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MARZO 7

Prov.12:20 Engaño hay en el corazón de los que piensan el mal;
             Pero alegría en el de los que piensan el bien.  


La alegría de los que piensan el bien


El engaño y la falsedad acarrean terrores y perplejidades. Pero los que consideran la paz y la felicidad de los demás tienen gozo en sus mentes y en su corazones.
Estamos en el año bisiesto 5779 del calendario hebreo y este mes se celebrará la fiesta de Purim en el mes agregado Adar II, esta fiesta quedó establecida en el libro de Ester 9:17 y otros versículos mas de esta forma: "Esto fue en el día trece del mes de Adar, y reposaron en el día catorce del mismo, y lo hicieron día de banquete y de alegría". Esta fiesta de la alegría se caracteriza por el intercambio de regalos recíprocos de alimentos y bebidas conocidas como manot mishloaj, la donaciones de caridad a los pobres conocido como mattanot la-evyonim, la recitación pública (lectura de la Meguilá) del Rollo de Ester y oraciones por lo general en la sinagoga rescatando las mejores practicas pues hay desviaciones. Las fiestas, las celebraciones y otras devociones hebreas debían o deben realizarse con alegría, y esa alegría tenía que estar fundada en la memoria, recordando los hechos salvadores y redentores de Dios y esto era considerado una falta y reproche por parte del Señor si no se hacía de esta manera como dice en Deut.28:47 "Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas".
La mente juega un papel importante respecto a las cosas que se guardan en el corazón, es como el ojo o la lámpara del cuerpo, dice el Señor Jesús "Si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz. (Mat.6:22).-
Martín Luero dijo: "No puedes evitar que las aves vuelen sobre tu cabeza, pero si que hagan nido en tu corazón", cuando se piensa el bien, no hay raíces de amargura en el corazón.
La mente domina todo nuestro cuerpo, y solemos ver lo que puede hacer al comandar el cuerpo de tal manera, ya que puede generar memoria muscular en los movimientos del cuerpo para acrobacias y contorsiones increíbles y todo esta en la mente, la mente dice puedo hacerlo y lo hace, si dice no puedo hacerlo no lo hace.
Consideraremos fugazmente el caso de Laban suegro de Jacob que lo corrió para alcanzarlo y le dijo: ¿Por qué te escondiste para huir, y me engañaste, y no me lo hiciste saber para que yo te despidiera con alegría y con cantares, con tamborín y arpa? (Gen.31:27), ¿de que alegría hablaba Laban cuando su corazón estaba lleno de malicias?, hablaba de la hipocresía mundanal que parece que festejan pero esos bailes, esas músicas, esos disfraces carnavalescos están embebidos de lujuriosas miserias y rapiñas a mansalva o "legales".- Pero dejemos ese tipo de corazones, veamos al corazón que piensa el bien y que vive feliz...
Hubo un cómico en tiempos del imperio romano llamado Juvenal que escribió la famosa frase latina "Mens sāna in corpore sānō" que significa, mente sana hace un cuerpo sano y esto se corroboró en el siglo pasado respecto a las enfermedades psicosomáticas como el estress que puede causar diferentes síntomas como hipertensión, diabetes y hasta dolores de huesos y musculares.
Salomón lo escribió en Prov.4:23 "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida".
 Hemos de vivir con alegría en el corazón, hemos de pensar el bien, disfrutando cada momento que nos da el Señor, el mismo que nos alimenta a diario, ninguno queda sin el sustento, y esta escrito en el Sal.37:25 "Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan". El dinero no alcanza, hay otros inconvenientes de salud, de familia ECLESIÁSTICOS y otros problemas que nos hacen vivir en tristezas, pensar en todas esas cosas nos entristecen el corazón, nos duele en el corazón la juventud de hoy día que en un muy alto porcentaje esta generación se caracteriza por su arrogancia y altivez y a su vez por sus miserias de vicios y de miserias morales mezcladas con pensamientos freudianos que no encuentran su norte para poder formar una familia o alcanzar metas y quizá una abuela esta leyendo esto y ve sus nietos en esta condiciones y su corazón se entristece.
 Abuela, abuelo, eleva tu corazón al Señor, ¿sabes cuanta alegría hay delante del Trono, delante de los cuatro Seres Vivientes?, regocíjate en que El reina, dicen en 1°Cron.16:27 "Alabanza y magnificencia delante de él; Poder y alegría en su morada". Recuerda todas sus maravillas en el pasado, y todas sus misericordias presentes, pensemos el bien siempre, pensemos en Cristo el sumo Bien porque "No hay para mí bien fuera de ti". dice en Sal.16:2 y EL hará lo que tu no puedas hacer, lo hace EL SEÑOR, y lo que no pasa en treinta años El Señor lo hace en un día, por ello regocijémonos en este día.
 Así que sirvamos al Señor con alegría, en este día entremos en un Purim que no termine, fortalezcámonos en Dios. El apóstol Pablo también ligaba la mente con el corazón diciendo estas palabras: "Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!" "Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca." "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias." "Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús." Fil.4:4-7.
 Señor Jesús, ayúdanos a vivir y servirte con alegría de corazón hasta que te veamos cara a cara, donde ya nada la apocará por el solo hecho de estar frente a ti, por la gloria de tu Nombre, amen y amen.






PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 24 

Deut.24:1 Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.  
Deut.24:2 Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre.  
Deut.24:3 Pero si la aborreciere este último, y le escribiere carta de divorcio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por mujer,  
Deut.24:4 no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de Jehová, y no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.  
Deut.24:5 Cuando alguno fuere recién casado, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó.  
Deut.24:6 No tomarás en prenda la muela del molino, ni la de abajo ni la de arriba; porque sería tomar en prenda la vida del hombre.  
Deut.24:7 Cuando fuere hallado alguno que hubiere hurtado a uno de sus hermanos los hijos de Israel, y le hubiere esclavizado, o le hubiere vendido, morirá el tal ladrón, y quitarás el mal de en medio de ti.  
Deut.24:8 En cuanto a la plaga de la lepra, ten cuidado de observar diligentemente y hacer según todo lo que os enseñaren los sacerdotes levitas; según yo les he mandado, así cuidaréis de hacer.  
Deut.24:9 Acuérdate de lo que hizo Jehová tu Dios a María en el camino, después que salisteis de Egipto.  
Deut.24:10 Cuando entregares a tu prójimo alguna cosa prestada, no entrarás en su casa para tomarle prenda.  
Deut.24:11 Te quedarás fuera, y el hombre a quien prestaste te sacará la prenda.  
Deut.24:12 Y si el hombre fuere pobre, no te acostarás reteniendo aún su prenda.  
Deut.24:13 Sin falta le devolverás la prenda cuando el sol se ponga, para que pueda dormir en su ropa, y te bendiga; y te será justicia delante de Jehová tu Dios.  
Deut.24:14 No oprimirás al jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades.  
Deut.24:15 En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti a Jehová, y sea en ti pecado.  
Deut.24:16 Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado. 
Deut.24:17 No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda,  
Deut.24:18 sino que te acordarás que fuiste siervo en Egipto, y que de allí te rescató Jehová tu Dios; por tanto, yo te mando que hagas esto.  
Deut.24:19 Cuando siegues tu mies en tu campo, y olvides alguna gavilla en el campo, no volverás para recogerla; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda; para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos.  
Deut.24:20 Cuando sacudas tus olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras de ti; serán para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.  
Deut.24:21 Cuando vendimies tu viña, no rebuscarás tras de ti; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.  
Deut.24:22 Y acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto; por tanto, yo te mando que hagas esto.  

Capítulo 25 

Deut.25:1 Si hubiere pleito entre algunos, y acudieren al tribunal para que los jueces los juzguen, éstos absolverán al justo, y condenarán al culpable.  
Deut.25:2 Y si el delincuente mereciere ser azotado, entonces el juez le hará echar en tierra, y le hará azotar en su presencia; según su delito será el número de azotes.  
Deut.25:3 Se podrá dar cuarenta azotes, no más; no sea que, si lo hirieren con muchos azotes más que éstos, se sienta tu hermano envilecido delante de tus ojos.  
Deut.25:4 No pondrás bozal al buey cuando trillare.  
Deut.25:5 Cuando hermanos habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la mujer del muerto no se casará fuera con hombre extraño; su cuñado se llegará a ella, y la tomará por su mujer, y hará con ella parentesco.  
Deut.25:6 Y el primogénito que ella diere a luz sucederá en el nombre de su hermano muerto, para que el nombre de éste no sea borrado de Israel. 
Deut.25:7 Y si el hombre no quisiere tomar a su cuñada, irá entonces su cuñada a la puerta, a los ancianos, y dirá: Mi cuñado no quiere suscitar nombre en Israel a su hermano; no quiere emparentar conmigo.  
Deut.25:8 Entonces los ancianos de aquella ciudad lo harán venir, y hablarán con él; y si él se levantare y dijere: No quiero tomarla,  
Deut.25:9 se acercará entonces su cuñada a él delante de los ancianos, y le quitará el calzado del pie, y le escupirá en el rostro, y hablará y dirá: Así será hecho al varón que no quiere edificar la casa de su hermano.  
Deut.25:10 Y se le dará este nombre en Israel: La casa del descalzado. 
Deut.25:11 Si algunos riñeren uno con otro, y se acercare la mujer de uno para librar a su marido de mano del que le hiere, y alargando su mano asiere de sus partes vergonzosas,  
Deut.25:12 le cortarás entonces la mano; no la perdonarás.  
Deut.25:13 No tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica,  
Deut.25:14 ni tendrás en tu casa efa  grande y efa pequeño.  
Deut.25:15 Pesa exacta y justa tendrás; efa  cabal y justo tendrás, para que tus días sean prolongados sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.  
Deut.25:16 Porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que hace esto, y cualquiera que hace injusticia. 

Orden de exterminar a Amalec  

Deut.25:17 Acuérdate de lo que hizo Amalec contigo en el camino, cuando salías de Egipto;  
Deut.25:18 de cómo te salió al encuentro en el camino, y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y trabajado; y no tuvo ningún temor de Dios.  
Deut.25:19 Por tanto, cuando Jehová tu Dios te dé descanso de todos tus enemigos alrededor, en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la poseas, borrarás la memoria de Amalec de debajo del cielo; no lo olvides. 

Capítulo 26

Primicias y diezmos  

Deut.26:1 Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da por herencia, y tomes posesión de ella y la habites,  
Deut.26:2 entonces tomarás de las primicias de todos los frutos que sacares de la tierra que Jehová tu Dios te da, y las pondrás en una canasta, e irás al lugar que Jehová tu Dios escogiere para hacer habitar allí su nombre.  
Deut.26:3 Y te presentarás al sacerdote que hubiere en aquellos días, y le dirás: Declaro hoy a Jehová tu Dios, que he entrado en la tierra que juró Jehová a nuestros padres que nos daría.  
Deut.26:4 Y el sacerdote tomará la canasta de tu mano, y la pondrá delante del altar de Jehová tu Dios.  
Deut.26:5 Entonces hablarás y dirás delante de Jehová tu Dios: Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres, y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa;  
Deut.26:6 y los egipcios nos maltrataron y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre.  
Deut.26:7 Y clamamos a Jehová el Dios de nuestros padres; y Jehová oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión;  
Deut.26:8 y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, y con señales y con milagros;  
Deut.26:9 y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel.  
Deut.26:10 Y ahora, he aquí he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová. Y lo dejarás delante de Jehová tu Dios, y adorarás delante de Jehová tu Dios.  
Deut.26:11 Y te alegrarás en todo el bien que Jehová tu Dios te haya dado a ti y a tu casa, así tú como el levita y el extranjero que está en medio de ti.  
Deut.26:12 Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas, y se saciarán. 
Deut.26:13 Y dirás delante de Jehová tu Dios: He sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado; no he transgredido tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos.   Deut.26:14 No he comido de ello en mi luto, ni he gastado de ello estando yo inmundo, ni de ello he ofrecido a los muertos; he obedecido a la voz de Jehová mi Dios, he hecho conforme a todo lo que me has mandado.  
Deut.26:15 Mira desde tu morada santa, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel.  
Deut.26:16 Jehová tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y decretos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazón y con toda tu alma.  
Deut.26:17 Has declarado solemnemente hoy que Jehová es tu Dios, y que andarás en sus caminos, y guardarás sus estatutos, sus mandamientos y sus decretos, y que escucharás su voz.  
Deut.26:18 Y Jehová ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, como te lo ha prometido, para que guardes todos sus mandamientos;  
Deut.26:19 a fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y gloria, y para que seas un pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha dicho. 

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