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FEBRERO 20

Jn.8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres


El Gran Libertador de todo el mundo

 Hay quienes aseguran que la maldición de Cam a Canaan en Gen. 9:25 cayo sobre las razas de piel oscura, personalmente creo que es mas amplia la esclavitud uniendo a todas las razas.- En Estados Unidos todavía quedan recuerdos de aquellos años en que su economía se basaba en la cantidad de esclavos que había, al igual que en varias zonas que incluía al imperio Romano.
 Se cuenta que Abraham Lincoln, cuando en Nueva Orleáns vio en un mercado de esclavos la separación de familias, los hijos de sus padres, el quebranto de los pobres negros era tanto que lo tocó en el corazón, y se prometió a sí mismo que si alguna vez llegaba al poder iba a dar un golpe a ese miserable estado de cosas.
 Al golpe lo dio, pero la guerra civil que se suscitó costó la vida a millares de personas y más tarde él mismo murió víctima de esa guerra civil.
 Ahora, ¿Ha terminado la esclavitud? Sólo en parte. Abolida según las leyes, permanece en muchos lugares en formas menos brutales; pero persiste en las condiciones económicas y en el embrutecimiento de las clases, algunas sometidas, como degradadas, y otras habituadas a avasallar y se desarrollan llenas de orgullo. A más de eso no faltan en todos los países los que especulan con el vicio y con las desgracias, los traficantes de blancas y negras ¿Cómo ha acontecido todo eso? ¿Qué culpa han tenido tantos infelices? ¿Qué culpas tienen ellos de la acción de Cam, segundo hijo de Noé? ¿Por qué fue maldecido Cam en su hijo Canaán? “Maldito sea Canaán, siervo de siervos será a sus hermanos” (Génesis 9:25). ¿Qué le incumbía al hijo, y menos a su descendencia, puesto que al mal lo había hecho Cam y no Canaán?
 La excusa de que Canaán se rió cuando el padre se refería a lo sucedido es pobre y carece de fundamento escritural. No faltan las variadas explicaciones teológicas sobre el tema, pero dejan un vacío en el alma. No existe explicación, salvo una, sola: Y es leer bajo este título de “esclavo” la vida de Otro que también es Hijo. Hijo de Dios e Hijo de Hombre, heredero de todo el bien destinado a la creación, es a saber, lo que había sido prometido en aquel “Bueno en gran manera”, y como Hijo del Hombre, heredero de todos los afanes y miserias humanas. A primera vista no parece que El haya sido el siervo que ha acumulado sobre sí y llevado todas las servidumbres. El que lee superficialmente la vida de Jesús no se convence enseguida de que El haya sido el esclavo (no uno de los esclavos, sino EL ESCLAVO).
 La vida de pobreza, el fin ignominioso de la cruz, hacen pensar en la servidumbre. Aquella escena postrera lavando los pies de los discípulos, nos dan la idea del esclavo pero no bastan, por si solas, para hacer de El, el siervo excepcional. El acto de lavar los pies se verificó una sola vez y puede explicarse como un ejemplo de humildad y no seria difícil imitar el hecho externo aun por alguien que no sea humilde de corazón. La pasión y muerte de cruz, por más ignominiosa y cruel que haya sido, no carece de ejemplos. La humanidad ha tenido verdugos y mártires en todos los tiempos. Es menester por lo tanto, también aquí, buscar respuesta en el terreno invisible. Entonces se hará claro que ha habido y hay todavía esclavos y que ha habido muchos crucificados; pero que en un sentido, realmente, ha habido únicamente Un Crucificado y Un Solo Esclavo.
 Y ese mismo es el que se levantó a leer como esta escrito en Luc.4:18 y 19 "El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
        A predicar el año agradable del Señor.
 Ese es nuestro Libertador, que descendió a lo mas bajo como Siervo de Siervos y luego "Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad (Ef.4:8), ningún Libertador como El.
 Hace muy pocos días hablaba con una joven de 23 años, que se tomo la vida de un sorbo, con una hija pequeñita, ella sola en vicios de tabaco, alcohol y drogas y todo lo que se puede uno imaginar quizá se quede corto, cuando ella misma dice "que hacía cosas muy malas", ahora esta dando testimonio de que de buenas a primeras, algo tocó su corazón, empezó a dejar los vicios y a buscar las cosas de Dios, ¡¿Quien liberta así?!, solo El el Hijo del Hombre, sii, El puede porque nació como el mas pobre para que el mas pobre alcance la Gracia, murió como el peor de los criminales para que el peor de los criminales pueda llegar a ser heredero del cielo,
 Hubo uno que pudo verle clavado y desangrándose, pero creyó en ese Hijo del Hombre en su terrible debilidad, tiritando de dolor, cuando le vio así, pudo no obstante vislumbrar la fortaleza de alguien que podía ayudarlo, reconoció que como ladrón merecía la culpa y el castigo y le dijo como si fuese el ultimo recurso "¡Acuérdate de mi cuando vengas en tu reino...!!" Jesús le respondió, SI, le respondió, su corona de espinas, sus pies y manos traspasados, su espalda hecha girones, no le impidieron dar una respuesta, ¡Y que respuesta! así también ahora ninguno que reconozca su pecado y clame al Libertador, quedará sin respuesta. El Libertador le dijo: "De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso [de Dios]" (Luc.23:42). Como si le dijera, Yo estoy ahora enfrentado las espadas de fuego para que tu tengas acceso al árbol de la vida, de aquel paraíso del que fue expulsado el primer hombre, Cristo el gran Libertador de nuestras almas, es el único que puede libertarnos de los grandes problemas de fondo que aquejan nuestra existencia, Gloria a su santo Nombre!!!.-
 Señor amado, tu que eres del carácter del cordero para con tu pueblo y eres el Leon de la tribu de Juda para derrotar a nuestros opresores, dame la gracia de considerar la obra de liberación que haces en nuestras vidas para amarte y valorarte siempre, lo pido por la gloria de tu nombre en mi vida y por la eternidad juntos amen y amen.-

Quisiera compartir un salmo que viene al tema:

Sal.18:1 Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.
Sal.18:2 Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Sal.18:3 Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado,
Y seré salvo de mis enemigos.
Sal.18:4 Me rodearon ligaduras de muerte,
Y torrentes de perversidad me atemorizaron.
Sal.18:5 Ligaduras del Seol me rodearon,
Me tendieron lazos de muerte.
Sal.18:6 En mi angustia invoqué a Jehová,
Y clamé a mi Dios.
El oyó mi voz desde su templo,
Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.
Sal.18:7 La tierra fue conmovida y tembló;
Se conmovieron los cimientos de los montes,
Y se estremecieron, porque se indignó él.
Sal.18:8 Humo subió de su nariz,
Y de su boca fuego consumidor;
Carbones fueron por él encendidos.
Sal.18:9 Inclinó los cielos, y descendió;
Y había densas tinieblas debajo de sus pies.
Sal.18:10 Cabalgó sobre un querubín, y voló;
Voló sobre las alas del viento.
Sal.18:11 Puso tinieblas por su escondedero, por cortina suya alrededor de sí;
Oscuridad de aguas, nubes de los cielos.
Sal.18:12 Por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron;
Granizo y carbones ardientes.
Sal.18:13 Tronó en los cielos Jehová,
Y el Altísimo dio su voz;
Granizo y carbones de fuego.
Sal.18:14 Envió sus saetas, y los dispersó;
Lanzó relámpagos, y los destruyó.
Sal.18:15 Entonces aparecieron los abismos de las aguas,
Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo,
A tu reprensión, oh Jehová,
Por el soplo del aliento de tu nariz.
Sal.18:16 Envió desde lo alto; me tomó,
Me sacó de las muchas aguas.
Sal.18:17 Me libró de mi poderoso enemigo,
Y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo.
Sal.18:18 Me asaltaron en el día de mi quebranto,
Mas Jehová fue mi apoyo.
Sal.18:19 Me sacó a lugar espacioso;
Me libró, porque se agradó de mí.
Sal.18:20 Jehová me ha premiado conforme a mi justicia;
Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.
Sal.18:21 Porque yo he guardado los caminos de Jehová,
Y no me aparté impíamente de mi Dios.
Sal.18:22 Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí,
Y no me he apartado de sus estatutos.
Sal.18:23 Fui recto para con él, y me he guardado de mi maldad,
Sal.18:24 Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia;
Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista.
Sal.18:25 Con el misericordioso te mostrarás misericordioso,
Y recto para con el hombre íntegro.
Sal.18:26 Limpio te mostrarás para con el limpio,
Y severo serás para con el perverso.
Sal.18:27 Porque tú salvarás al pueblo afligido,
Y humillarás los ojos altivos.
Sal.18:28 Tú encenderás mi lámpara;
Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.
Sal.18:29 Contigo desbarataré ejércitos,
Y con mi Dios asaltaré muros.
Sal.18:30 En cuanto a Dios, perfecto es su camino,
Y acrisolada la palabra de Jehová;
Escudo es a todos los que en él esperan.
Sal.18:31 Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová?
¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?
Sal.18:32 Dios es el que me ciñe de poder, 
Y quien hace perfecto mi camino;
Sal.18:33 Quien hace mis pies como de ciervas,
Y me hace estar firme sobre mis alturas;
Sal.18:34 Quien adiestra mis manos para la batalla,
Para entesar con mis brazos el arco de bronce.
Sal.18:35 Me diste asimismo el escudo de tu salvación;
Tu diestra me sustentó,
Y tu benignidad me ha engrandecido.
Sal.18:36 Ensanchaste mis pasos debajo de mí,
Y mis pies no han resbalado.
Sal.18:37 Perseguí a mis enemigos, y los alcancé,
Y no volví hasta acabarlos.
Sal.18:38 Los herí de modo que no se levantasen;
Cayeron debajo de mis pies.
Sal.18:39 Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea;
Has humillado a mis enemigos debajo de mí.
Sal.18:40 Has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas,
Para que yo destruya a los que me aborrecen.
Sal.18:41 Clamaron, y no hubo quien salvase;
Aun a Jehová, pero no los oyó.
Sal.18:42 Y los molí como polvo delante del viento;
Los eché fuera como lodo de las calles.
Sal.18:43 Me has librado de las contiendas del pueblo;
Me has hecho cabeza de las naciones;
Pueblo que yo no conocía me sirvió.
Sal.18:44 Al oír de mí me obedecieron;
Los hijos de extraños se sometieron a mí.
Sal.18:45 Los extraños se debilitaron
Y salieron temblando de sus encierros.
Sal.18:46 Viva Jehová, y bendita sea mi roca,
Y enaltecido sea el Dios de mi salvación;
Sal.18:47 El Dios que venga mis agravios,
Y somete pueblos debajo de mí;
Sal.18:48 El que me libra de mis enemigos,
Y aun me eleva sobre los que se levantan contra mí; 
Me libraste de varón violento.
Sal.18:49 Por tanto yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová,
Y cantaré a tu nombre.
Sal.18:50 Grandes triunfos da a su rey,
Y hace misericordia a su ungido,
A David y a su descendencia, para siempre.




PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 19

La purificación de los inmundos  

Num.19:1 Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo:  
Num.19:2 Esta es la ordenanza de la ley que Jehová ha prescrito, diciendo: Di a los hijos de Israel que te traigan una vaca alazana, perfecta, en la cual no haya falta, sobre la cual no se haya puesto yugo;  
Num.19:3 y la daréis a Eleazar el sacerdote, y él la sacará fuera del campamento, y la hará degollar en su presencia.  
Num.19:4 Y Eleazar el sacerdote tomará de la sangre con su dedo, y rociará hacia la parte delantera del tabernáculo de reunión con la sangre de ella siete veces;  
Num.19:5 y hará quemar la vaca ante sus ojos; su cuero y su carne y su sangre, con su estiércol, hará quemar.  
Num.19:6 Luego tomará el sacerdote madera de cedro, e hisopo, y escarlata, y lo echará en medio del fuego en que arde la vaca.  
Num.19:7 El sacerdote lavará luego sus vestidos, lavará también su cuerpo con agua, y después entrará en el campamento; y será inmundo el sacerdote hasta la noche.  
Num.19:8 Asimismo el que la quemó lavará sus vestidos en agua, también lavará en agua su cuerpo, y será inmundo hasta la noche.  
Num.19:9 Y un hombre limpio recogerá las cenizas de la vaca y las pondrá fuera del campamento en lugar limpio, y las guardará la congregación de los hijos de Israel para el agua de purificación; es una expiación.  
Num.19:10 Y el que recogió las cenizas de la vaca lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la noche; y será estatuto perpetuo para los hijos de Israel, y para el extranjero que mora entre ellos.  
Num.19:11 El que tocare cadáver de cualquier persona será inmundo siete días.  
Num.19:12 Al tercer día se purificará con aquella agua, y al séptimo día será limpio; y si al tercer día no se purificare, no será limpio al séptimo día.  
Num.19:13 Todo aquel que tocare cadáver de cualquier persona, y no se purificare, el tabernáculo de Jehová contaminó, y aquella persona será cortada de Israel; por cuanto el agua de la purificación no fue rociada sobre él, inmundo será, y su inmundicia será sobre él.  
Num.19:14 Esta es la ley para cuando alguno muera en la tienda: cualquiera que entre en la tienda, y todo el que esté en ella, será inmundo siete días.  
Num.19:15 Y toda vasija abierta, cuya tapa no esté bien ajustada, será inmunda;  
Num.19:16 y cualquiera que tocare algún muerto a espada sobre la faz del campo, o algún cadáver, o hueso humano, o sepulcro, siete días será inmundo.  
Num.19:17 Y para el inmundo tomarán de la ceniza de la vaca quemada de la expiación, y echarán sobre ella agua corriente en un recipiente;  
Num.19:18 y un hombre limpio tomará hisopo, y lo mojará en el agua, y rociará sobre la tienda, sobre todos los muebles, sobre las personas que allí estuvieren, y sobre aquel que hubiere tocado el hueso, o el asesinado, o el muerto, o el sepulcro.  
Num.19:19 Y el limpio rociará sobre el inmundo al tercero y al séptimo día; y cuando lo haya purificado al día séptimo, él lavará luego sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será limpio a la noche.  
Num.19:20 Y el que fuere inmundo, y no se purificare, la tal persona será cortada de entre la congregación, por cuanto contaminó el tabernáculo de Jehová; no fue rociada sobre él el agua de la purificación; es inmundo.  
Num.19:21 Les será estatuto perpetuo; también el que rociare el agua de la purificación lavará sus vestidos; y el que tocare el agua de la purificación será inmundo hasta la noche.  
Num.19:22 Y todo lo que el inmundo tocare, será inmundo; y la persona que lo tocare será inmunda hasta la noche.  

Capítulo 20

Agua de la roca  

Num.20:1 Llegaron los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de Zin, en el mes primero, y acampó el pueblo en Cades; y allí murió María, y allí fue sepultada.  
Num.20:2 Y porque no había agua para la congregación, se juntaron contra Moisés y Aarón.  
Num.20:3 Y habló el pueblo contra Moisés, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová!  
Num.20:4 ¿Por qué hiciste venir la congregación de Jehová a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias?  
Num.20:5 ¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos a este mal lugar? No es lugar de sementera, de higueras, de viñas ni de granadas; ni aun de agua para beber.  
Num.20:6 Y se fueron Moisés y Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión, y se postraron sobre sus rostros; y la gloria de Jehová apareció sobre ellos.  
Num.20:7 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:  
Num.20:8 Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias.  
Num.20:9 Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó.  
Num.20:10 Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña?  
Num.20:11 Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias.  
Num.20:12 Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.  
Num.20:13 Estas son las aguas de la rencilla, por las cuales contendieron los hijos de Israel con Jehová, y él se santificó en ellos.  

Edom rehúsa dar paso a Israel  

Num.20:14 Envió Moisés embajadores al rey de Edom desde Cades, diciendo: Así dice Israel tu hermano: Tú has sabido todo el trabajo que nos ha venido;  
Num.20:15 cómo nuestros padres descendieron a Egipto, y estuvimos en Egipto largo tiempo, y los egipcios nos maltrataron, y a nuestros padres;  
Num.20:16 y clamamos a Jehová, el cual oyó nuestra voz, y envió un ángel, y nos sacó de Egipto; y he aquí estamos en Cades, ciudad cercana a tus fronteras.  
Num.20:17 Te rogamos que pasemos por tu tierra. No pasaremos por labranza, ni por viña, ni beberemos agua de pozos; por el camino real iremos, sin apartarnos a diestra ni a siniestra, hasta que hayamos pasado tu territorio.  
Num.20:18 Edom le respondió: No pasarás por mi país; de otra manera, saldré contra ti armado.  
Num.20:19 Y los hijos de Israel dijeron: Por el camino principal iremos; y si bebiéremos tus aguas yo y mis ganados, daré el precio de ellas; déjame solamente pasar a pie, nada más.  
Num.20:20 Pero él respondió: No pasarás. Y salió Edom contra él con mucho pueblo, y mano fuerte.  
Num.20:21 No quiso, pues, Edom dejar pasar a Israel por su territorio, y se desvió Israel de él.  

Aarón muere en el Monte Hor  

Num.20:22 Y partiendo de Cades los hijos de Israel, toda aquella congregación, vinieron al monte de Hor.  
Num.20:23 Y Jehová habló a Moisés y a Aarón en el monte de Hor, en la frontera de la tierra de Edom, diciendo:  
Num.20:24 Aarón será reunido a su pueblo, pues no entrará en la tierra que yo di a los hijos de Israel, por cuanto fuisteis rebeldes a mi mandamiento en las aguas de la rencilla.  
Num.20:25 Toma a Aarón y a Eleazar su hijo, y hazlos subir al monte de Hor,  
Num.20:26 y desnuda a Aarón de sus vestiduras, y viste con ellas a Eleazar su hijo; porque Aarón será reunido a su pueblo, y allí morirá.  
Num.20:27 Y Moisés hizo como Jehová le mandó; y subieron al monte de Hor a la vista de toda la congregación.  
Num.20:28 Y Moisés desnudó a Aarón de sus vestiduras, y se las vistió a Eleazar su hijo; y Aarón murió allí en la cumbre del monte, y Moisés y Eleazar descendieron del monte.  
Num.20:29 Y viendo toda la congregación que Aarón había muerto, le hicieron duelo por treinta días todas la familias de Israel.  

Capítulo 21 

El rey de Arad ataca a Israel  

Num.21:1 Cuando el cananeo, el rey de Arad, que habitaba en el Neguev, oyó que venía Israel  por el camino de Atarim, peleó contra Israel, y tomó de él prisioneros.  
Num.21:2 Entonces Israel hizo voto a Jehová, y dijo: Si en efecto entregares este pueblo en mi mano, yo destruiré sus ciudades.  
Num.21:3 Y Jehová escuchó la voz de Israel, y entregó al cananeo, y los destruyó a ellos y a sus ciudades; y llamó el nombre de aquel lugar Horma.  

La serpiente de bronce 

Num.21:4 Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino.  
Num.21:5 Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.  
Num.21:6 Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel.  
Num.21:7 Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo.  
Num.21:8 Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá.  
Num.21:9 Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.  

Los israelitas rodean la tierra de Moab  

Num.21:10 Después partieron los hijos de Israel y acamparon en Obot.  
Num.21:11 Y partiendo de Obot, acamparon en Ije-abarim, en el desierto que está enfrente de Moab, al nacimiento del sol.  
Num.21:12 Partieron de allí, y acamparon en el valle de Zered.  
Num.21:13 De allí partieron, y acamparon al otro lado de Arnón, que está en el desierto, y que sale del territorio del amorreo; porque Arnón es límite de Moab, entre Moab y el amorreo.  
Num.21:14 Por tanto se dice en el libro de las batallas de Jehová:  
Lo que hizo en el Mar Rojo,  
Y en los arroyos de Arnón;  
Num.21:15 Y a la corriente de los arroyos  
Que va a parar en Ar,  
Y descansa en el límite de Moab. 
Num.21:16 De allí vinieron a Beer: este es el pozo del cual Jehová dijo a Moisés: Reúne al pueblo, y les daré agua.  
Num.21:17 Entonces, cantó Israel este cántico:  
Sube, oh pozo; a él cantad; 
Num.21:18 Pozo, el cual cavaron los señores.  
Lo cavaron los príncipes del pueblo,  
Y el legislador, con sus báculos.  
Del desierto vinieron a Matana, 
Num.21:19 y de Matana a Nahaliel, y de Nahaliel a Bamot;  
Num.21:20 y de Bamot al valle que está en los campos de Moab, y a la cumbre de Pisga, que mira hacia el desierto.  

Israel derrota a Sehón  (Dt. 2.26-37)  

Num.21:21 Entonces envió Israel embajadores a Sehón rey de los amorreos, diciendo:  
Num.21:22 Pasaré por tu tierra; no nos iremos por los sembrados, ni por las viñas; no beberemos las aguas de los pozos; por el camino real iremos, hasta que pasemos tu territorio.  
Num.21:23 Mas Sehón no dejó pasar a Israel por su territorio, sino que juntó Sehón todo su pueblo y salió contra Israel en el desierto, y vino a Jahaza y peleó contra Israel.  
Num.21:24 Y lo hirió Israel a filo de espada, y tomó su tierra desde Arnón hasta Jaboc, hasta los hijos de Amón; porque la frontera de los hijos de Amón era fuerte.  
Num.21:25 Y tomó Israel todas estas ciudades, y habitó Israel en todas las ciudades del amorreo, en Hesbón y en todas sus aldeas.  
Num.21:26 Porque Hesbón era la ciudad de Sehón rey de los amorreos, el cual había tenido guerra antes con el rey de Moab, y tomado de su poder toda su tierra hasta Arnón.  
Num.21:27 Por tanto dicen los proverbistas:  
Venid a Hesbón,  
Edifíquese y repárese la ciudad de Sehón. 
Num.21:28 Porque fuego salió de Hesbón,  
Y llama de la ciudad de Sehón,  
Y consumió a Ar de Moab,  
A los señores de las alturas de Arnón.  
Num.21:29 ¡Ay de ti, Moab!  
Pereciste, pueblo de Quemos.  
Fueron puestos sus hijos en huida,  
Y sus hijas en cautividad,  
Por Sehón rey de los amorreos.  
Num.21:30 Mas devastamos el reino de ellos;  
Pereció Hesbón hasta Dibón,  
Y destruimos hasta Nofa y Medeba.  

Israel derrota a Og de Basán    (Dt. 3.1-11)  

Num.21:31 Así habitó Israel en la tierra del amorreo.  
Num.21:32 También envió Moisés a reconocer a Jazer; y tomaron sus aldeas, y echaron al amorreo que estaba allí.  
Num.21:33 Y volvieron, y subieron camino de Basán; y salió contra ellos Og rey de Basán, él y todo su pueblo, para pelear en Edrei.  
Num.21:34 Entonces Jehová dijo a Moisés: No le tengas miedo, porque en tu mano lo he entregado, a él y a todo su pueblo, y a su tierra; y harás de él como hiciste de Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón.  
Num.21:35 E hirieron a él y a sus hijos, y a toda su gente, sin que le quedara uno, y se apoderaron de su tierra. 

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