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FEBRERO 13

Jn.16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.


"...he vencido al mundo".-

 [Ahora, ¿cuál es este mundo del que habla? Y ¿cómo lo ha vencido? Y ¿qué confianza hay en ese hecho para nosotros? 
 ¿CUÁL  ES  ESTE  MUNDO  AL  QUE  HACE  REFERENCIA?  Casi  no conozco otra palabra que sea usada con tantos sentidos como esta palabra   “mundo”.   Si   buscan   en   sus   Biblias   encontrarán   que   la   palabra  “mundo”  se  usa  con  significados  ampliamente  diferentes,  pues  hay  un  mundo  que  Cristo  hizo,  “En  el  mundo  estaba,  y  el  mundo  por  él  fue  hecho”,  esto  es,  el  mundo  físico.  Hay  un  mundo  que  Dios  amó  de  tal  manera  que  dio  a  Su  Hijo  unigénito  para  que  todo aquel que en Él cree, no se pierda. Hay diversas formas de este significado   favorable.   Luego   hay   un   mundo,   el   mundo   que   se   describe  aquí,  el  mundo  entero  que  “está  bajo  el  maligno”,  un  mundo que no conoce a Cristo pero que está perennemente opuesto a Él: un mundo por el cual Él dice que no ora, y un mundo que no quiere  que  amemos:  “No  améis  al  mundo,  ni  las  cosas  que  están  en  el  mundo”. 
 Sin  adentrarnos  en  estos  diversos  significados  y  matices  de  significado  que  son  muy  abundantes,  digamos  simplemente  que  casi  no  sabemos  cómo  definir  lo  que  aquí  se  quiere  describir  en  un  cierto  número  de  palabras,  aunque  sabemos  muy  bien  cuál  es  el  significado. 
 La  Escritura  no  nos  da  definiciones  sino  que  usa  el  lenguaje  en  una  manera  popular  puesto  que  le  habla  a  la  gente  común. “El mundo” es en gran medida el equivalente a la “simiente de  la  serpiente”. 
 El  mundo quiere decir aquí la representación visible de ese espíritu del mal  que  estaba  en  la  serpiente  y  que  obra  ahora  en  los  hijos  de  desobediencia; es la forma humana de la misma fuerza maléfica con la  que  nuestro  Señor  contendió  cuando  venció  al  demonio;  quiere  decir el poder del mal en la masa no regenerada de la humanidad, la energía  y  el  poder  del  pecado  que  mora  en  esa  porción  del  mundo  que permanece en la muerte y que está bajo el maligno.
 El demonio es  el  dios  de  este  mundo  y  el  príncipe  de  este  mundo,  y  por  tanto,  aquel que es amigo de este mundo es enemigo de Dios. El mundo es lo opuesto de la iglesia. Hay una iglesia que Cristo ha redimido y ha elegido  del  mundo  y  ha  apartado  para  Sí  de  entre  los  hombres  y  de  quienes son renovados por el poder de la gracia divina y dice: “No son del  mundo,  como  tampoco  yo  soy  del  mundo”,  y  también  dice:  “Porque  no  sois  del  mundo,  antes  yo  os  elegí  del  mundo,  por  eso  el  mundo  os  aborrece”. 
 Ahora,  la  parte  de  la  humanidad  que  no  está  incluida dentro de los elegidos, de los redimidos, de los llamados, de los  salvados,  es  llamada  "el  mundo".  De  ellos  dice  nuestro  Señor:  “Padre  justo,  el  mundo  no  te  ha  conocido”;  y  Juan  dice:  “El  mundo  no  nos  conoce,  porque  no  le  conoció  a  él”.  Este  es  el  poder  que  exhibe  una  enemistad  mortal  contra  Cristo  y  contra  Sus  elegidos;  por esto es llamado: “el presente siglo malo”, mientras que del reino de la gracia se dice: “el siglo venidero”.
 Este es el mundo del cual se dice: “Todo lo que es nacido de Dios vence al mundo”.  Ustedes verán que “el mundo” incluye a los propios impíos así como también  a  la  fuerza  del  mal  en  ellos,  pero  los  identifica,  no  como  criaturas  y  ni  siquiera  como  hombres  que  han  pecado,  sino  como  seres   no   regenerados,   carnales   y   rebeldes,   y   por   tanto,   como   personificaciones vivientes de un poder maligno que obra en contra de Dios; y así leemos acerca del “mundo de los impíos”. 
 Tal vez debería agregar que de la existencia de los inconversos y de la prevalencia  del  pecado  en  ellos  han  surgido  ciertas  costumbres,  modas,  máximas,  reglas,  modos,  maneras  y  fuerzas,  y  todas  esas  cosas,  pasan  a  constituir  lo  que  se  llama:  “el  mundo”,  y  hay  ciertos  principios,    deseos,    concupiscencias,    gobiernos    y    poderes    que    también  conforman  una  parte  del  mal  que  es  llamado  “el  mundo”. 
 Jesús  dice:  “Mi  reino  no  es  de  este  mundo”.  Santiago  habla  de  la  necesidad que hay de “guardarse sin mancha del mundo”. Juan dice: “el mundo pasa, y sus deseos”; y Pablo dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos”.  Además,  puedo  decir  que  la  presente  constitución  y  el  arreglo  de  todas  las  cosas  en  esta  condición  caída  pueden  ser  incluidos  en  el  término  “mundo”,  pues  todo  está  sujeto  a  la  vanidad  en  razón  del  pecado, y las cosas no son hoy acordes con el plan original del Altísimo, pues  fueron  diseñadas  para  el  hombre en su inocencia.
 He aquí hay tribulaciones  y  problemas  que  brotan  de  nuestra  propia  existencia  en esta vida de la cual se dice: “en  el  mundo  tendréis  aflicción”.  A  muchos  hijos  de  Dios  les  han  sobrevenido  hambre,  enfermedad,  sufrimiento,  asperezas  y  varias  formas  de  mal  que  no  pertenecen  al  mundo  venidero  ni  al  reino  que  Cristo  ha  establecido,  pero  que  les  sobrevienen  porque  están  en  este  presente  siglo  malo  que  se  ha  vuelto  así  porque  la  raza  humana  ha  caído  bajo  la  maldición  y  la  consecuencia del pecado. 
 Ahora  el  mundo  consiste  en  todos  esos  elementos  tomados  en  su  conjunto, esta gran conglomeración de ruina entre los hombres, este mal  que  mora  por  aquí  y  por  allá  y  por  todas  partes  adonde  los  hombres han sido esparcidos. Eso es lo que llamamos mundo. Cada uno de nosotros sabe lo que es pero nos resulta difícil explicarlo a los demás,  y  tal  vez  mientras  lo  explico  estoy  más  bien  confundiendo  que  orientando. 
 Ustedes  saben  precisamente  qué  es  el  mundo  para  algunos de ustedes: no es más que su propia familia pequeña, como forma externa, pero es mucho más en cuanto a influencia. Su mundo real  podría  estar  confinado  a  su  propia  casa,  pero  los  mismos  principios  que  entran  en  el  círculo  doméstico  invaden  reinos  y  estados. 
 Para  otros  el  mundo  tiene  una  amplia  extensión  ya  que  necesariamente  se  encuentran  con  hombres  impíos  en  los  negocios,  y  tienen  que  hacerlo  a  menos  que  salgan  completamente  fuera  del  mundo, lo cual no es parte del plan de nuestro Señor, pues Él dice: “no  ruego  que  los  quites  del  mundo”.  Para  algunos  que  miran  a  la  masa  entera  de  la  humanidad  y  que  son  llamados  a  considerar  cuidadosamente  a  todos,  porque  tienen  que  ser  mensajeros  de  Dios  para  ellos,  las  tendencias  y  las  inclinaciones  de  la  mente  humana  hacia  lo  que  es  malo,  y  el  espíritu  de  las  acciones  de  los  hombres  realizadas en contra de Dios en todas  las  naciones  y  épocas,  todas  estas  cosas  entran  a  formar  parte  del  “mundo”  para  ellos. 
 Pero,  sea  como sea, es algo de lo que seguramente  provendrá  en  tribulación  para  nosotros,  según  nos  dice  Cristo.  Pudiera  venir  en  la  forma  de  una  tribulación  temporal,  de  alguna  forma  u  otra;  pudiera  venir  en  la forma de una tentación que se posará sobre nosotros proveniente de  nuestros  semejantes;  pudiera  venir  en  la  forma  de  persecución,  en mayor o menor medida, según nuestra posición; pero vendrá. “En el mundo tendréis aflicción”.
 Somos forasteros en un país enemigo y la  gente  de  la  tierra  en  la  que  permanecemos  no  es  amiga  nuestra  y  no  nos  ayudará  en  nuestro  peregrinaje  al  cielo.  Todos  los  seres  humanos  creyentes espirituales  en  el  mundo  son  amigos  nuestros,  pero  por  otra parte, al igual que nosotros, están en el mundo pero no son del mundo. 
 Del  reino  de  este  mundo  del  que  Satanás  es  señor,  tenemos  que esperar una fiera oposición contra la que tenemos que contender hasta llegar a la victoria si hemos de entrar en el reposo eterno]. (Seleccionado y adaptado del Sermón N° 1327 de C.H.Spurgeon del 03/12/1876 - Traducido por Allan Norman)
 Por todo esto, también es importante que "el mundo" (costumbres, modas, actitudes, vanidades, desnudeces y palabrerías) no entren en las congregaciones, porque el Espíritu Santo no convive con el espíritu del mundo, por lo cual nos queda esta promesa de paz que nos da el mismo Señor, "...confiad, yo he vencido al mundo...".-
 Padre amado ayúdanos por amor de tu Santo Hijo Jesucristo en el poder del Espíritu Santo, Amen y amen.-





PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 3

Censo y deberes de los levitas  

Num.3:1 Estos son los descendientes de Aarón y de Moisés, en el día en que Jehová habló a Moisés en el monte de Sinaí.  
Num.3:2 Y estos son los nombres de los hijos de Aarón: Nadab el primogénito, Abiú, Eleazar e Itamar. 
Num.3:3 Estos son los nombres de los hijos de Aarón, sacerdotes ungidos, a los cuales consagró para ejercer el sacerdocio. 
Num.3:4 Pero Nadab y Abiú murieron delante de Jehová cuando ofrecieron fuego extraño delante de Jehová   en el desierto de Sinaí; y no tuvieron hijos; y Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio delante de Aarón su padre.  
Num.3:5 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:  
Num.3:6 Haz que se acerque la tribu de Leví, y hazla estar delante del sacerdote Aarón, para que le sirvan,  
Num.3:7 y desempeñen el encargo de él, y el encargo de toda la congregación delante del tabernáculo de reunión para servir en el ministerio del tabernáculo;  
Num.3:8 y guarden todos los utensilios del tabernáculo de reunión, y todo lo encargado a ellos por los hijos de Israel, y ministren en el servicio del tabernáculo.  
Num.3:9 Y darás los levitas a Aarón y a sus hijos; le son enteramente dados de entre los hijos de Israel.  
Num.3:10 Y constituirás a Aarón y a sus hijos para que ejerzan su sacerdocio; y el extraño que se acercare, morirá.  
Num.3:11 Habló además Jehová a Moisés, diciendo:  
Num.3:12 He aquí, yo he tomado a los levitas de entre los hijos de Israel en lugar de todos los primogénitos, los primeros nacidos entre los hijos de Israel; serán, pues, míos los levitas.  
Num.3:13 Porque mío es todo primogénito; desde el día en que yo hice morir a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, santifiqué para mí a todos los primogénitos en Israel, así de hombres como de animales; míos serán. Yo Jehová.  
Num.3:14 Y Jehová habló a Moisés en el desierto de Sinaí, diciendo:  
Num.3:15 Cuenta los hijos de Leví según las casas de sus padres, por sus familias; contarás todos los varones de un mes arriba.  
Num.3:16 Y Moisés los contó conforme a la palabra de Jehová, como le fue mandado.  
Num.3:17 Los hijos de Leví fueron estos por sus nombres: Gersón, Coat y Merari.  
Num.3:18 Y los nombres de los hijos de Gersón por sus familias son estos: Libni y Simei.  
Num.3:19 Los hijos de Coat por sus familias son: Amram, Izhar, Hebrón y Uziel.  
Num.3:20 Y los hijos de Merari por sus familias: Mahli y Musi. Estas son las familias de Leví, según las casas de sus padres.  
Num.3:21 De Gersón era la familia de Libni y la de Simei; estas son las familias de Gersón.  
Num.3:22 Los contados de ellos conforme a la cuenta de todos los varones de un mes arriba, los contados de ellos fueron siete mil quinientos.  
Num.3:23 Las familias de Gersón acamparán a espaldas del tabernáculo, al occidente;  
Num.3:24 y el jefe del linaje de los gersonitas, Eliasaf hijo de Lael.  
Num.3:25 A cargo de los hijos de Gersón, en el tabernáculo de reunión, estarán el tabernáculo, la tienda y su cubierta, la cortina de la puerta del tabernáculo de reunión,  
Num.3:26 las cortinas del atrio, y la cortina de la puerta del atrio, que está junto al tabernáculo y junto al altar alrededor; asimismo sus cuerdas para todo su servicio.  
Num.3:27 De Coat eran la familia de los amramitas, la familia de los izharitas, la familia de los hebronitas y la familia de los uzielitas; estas son las familias coatitas.  
Num.3:28 El número de todos los varones de un mes arriba era ocho mil seiscientos, que tenían la guarda del santuario.  
Num.3:29 Las familias de los hijos de Coat acamparán al lado del tabernáculo, al sur;  
Num.3:30 y el jefe del linaje de las familias de Coat, Elizafán hijo de Uziel.  
Num.3:31 A cargo de ellos estarán el arca, la mesa, el candelero, los altares, los utensilios del santuario con que ministran, y el velo con todo su servicio.  
Num.3:32 Y el principal de los jefes de los levitas será Eleazar hijo del sacerdote Aarón, jefe de los que tienen la guarda del santuario.  
Num.3:33 De Merari era la familia de los mahlitas y la familia de los musitas; estas son las familias de Merari.  
Num.3:34 Los contados de ellos conforme al número de todos los varones de un mes arriba fueron seis mil doscientos.  
Num.3:35 Y el jefe de la casa del linaje de Merari, Zuriel hijo de Abihail; acamparán al lado del tabernáculo, al norte.  
Num.3:36 A cargo de los hijos de Merari estará la custodia de las tablas del tabernáculo, sus barras, sus columnas, sus basas y todos sus enseres, con todo su servicio;  
Num.3:37 y las columnas alrededor del atrio, sus basas, sus estacas y sus cuerdas.  
Num.3:38 Los que acamparán delante del tabernáculo al oriente, delante del tabernáculo de reunión al este, serán Moisés y Aarón y sus hijos, teniendo la guarda del santuario en lugar de los hijos de Israel; y el extraño que se acercare, morirá.  
Num.3:39 Todos los contados de los levitas, que Moisés y Aarón conforme a la palabra de Jehová contaron por sus familias, todos los varones de un mes arriba, fueron veintidós mil.  

Rescate de los primogénitos  

Num.3:40 Y Jehová dijo a Moisés: Cuenta todos los primogénitos varones de los hijos de Israel de un mes arriba, y cuéntalos por sus nombres.  
Num.3:41 Y tomarás a los levitas para mí en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel, y los animales de los levitas en lugar de todos los primogénitos de los animales de los hijos de Israel. Yo Jehová.  
Num.3:42 Contó Moisés, como Jehová le mandó, todos los primogénitos de los hijos de Israel.  
Num.3:43 Y todos los primogénitos varones, conforme al número de sus nombres, de un mes arriba, fueron veintidós mil doscientos setenta y tres.  
Num.3:44 Luego habló Jehová a Moisés, diciendo:  
Num.3:45 Toma los levitas en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel, y los animales de los levitas en lugar de sus animales; y los levitas serán míos. Yo Jehová.  
Num.3:46 Y para el rescate de los doscientos setenta y tres de los primogénitos de los hijos de Israel, que exceden a los levitas,  
Num.3:47 tomarás cinco siclos  por cabeza; conforme al siclo del santuario los tomarás. El siclo tiene veinte geras.  
Num.3:48 Y darás a Aarón y a sus hijos el dinero del rescate de los que exceden.  
Num.3:49 Tomó, pues, Moisés el dinero del rescate de los que excedían el número de los redimidos por los levitas,  
Num.3:50 y recibió de los primogénitos de los hijos de Israel, en dinero, mil trescientos sesenta y cinco siclos, conforme al siclo del santuario.  
Num.3:51 Y Moisés dio el dinero de los rescates a Aarón y a sus hijos, conforme a la palabra de Jehová, según lo que Jehová había mandado a Moisés.  

Capítulo 4 

Tareas de los levitas 

Num.4:1 Habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo:  
Num.4:2 Toma la cuenta de los hijos de Coat de entre los hijos de Leví, por sus familias, según las casas de sus padres,  
Num.4:3 de edad de treinta años arriba hasta cincuenta años, todos los que entran en compañía para servir en el tabernáculo de reunión. 
Num.4:4 El oficio de los hijos de Coat en el tabernáculo de reunión, en el lugar santísimo, será este:  
Num.4:5 Cuando haya de mudarse el campamento, vendrán Aarón y sus hijos y desarmarán el velo de la tienda, y cubrirán con él el arca del testimonio;  
Num.4:6 y pondrán sobre ella la cubierta de pieles de tejones, y extenderán encima un paño todo de azul, y le pondrán sus varas.  
Num.4:7 Sobre la mesa de la proposición extenderán un paño azul, y pondrán sobre ella las escudillas, las cucharas, las copas y los tazones para libar; y el pan continuo estará sobre ella.  
Num.4:8 Y extenderán sobre ella un paño carmesí, y lo cubrirán con la cubierta de pieles de tejones; y le pondrán sus varas.  
Num.4:9 Tomarán un paño azul y cubrirán el candelero del alumbrado, sus lamparillas, sus despabiladeras, sus platillos, y todos sus utensilios del aceite con que se sirve;  
Num.4:10 y lo pondrán con todos sus utensilios en una cubierta de pieles de tejones, y lo colocarán sobre unas parihuelas.  
Num.4:11 Sobre el altar de oro extenderán un paño azul, y lo cubrirán con la cubierta de pieles de tejones, y le pondrán sus varas.  
Num.4:12 Y tomarán todos los utensilios del servicio de que hacen uso en el santuario, y los pondrán en un paño azul, y los cubrirán con una cubierta de pieles de tejones, y los colocarán sobre unas parihuelas.  
Num.4:13 Quitarán la ceniza del altar, y extenderán sobre él un paño de púrpura;  
Num.4:14 y pondrán sobre él todos sus instrumentos de que se sirve: las paletas, los garfios, los braseros y los tazones, todos los utensilios del altar; y extenderán sobre él la cubierta de pieles de tejones, y le pondrán además las varas;  
Num.4:15 Y cuando acaben Aarón y sus hijos de cubrir el santuario y todos los utensilios del santuario, cuando haya de mudarse el campamento, vendrán después de ello los hijos de Coat para llevarlos; pero no tocarán cosa santa, no sea que mueran. Estas serán las cargas de los hijos de Coat en el tabernáculo de reunión.  
Num.4:16 Pero a cargo de Eleazar hijo del sacerdote Aarón estará el aceite del alumbrado, el incienso aromático, la ofrenda continua y el aceite de la unción; el cargo de todo el tabernáculo y de todo lo que está en él, del santuario y de sus utensilios.  
Num.4:17 Habló también Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo:  
Num.4:18 No haréis que perezca la tribu de las familias de Coat de entre los levitas. 
Num.4:19 Para que cuando se acerquen al lugar santísimo vivan, y no mueran, haréis con ellos esto: Aarón y sus hijos vendrán y los pondrán a cada uno en su oficio y en su cargo.  
Num.4:20 No entrarán para ver cuando cubran las cosas santas, porque morirán.  
Num.4:21 Además habló Jehová a Moisés, diciendo:  
Num.4:22 Toma también el número de los hijos de Gersón según las casas de sus padres, por sus familias.  
Num.4:23 De edad de treinta años arriba hasta cincuenta años los contarás; todos los que entran en compañía para servir en el tabernáculo de reunión.  
Num.4:24 Este será el oficio de las familias de Gersón, para ministrar y para llevar:  
Num.4:25 Llevarán las cortinas del tabernáculo, el tabernáculo de reunión, su cubierta, la cubierta de pieles de tejones que está encima de él, la cortina de la puerta del tabernáculo de reunión, 
Num.4:26 las cortinas del atrio, la cortina de la puerta del atrio, que está cerca del tabernáculo y cerca del altar alrededor, sus cuerdas, y todos los instrumentos de su servicio y todo lo que será hecho para ellos; así servirán.  
Num.4:27 Según la orden de Aarón y de sus hijos será todo el ministerio de los hijos de Gersón en todos sus cargos, y en todo su servicio; y les encomendaréis en guarda todos sus cargos.  
Num.4:28 Este es el servicio de las familias de los hijos de Gersón en el tabernáculo de reunión; y el cargo de ellos estará bajo la dirección de Itamar hijo del sacerdote Aarón.  
Num.4:29 Contarás los hijos de Merari por sus familias, según las casas de sus padres.  
Num.4:30 Desde el de edad de treinta años arriba hasta el de cincuenta años los contarás; todos los que entran en compañía para servir en el tabernáculo de reunión.  
Num.4:31 Este será el deber de su cargo para todo su servicio en el tabernáculo de reunión: las tablas del tabernáculo, sus barras, sus columnas y sus basas,  
Num.4:32 las columnas del atrio alrededor y sus basas, sus estacas y sus cuerdas, con todos sus instrumentos y todo su servicio; y consignarás por sus nombres todos los utensilios que ellos tienen que transportar.  
Num.4:33 Este será el servicio de las familias de los hijos de Merari para todo su ministerio en el tabernáculo de reunión, bajo la dirección de Itamar hijo del sacerdote Aarón.  
Num.4:34 Moisés, pues, y Aarón, y los jefes de la congregación, contaron a los hijos de Coat por sus familias y según las casas de sus padres,  
Num.4:35 desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años; todos los que entran en compañía para ministrar en el tabernáculo de reunión.  
Num.4:36 Y fueron los contados de ellos por sus familias, dos mil setecientos cincuenta.  
Num.4:37 Estos fueron los contados de las familias de Coat, todos los que ministran en el tabernáculo de reunión, los cuales contaron Moisés y Aarón, como lo mandó Jehová por medio de Moisés.  
Num.4:38 Y los contados de los hijos de Gersón por sus familias, según las casas de sus padres,  
Num.4:39 desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entran en compañía para ministrar en el tabernáculo de reunión;  
Num.4:40 los contados de ellos por sus familias, según las casas de sus padres, fueron dos mil seiscientos treinta.  
Num.4:41 Estos son los contados de las familias de los hijos de Gersón, todos los que ministran en el tabernáculo de reunión, los cuales contaron Moisés y Aarón por mandato de Jehová.  
Num.4:42 Y los contados de las familias de los hijos de Merari, por sus familias, según las casas de sus padres,  
Num.4:43 desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entran en compañía para ministrar en el tabernáculo de reunión;  
Num.4:44 los contados de ellos, por sus familias, fueron tres mil doscientos.  
Num.4:45 Estos fueron los contados de las familias de los hijos de Merari, los cuales contaron Moisés y Aarón, según lo mandó Jehová por medio de Moisés.  
Num.4:46 Todos los contados de los levitas que Moisés y Aarón y los jefes de Israel contaron por sus familias, y según las casas de sus padres,  
Num.4:47 desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entraban para ministrar en el servicio y tener cargo de obra en el tabernáculo de reunión,  
Num.4:48 los contados de ellos fueron ocho mil quinientos ochenta.  
Num.4:49 Como lo mandó Jehová por medio de Moisés fueron contados, cada uno según su oficio y según su cargo; los cuales contó él, como le fue mandado.  

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