deut.1:36 excepto Caleb hijo de Jefone; él la verá, y a él le daré la tierra que pisó, y a sus hijos; porque ha seguido fielmente a Jehová.  
Deut.1:37 También contra mí se airó Jehová por vosotros, y me dijo: Tampoco tú entrarás allá.  
Deut.1:38 Josué hijo de Nun, el cual te sirve, él entrará allá; anímale, porque él la hará heredar a Israel.  
Deut.1:39 Y vuestros niños, de los cuales dijisteis que servirían de botín, y vuestros hijos que no saben hoy lo bueno ni lo malo, ellos entrarán allá, y a ellos la daré, y ellos la heredarán.  
Deut.1:40 Pero vosotros volveos e id al desierto, camino del Mar Rojo.  

La derrota en Horma  - (Nm. 14.39-45) 

Deut.1:41 Entonces respondisteis y me dijisteis: Hemos pecado contra Jehová; nosotros subiremos y pelearemos, conforme a todo lo que Jehová nuestro Dios nos ha mandado. Y os armasteis cada uno con sus armas de guerra, y os preparasteis para subir al monte.   Deut.1:42 Y Jehová me dijo: Diles: No subáis, ni peleéis, pues no estoy entre vosotros; para que no seáis derrotados por vuestros enemigos.  
Deut.1:43 Y os hablé, y no disteis oído; antes fuisteis rebeldes al mandato de Jehová, y persistiendo con altivez subisteis al monte.  
Deut.1:44 Pero salió a vuestro encuentro el amorreo, que habitaba en aquel monte, y os persiguieron como hacen las avispas, y os derrotaron en Seir, hasta Horma.  
Deut.1:45 Y volvisteis y llorasteis delante de Jehová, pero Jehová no escuchó vuestra voz, ni os prestó oído.  
Deut.1:46 Y estuvisteis en Cades por muchos días, los días que habéis estado allí.  

Capítulo 2

Los años en el desierto  

Deut.2:1 Luego volvimos y salimos al desierto, camino del Mar Rojo, como Jehová me había dicho; y rodeamos el monte de Seir  por mucho tiempo.  
Deut.2:2 Y Jehová me habló, diciendo:  
Deut.2:3 Bastante habéis rodeado este monte; volveos al norte.  
Deut.2:4 Y manda al pueblo, diciendo: Pasando vosotros por el territorio de vuestros hermanos los hijos de Esaú, que habitan en Seir, ellos tendrán miedo de vosotros; mas vosotros guardaos mucho.  
Deut.2:5 No os metáis con ellos, porque no os daré de su tierra ni aun lo que cubre la planta de un pie; porque yo he dado por heredad a Esaú el monte de Seir.  
Deut.2:6 Compraréis de ellos por dinero los alimentos, y comeréis; y también compraréis de ellos el agua, y beberéis;  
Deut.2:7 pues Jehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado.  
Deut.2:8 Y nos alejamos del territorio de nuestros hermanos los hijos de Esaú, que habitaban en Seir, por el camino del Arabá desde Elat y Ezión-geber; y volvimos, y tomamos el camino del desierto de Moab.  
Deut.2:9 Y Jehová me dijo: No molestes a Moab, ni te empeñes con ellos en guerra, porque no te daré posesión de su tierra; porque yo he dado a Ar por heredad a los hijos de Lot.  
Deut.2:10 (Los emitas habitaron en ella antes, pueblo grande y numeroso, y alto como los hijos de Anac.  
Deut.2:11 Por gigantes eran ellos tenidos también, como los hijos de Anac; y los moabitas los llaman emitas.  
Deut.2:12 Y en Seir habitaron antes los horeos, a los cuales echaron los hijos de Esaú; y los arrojaron de su presencia, y habitaron en lugar de ellos, como hizo Israel en la tierra que les dio Jehová por posesión.)  
Deut.2:13 Levantaos ahora, y pasad el arroyo de Zered. Y pasamos el arroyo de Zered.  
Deut.2:14 Y los días que anduvimos de Cades-barnea hasta cuando pasamos el arroyo de Zered fueron treinta y ocho años; hasta que se acabó toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento, como Jehová les había jurado.  
Deut.2:15 Y también la mano de Jehová vino sobre ellos para destruirlos de en medio del campamento, hasta acabarlos.  
Deut.2:16 Y aconteció que después que murieron todos los hombres de guerra de entre el pueblo,  
Deut.2:17 Jehová me habló, diciendo:  
Deut.2:18 Tú pasarás hoy el territorio de Moab, a Ar.  
Deut.2:19 Y cuando te acerques a los hijos de Amón, no los molestes, ni contiendas con ellos; porque no te daré posesión de la tierra de los hijos de Amón, pues a los hijos de Lot la he dado por heredad.  
Deut.2:20 (Por tierra de gigantes fue también ella tenida; habitaron en ella gigantes en otro tiempo, a los cuales los amonitas llamaban zomzomeos;  
Deut.2:21 pueblo grande y numeroso, y alto, como los hijos de Anac; a los cuales Jehová destruyó delante de los amonitas. Estos sucedieron a aquéllos, y habitaron en su lugar,  
Deut.2:22 como hizo Jehová con los hijos de Esaú que habitaban en Seir, delante de los cuales destruyó a los horeos; y ellos sucedieron a éstos, y habitaron en su lugar hasta hoy.  
Deut.2:23 Y a los aveos que habitaban en aldeas hasta Gaza, los caftoreos que salieron de Caftor los destruyeron, y habitaron en su lugar.)  
Deut.2:24 Levantaos, salid, y pasad el arroyo de Arnón; he aquí he entregado en tu mano a Sehón rey de Hesbón, amorreo, y a su tierra; comienza a tomar posesión de ella, y entra en guerra con él.  
Deut.2:25 Hoy comenzaré a poner tu temor y tu espanto sobre los pueblos debajo de todo el cielo, los cuales oirán tu fama, y temblarán y se angustiarán delante de ti. 

Israel derrota a Sehón  - (Num. 21.21-30)  

Deut.2:26 Y envié mensajeros desde el desierto de Cademot a Sehón rey de Hesbón con palabras de paz, diciendo:  
Deut.2:27 Pasaré por tu tierra por el camino; por el camino iré, sin apartarme ni a diestra ni a siniestra.  
Deut.2:28 La comida me venderás por dinero, y comeré; el agua también me darás por dinero, y beberé; solamente pasaré a pie,  
Deut.2:29 como lo hicieron conmigo los hijos de Esaú que habitaban en Seir, y los moabitas que habitaban en Ar; hasta que cruce el Jordán a la tierra que nos da Jehová nuestro Dios.  
Deut.2:30 Mas Sehón rey de Hesbón no quiso que pasásemos por el territorio suyo; porque Jehová tu Dios había endurecido su espíritu, y obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como hasta hoy.  
Deut.2:31 Y me dijo Jehová: He aquí yo he comenzado a entregar delante de ti a Sehón y a su tierra; comienza a tomar posesión de ella para que la heredes.  
Deut.2:32 Y nos salió Sehón al encuentro, él y todo su pueblo, para pelear en Jahaza.  
Deut.2:33 Mas Jehová nuestro Dios lo entregó delante de nosotros; y lo derrotamos a él y a sus hijos, y a todo su pueblo.  
Deut.2:34 Tomamos entonces todas sus ciudades, y destruimos todas las ciudades, hombres, mujeres y niños; no dejamos ninguno.  
Deut.2:35 Solamente tomamos para nosotros los ganados, y los despojos de las ciudades que habíamos tomado.  
Deut.2:36 Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo de Arnón, y la ciudad que está en el valle, hasta Galaad, no hubo ciudad que escapase de nosotros; todas las entregó Jehová nuestro Dios en nuestro poder.  
Deut.2:37 Solamente a la tierra de los hijos de Amón no llegamos; ni a todo lo que está a la orilla del arroyo de Jaboc ni a las ciudades del monte, ni a lugar alguno que Jehová nuestro Dios había prohibido.

No hay comentarios: