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FEBRERO 17

Jn.8:12 Otra vez Jesús les habló, diciendo:Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.



LA LUZ DE LA VIDA,


 El mundo está sumergido en tinieblas afuera de Cristo el hombre no sabe ni de donde viene ni adonde va, la vida no tiene sentido y lógicamente llevaría a la desesperanza y al suicidio.-
 Al revelarnos el amor del Dios santo, Jesucristo dio a la vida un sentido y un objeto.- El es, pues, la luz que alumbra la vida (o la existencia) y que otorga o da o mejor dicho derrama la verdadera vida,
Veamos los siguientes versiculos:
Jn.7:37 y 38 “En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”.-
“El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”.-
Mal.4:2 “Más a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada”.-
1 Jn.1:1 y 2 “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida”.-
“(porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó);”.-
1 Jn.5:11-13 “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo”.-
“El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida”.-
“Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios”.-
 Lo importante para una clara visión, no es principalmente la inteligencia, sino la obediencia y la humildad: el que me sigue, dice el Señor Jesús:
Jn.7:17 “El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta”.-
O sea el que llena esa única condición verá bastante claro para bien vivir y bien morir,
El Sal.17:1 dice: “Oye, oh Señor Dios, una causa justa; está atento a mi clamor. Escucha mi oración hecha de labios sin engaño”.-
Is.50:10 “¿Quién haya entre vosotros que teme a El Señor Dios, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de El Señor Dios, y apóyese en su Dios”.-
Prov.4:18 “Más la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto”.-
Ecl.11:7 “Suave ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol;”.-
¿Qué significa servirle entonces? Ante todo; tener abierto los ojos: ¿De que sirve la luz a quién se tapa los ojos?.-
Mat.6:22 y 23 “La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;”.-
“pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?”.-
Y luego obedecer y/o actuar conforme a las luces recibidas,
Mat.13:12 “Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aún lo que tiene le será quitado”.-
Sal.97:11 “Luz está sembrada para el justo, y alegría para los rectos de corazón”.-
Sal.112:4 “Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; Es clemente, misericordioso y justo”.-
1 Jn.1:7 “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”.-
Jesús es pues la luz, única y suficiente, comparable al sol, mientras los demás luminares del mundo no pueden alumbrar, así como la luna, sino solo en la medida que reflejan el resplandor de este Sol.-
Y dijo Dios, sea la luz y vio Dios que la luz era buena..."
Jesús es pues aquella luz verdadera que alumbra a todo hombre, por lo tanto clamamos, Señor ayúdanos a caminar siempre en tu luz, pues en tu luz veremos la Luz Amen y amen.-





PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL

Capítulo 11 

Jehová envía codornices  

Num.11:1 Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento.  
Num.11:2 Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se extinguió.  
Num.11:3 Y llamó a aquel lugar Tabera, porque el fuego de Jehová se encendió en ellos.  
Num.11:4 Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne!  
Num.11:5 Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos;  
Num.11:6 y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos.  
Num.11:7 Y era el maná como semilla de culantro, y su color como color de bedelio.  
Num.11:8 El pueblo se esparcía y lo recogía, y lo molía en molinos o lo majaba en morteros, y lo cocía en caldera o hacía de él tortas; su sabor era como sabor de aceite nuevo.  
Num.11:9 Y cuando descendía el rocío sobre el campamento de noche, el maná descendía sobre él.  
Num.11:10 Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y la ira de Jehová se encendió en gran manera; también le pareció mal a Moisés.  
Num.11:11 Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?  
Num.11:12 ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres?  
Num.11:13 ¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que comamos.  
Num.11:14 No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía.  
Num.11:15 Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.  
Num.11:16 Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo.  
Num.11:17 Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.  
Num.11:18 Pero al pueblo dirás: Santificaos para mañana, y comeréis carne; porque habéis llorado en oídos de Jehová, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne! ¡Ciertamente mejor nos iba en Egipto! Jehová, pues, os dará carne, y comeréis.  
Num.11:19 No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días,  
Num.11:20 sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices, y la aborrezcáis, por cuanto menospreciasteis a Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?  
Num.11:21 Entonces dijo Moisés: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy; ¡y tú dices: Les daré carne, y comerán un mes entero!  
Num.11:22 ¿Se degollarán para ellos ovejas y bueyes que les basten? ¿o se juntarán para ellos todos los peces del mar para que tengan abasto?  
Num.11:23 Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no.  
Num.11:24 Y salió Moisés y dijo al pueblo las palabras de Jehová; y reunió a los setenta varones de los ancianos del pueblo, y los hizo estar alrededor del tabernáculo.  
Num.11:25 Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron.  
Num.11:26 Y habían quedado en el campamento dos varones, llamados el uno Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban éstos entre los inscritos, pero no habían venido al tabernáculo; y profetizaron en el campamento.  
Num.11:27 Y corrió un joven y dio aviso a Moisés, y dijo: Eldad y Medad profetizan en el campamento.  
Num.11:28 Entonces respondió Josué hijo de Nun, ayudante de Moisés, uno de sus jóvenes, y dijo: Señor mío Moisés, impídelos.  
Num.11:29 Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos.  
Num.11:30 Y Moisés volvió al campamento, él y los ancianos de Israel.  
Num.11:31 Y vino un viento de Jehová, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado, y un día de camino al otro, alrededor del campamento, y casi dos codos  sobre la faz de la tierra. 
Num.11:32 Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquel día y toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron codornices; el que menos, recogió diez montones; y las tendieron para sí a lo largo alrededor del campamento.  
Num.11:33 Aún estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuese masticada, cuando la ira de Jehová se encendió en el pueblo, e hirió Jehová al pueblo con una plaga muy grande.  
Num.11:34 Y llamó el nombre de aquel lugar Kibrot-hataava, por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso.  
Num.11:35 De Kibrot-hataava partió el pueblo a Hazerot, y se quedó en Hazerot.  

Capítulo 12

María y Aarón murmuran contra Moisés  

Num.12:1 María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita.  
Num.12:2 Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová.  
Num.12:3 Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.  
Num.12:4 Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a María: Salid vosotros tres al tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres.  
Num.12:5 Entonces Jehová descendió en la columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María; y salieron ambos. 
Num.12:6 Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él.  
Num.12:7 No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa.  
Num.12:8 Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?  
Num.12:9 Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se fue.  
Num.12:10 Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa.  
Num.12:11 Y dijo Aarón a Moisés: ¡Ah! señor mío, no pongas ahora sobre nosotros este pecado; porque locamente hemos actuado, y hemos pecado.  
Num.12:12 No quede ella ahora como el que nace muerto, que al salir del vientre de su madre, tiene ya medio consumida su carne.  
Num.12:13 Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora.  
Num.12:14 Respondió Jehová a Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su rostro, ¿no se avergonzaría por siete días? Sea echada fuera del campamento por siete días, y después volverá a la congregación.  
Num.12:15 Así María fue echada del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se reunió María con ellos.  
Num.12:16 Después el pueblo partió de Hazerot, y acamparon en el desierto de Parán.  

Capítulo 13 

Misión de los doce espías    (Dt. 1.19-33)  

Num.13:1 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:  
Num.13:2 Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos.  
Num.13:3 Y Moisés los envió desde el desierto de Parán, conforme a la palabra de Jehová; y todos aquellos varones eran príncipes de los hijos de Israel.  
Num.13:4 Estos son sus nombres: De la tribu de Rubén, Samúa hijo de Zacur.  
Num.13:5 De la tribu de Simeón, Safat hijo de Horí.  
Num.13:6 De la tribu de Judá, Caleb hijo de Jefone.  
Num.13:7 De la tribu de Isacar, Igal hijo de José.  
Num.13:8 De la tribu de Efraín, Oseas hijo de Nun.  
Num.13:9 De la tribu de Benjamín, Palti hijo de Rafú.  
Num.13:10 De la tribu de Zabulón, Gadiel hijo de Sodi.  
Num.13:11 De la tribu de José: de la tribu de Manasés, Gadi hijo de Susi.  
Num.13:12 De la tribu de Dan, Amiel hijo de Gemali.  
Num.13:13 De la tribu de Aser, Setur hijo de Micael.  
Num.13:14 De la tribu de Neftalí, Nahbi hijo de Vapsi. 
Num.13:15 De la tribu de Gad, Geuel hijo de Maqui.  
Num.13:16 Estos son los nombres de los varones que Moisés envió a reconocer la tierra; y a Oseas hijo de Nun le puso Moisés el nombre de Josué.  
Num.13:17 Los envió, pues, Moisés a reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: Subid de aquí al Neguev, y subid al monte,  
Num.13:18 y observad la tierra cómo es, y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso;  
Num.13:19 cómo es la tierra habitada, si es buena o mala; y cómo son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas;  
Num.13:20 y cómo es el terreno, si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no; y esforzaos, y tomad del fruto del país. Y era el tiempo de las primeras uvas.  
Num.13:21 Y ellos subieron, y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, entrando en Hamat.  
Num.13:22 Y subieron al Neguev y vinieron hasta Hebrón; y allí estaban Ahimán, Sesai y Talmai, hijos de Anac. Hebrón fue edificada siete años antes de Zoán en Egipto.  
Num.13:23 Y llegaron hasta el arroyo de Escol, y de allí cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual trajeron dos en un palo, y de las granadas y de los higos.  
Num.13:24 Y se llamó aquel lugar el Valle de Escol, por el racimo que cortaron de allí los hijos de Israel.  
Num.13:25 Y volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta días.  
Num.13:26 Y anduvieron y vinieron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades, y dieron la información a ellos y a toda la congregación, y les mostraron el fruto de la tierra.  
Num.13:27 Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella.  
Num.13:28 Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac.  
Num.13:29 Amalec habita el Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar, y a la ribera del Jordán.  
Num.13:30 Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos.  
Num.13:31 Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.  
Num.13:32 Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura.  
Num.13:33 También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos. 

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