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JUNIO 23

Luc.6:29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues.










PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 50

Dios juzgará al mundo 
Salmo de Asaf. 

Sal.50:1 El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra, 
Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone. 
Sal.50:2 De Sion, perfección de hermosura, 
Dios ha resplandecido. 
Sal.50:3 Vendrá nuestro Dios, y no callará; 
Fuego consumirá delante de él, 
Y tempestad poderosa le rodeará. 
Sal.50:4 Convocará a los cielos de arriba, 
Y a la tierra, para juzgar a su pueblo. 
Sal.50:5 Juntadme mis santos, 
Los que hicieron conmigo pacto con sacrificio. 
Sal.50:6 Y los cielos declararán su justicia, 
Porque Dios es el juez. Selah 
Sal.50:7 Oye, pueblo mío, y hablaré; 
Escucha, Israel, y testificaré contra ti: 
Yo soy Dios, el Dios tuyo. 
Sal.50:8 No te reprenderé por tus sacrificios, 
Ni por tus holocaustos, que están continuamente delante de mí. 
Sal.50:9 No tomaré de tu casa becerros, 
Ni machos cabríos de tus apriscos. 
Sal.50:10 Porque mía es toda bestia del bosque, 
Y los millares de animales en los collados. 
Sal.50:11 Conozco a todas las aves de los montes, 
Y todo lo que se mueve en los campos me pertenece. 
Sal.50:12 Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; 
Porque mío es el mundo y su plenitud. 
Sal.50:13 ¿He de comer yo carne de toros, 
O de beber sangre de machos cabríos? 
Sal.50:14 Sacrifica a Dios alabanza, 
Y paga tus votos al Altísimo; 
Sal.50:15 E invócame en el día de la angustia; 
Te libraré, y tú me honrarás. 
Sal.50:16 Pero al malo dijo Dios: 
¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, 
Y que tomar mi pacto en tu boca? 
Sal.50:17 Pues tú aborreces la corrección, 
Y echas a tu espalda mis palabras. 
Sal.50:18 Si veías al ladrón, tú corrías con él, 
Y con los adúlteros era tu parte. 
Sal.50:19 Tu boca metías en mal, 
Y tu lengua componía engaño. 
Sal.50:20 Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; 
Contra el hijo de tu madre ponías infamia. 
Sal.50:21 Estas cosas hiciste, y yo he callado; 
Pensabas que de cierto sería yo como tú; 
Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos. 
Sal.50:22 Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios, 
No sea que os despedace, y no haya quien os libre. 
Sal.50:23 El que sacrifica alabanza me honrará; 
Y al que ordenare su camino, 
Le mostraré la salvación de Dios. 


Capítulo 51

Arrepentimiento, y plegaria pidiendo purificación 
Al músico principal. Salmo de David, cuando después que se llegó a Betsabé, vino a él Natán el profeta. 

Sal.51:1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; 
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 
Sal.51:2 Lávame más y más de mi maldad, 
Y límpiame de mi pecado. 
Sal.51:3 Porque yo reconozco mis rebeliones, 
Y mi pecado está siempre delante de mí. 
Sal.51:4 Contra ti, contra ti solo he pecado, 
Y he hecho lo malo delante de tus ojos; 
Para que seas reconocido justo en tu palabra, 
Y tenido por puro en tu juicio. 
Sal.51:5 He aquí, en maldad he sido formado, 
Y en pecado me concibió mi madre. 
Sal.51:6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, 
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. 
Sal.51:7 Purifícame con hisopo, y seré limpio; 
Lávame, y seré más blanco que la nieve. 
Sal.51:8 Hazme oír gozo y alegría, 
Y se recrearán los huesos que has abatido. 
Sal.51:9 Esconde tu rostro de mis pecados, 
Y borra todas mis maldades. 
Sal.51:10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, 
Y renueva un espíritu recto dentro de mí. 
Sal.51:11 No me eches de delante de ti, 
Y no quites de mí tu santo Espíritu. 
Sal.51:12 Vuélveme el gozo de tu salvación, 
Y espíritu noble me sustente. 
Sal.51:13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, 
Y los pecadores se convertirán a ti. 
Sal.51:14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; 
Cantará mi lengua tu justicia. 
Sal.51:15 Señor, abre mis labios, 
Y publicará mi boca tu alabanza. 
Sal.51:16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; 
No quieres holocausto. 
Sal.51:17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; 
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. 
Sal.51:18 Haz bien con tu benevolencia a Sion; 
Edifica los muros de Jerusalén. 
Sal.51:19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, 
el holocausto u ofrenda del todo quemada; 
Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar. 


Capítulo 52

Futilidad de la jactancia del malo 
Al músico principal. Masquil de David, cuando vino Doeg edomita y dio cuenta a Saúl diciéndole: David ha venido a casa de Ahimelec. 

Sal.52:1 ¿Por qué te jactas de maldad, oh poderoso? 
La misericordia de Dios es continua. 
Sal.52:2 Agravios maquina tu lengua; 
Como navaja afilada hace engaño. 
Sal.52:3 Amaste el mal más que el bien, 
La mentira más que la verdad. Selah 
Sal.52:4 Has amado toda suerte de palabras perniciosas, 
Engañosa lengua. 
Sal.52:5 Por tanto, Dios te destruirá para siempre; 
Te asolará y te arrancará de tu morada, 
Y te desarraigará de la tierra de los vivientes. Selah 
Sal.52:6 Verán los justos, y temerán; 
Se reirán de él, diciendo: 
Sal.52:7 He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza, 
Sino que confió en la multitud de sus riquezas, 
Y se mantuvo en su maldad. 
Sal.52:8 Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; 
En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre. 
Sal.52:9 Te alabaré para siempre, porque lo has hecho así; 
Y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos. 


Capítulo 53

Insensatez y maldad de los hombres    (Sal. 14. 1-7) 
Al músico principal; sobre Mahalat. Masquil de David. 

Sal.53:1 Dice el necio en su corazón: No hay Dios. 
Se han corrompido, e hicieron abominable maldad; 
No hay quien haga bien. 
Sal.53:2 Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres, 
Para ver si había algún entendido 
Que buscara a Dios. 
Sal.53:3 Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido; 
No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno. 
Sal.53:4 ¿No tienen conocimiento todos los que hacen iniquidad, 
Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, 
Y a Dios no invocan? 
Sal.53:5 Allí se sobresaltaron de pavor donde no había miedo, 
Porque Dios ha esparcido los huesos del que puso asedio contra ti; 
Los avergonzaste, porque Dios los desechó. 
Sal.53:6 ¡Oh, si saliera de Sion la salvación de Israel! 
Cuando Dios hiciere volver de la cautividad a su pueblo, 
Se gozará Jacob, y se alegrará Israel. 


Capítulo 54

Plegaria pidiendo protección contra los enemigos 
Al músico principal; en Neginot. Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra? 

Sal.54:1 Oh Dios, sálvame por tu nombre, 
Y con tu poder defiéndeme. 
Sal.54:2 Oh Dios, oye mi oración; 
Escucha las razones de mi boca. 
Sal.54:3 Porque extraños se han levantado contra mí, 
Y hombres violentos buscan mi vida; 
No han puesto a Dios delante de sí. Selah 
Sal.54:4 He aquí, Dios es el que me ayuda; 
El Señor está con los que sostienen mi vida. 
Sal.54:5 El devolverá el mal a mis enemigos; 
Córtalos por tu verdad. 
Sal.54:6 Voluntariamente sacrificaré a ti; 
Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno. 
Sal.54:7 Porque él me ha librado de toda angustia, 
Y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos. 


Capítulo 55

Plegaria pidiendo la destrucción de enemigos traicioneros 
Al músico principal; en Neginot. Masquil de David. 

Sal.55:1 Escucha, oh Dios, mi oración, 
Y no te escondas de mi súplica. 
Sal.55:2 Está atento, y respóndeme; 
Clamo en mi oración, y me conmuevo, 
Sal.55:3 A causa de la voz del enemigo, 
Por la opresión del impío; 
Porque sobre mí echaron iniquidad, 
Y con furor me persiguen. 
Sal.55:4 Mi corazón está dolorido dentro de mí, 
Y terrores de muerte sobre mí han caído. 
Sal.55:5 Temor y temblor vinieron sobre mí, 
Y terror me ha cubierto. 
Sal.55:6 Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! 
Volaría yo, y descansaría. 
Sal.55:7 Ciertamente huiría lejos; 
Moraría en el desierto. Selah 
Sal.55:8 Me apresuraría a escapar 
Del viento borrascoso, de la tempestad. 
Sal.55:9 Destrúyelos, oh Señor; confunde la lengua de ellos; 
Porque he visto violencia y rencilla en la ciudad. 
Sal.55:10 Día y noche la rodean sobre sus muros, 
E iniquidad y trabajo hay en medio de ella. 
Sal.55:11 Maldad hay en medio de ella, 
Y el fraude y el engaño no se apartan de sus plazas. 
Sal.55:12 Porque no me afrentó un enemigo, 
Lo cual habría soportado; 
Ni se alzó contra mí el que me aborrecía, 
Porque me hubiera ocultado de él; 
Sal.55:13 Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, 
Mi guía, y mi familiar; 
Sal.55:14 Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, 
Y andábamos en amistad en la casa de Dios. 
Sal.55:15 Que la muerte les sorprenda; 
Desciendan vivos al Seol, 
Porque hay maldades en sus moradas, en medio de ellos. 
Sal.55:16 En cuanto a mí, a Dios clamaré; 
Y Jehová me salvará. 
Sal.55:17 Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, 
Y él oirá mi voz. 
Sal.55:18 El redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, 
Aunque contra mí haya muchos. 
Sal.55:19 Dios oirá, y los quebrantará luego, 
El que permanece desde la antigüedad; 
Por cuanto no cambian, 
Ni temen a Dios. Selah 
Sal.55:20 Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él; 
Violó su pacto. 
Sal.55:21 Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla, 
Pero guerra hay en su corazón; 
Suaviza sus palabras más que el aceite, 
Mas ellas son espadas desnudas. 
Sal.55:22 Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; 
No dejará para siempre caído al justo. 
Sal.55:23 Mas tú, oh Dios, harás descender aquéllos al pozo de perdición. 
Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días; 
Pero yo en ti confiaré. 

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