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JUNIO 2

Mat.5:6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.








PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 9

Los judíos destruyen a sus enemigos  

Est.9:1 En el mes duodécimo, que es el mes de Adar, a los trece días del mismo mes, cuando debía ser ejecutado el mandamiento del rey y su decreto, el mismo día en que los enemigos de los judíos esperaban enseñorearse de ellos, sucedió lo contrario; porque los judíos se enseñorearon de los que los aborrecían.  
Est.9:2 Los judíos se reunieron en sus ciudades, en todas las provincias del rey Asuero, para descargar su mano sobre los que habían procurado su mal, y nadie los pudo resistir, porque el temor de ellos había caído sobre todos los pueblos.  
Est.9:3 Y todos los príncipes de las provincias, los sátrapas, capitanes y oficiales del rey, apoyaban a los judíos; porque el temor de Mardoqueo había caído sobre ellos.  
Est.9:4 Pues Mardoqueo era grande en la casa del rey, y su fama iba por todas las provincias; Mardoqueo iba engrandeciéndose más y más.  
Est.9:5 Y asolaron los judíos a todos sus enemigos a filo de espada, y con mortandad y destrucción, e hicieron con sus enemigos como quisieron.  
Est.9:6 En Susa capital del reino mataron y destruyeron los judíos a quinientos hombres.  
Est.9:7 Mataron entonces a Parsandata, Dalfón, Aspata,  
Est.9:8 Porata, Adalía, Aridata,  
Est.9:9 Parmasta, Arisai, Aridai y Vaizata,  
Est.9:10 diez hijos de Amán hijo de Hamedata, enemigo de los judíos; pero no tocaron sus bienes.  
Est.9:11 El mismo día se le dio cuenta al rey acerca del número de los muertos en Susa, residencia real.  
Est.9:12 Y dijo el rey a la reina Ester: En Susa capital del reino los judíos han matado a quinientos hombres, y a diez hijos de Amán. ¿Qué habrán hecho en las otras provincias del rey? ¿Cuál, pues, es tu petición? y te será concedida; ¿o qué más es tu demanda? y será hecha.  
Est.9:13 Y respondió Ester: Si place al rey, concédase también mañana a los judíos en Susa, que hagan conforme a la ley de hoy; y que cuelguen en la horca a los diez hijos de Amán.  
Est.9:14 Y mandó el rey que se hiciese así. Se dio la orden en Susa, y colgaron a los diez hijos de Amán.  
Est.9:15 Y los judíos que estaban en Susa se juntaron también el catorce del mes de Adar, y mataron en Susa a trescientos hombres; pero no tocaron sus bienes.  


La fiesta de Purim  

Est.9:16 En cuanto a los otros judíos que estaban en las provincias del rey, también se juntaron y se pusieron en defensa de su vida, y descansaron de sus enemigos, y mataron de sus contrarios a setenta y cinco mil; pero no tocaron sus bienes.  
Est.9:17 Esto fue en el día trece del mes de Adar, y reposaron en el día catorce del mismo, y lo hicieron día de banquete y de alegría.  
Est.9:18 Pero los judíos que estaban en Susa se juntaron el día trece y el catorce del mismo mes, y el quince del mismo reposaron y lo hicieron día de banquete y de regocijo.  
Est.9:19 Por tanto, los judíos aldeanos que habitan en las villas sin muro hacen a los catorce del mes de Adar el día de alegría y de banquete, un día de regocijo, y para enviar porciones cada uno a su vecino.  
Est.9:20 Y escribió Mardoqueo estas cosas, y envió cartas a todos los judíos que estaban en todas las provincias del rey Asuero, cercanos y distantes,  
Est.9:21 ordenándoles que celebrasen el día decimocuarto del mes de Adar, y el decimoquinto del mismo, cada año,  
Est.9:22 como días en que los judíos tuvieron paz de sus enemigos, y como el mes que de tristeza se les cambió en alegría, y de luto en día bueno; que los hiciesen días de banquete y de gozo, y para enviar porciones cada uno a su vecino, y dádivas a los pobres.  
Est.9:23 Y los judíos aceptaron hacer, según habían comenzado, lo que les escribió Mardoqueo.  
Est.9:24 Porque Amán hijo de Hamedata agagueo, enemigo de todos los judíos, había ideado contra los judíos un plan para destruirlos, y había echado Pur, que quiere decir suerte, para consumirlos y acabar con ellos.  
Est.9:25 Mas cuando Ester vino a la presencia del rey, él ordenó por carta que el perverso designio que aquél trazó contra los judíos recayera sobre su cabeza; y que colgaran a él y a sus hijos en la horca.  
Est.9:26 Por esto llamaron a estos días Purim, por el nombre Pur. Y debido a las palabras de esta carta, y por lo que ellos vieron sobre esto, y lo que llevó a su conocimiento,  
Est.9:27 los judíos establecieron y tomaron sobre sí, sobre su descendencia y sobre todos los allegados a ellos, que no dejarían de celebrar estos dos días según está escrito tocante a ellos, conforme a su tiempo cada año;  
Est.9:28 y que estos días serían recordados y celebrados por todas las generaciones, familias, provincias y ciudades; que estos días de Purim no dejarían de ser guardados por los judíos, y que su descendencia jamás dejaría de recordarlos.  
Est.9:29 Y la reina Ester hija de Abihail, y Mardoqueo el judío, suscribieron con plena autoridad esta segunda carta referente a Purim.  
Est.9:30 Y fueron enviadas cartas a todos los judíos, a las ciento veintisiete provincias del rey Asuero, con palabras de paz y de verdad,  
Est.9:31 para confirmar estos días de Purim en sus tiempos señalados, según les había ordenado Mardoqueo el judío y la reina Ester, y según ellos habían tomado sobre sí y sobre su descendencia, para conmemorar el fin de los ayunos y de su clamor.  
Est.9:32 Y el mandamiento de Ester confirmó estas celebraciones acerca de Purim, y esto fue registrado en un libro.  


Capítulo 10

Grandeza de Mardoqueo  

Est.10:1 El rey Asuero impuso tributo sobre la tierra y hasta las costas del mar.  
Est.10:2 Y todos los hechos de su poder y autoridad, y el relato sobre la grandeza de Mardoqueo, con que el rey le engrandeció, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Media y de Persia?  
Est.10:3 Porque Mardoqueo el judío fue el segundo después del rey Asuero, y grande entre los judíos, y estimado por la multitud de sus hermanos, porque procuró el bienestar de su pueblo y habló paz para todo su linaje.  

















JOB

Capítulo 1 

Las calamidades de Job  
Job 1:1 Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.  
Job 1:2 Y le nacieron siete hijos y tres hijas.  
Job 1:3 Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y era aquel varón más grande que todos los orientales.  
Job 1:4 E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos.  
Job 1:5 Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.  
Job 1:6 Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.  
Job 1:7 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. 
Job 1:8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?  
Job 1:9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?  
Job 1:10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.  
Job 1:11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. 
Job 1:12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.  
Job 1:13 Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito,  
Job 1:14 y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos,  
Job 1:15 y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para darte la noticia.  
Job 1:16 Aún estaba éste hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia.  
Job 1:17 Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para darte la noticia.  
Job 1:18 Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito;  
Job 1:19 y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia.  
Job 1:20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró,  
Job 1:21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.  
Job 1:22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.  

Capítulo 2 

Job 2:1 Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová.  
Job 2:2 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella.  
Job 2:3 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?  
Job 2:4 Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.  
Job 2:5 Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.  
Job 2:6 Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.  
Job 2:7 Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.  
Job 2:8 Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza.  
Job 2:9 Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete.  
Job 2:10 Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.  
Job 2:11 Y tres amigos de Job, Elifaz temanita, Bildad suhita, y Zofar naamatita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían convenido en venir juntos para condolerse de él y para consolarle.  
Job 2:12 Los cuales, alzando los ojos desde lejos, no lo conocieron, y lloraron a gritos; y cada uno de ellos rasgó su manto, y los tres esparcieron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo.  
Job 2:13 Así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que su dolor era muy grande.  

Capítulo 3

Job maldice el día en que nació  

Job 3:1 Después de esto abrió Job su boca, y maldijo su día. 
Job 3:2 Y exclamó Job, y dijo:  
Job 3:3 Perezca el día en que yo nací,  
Y la noche en que se dijo: Varón es concebido.  
Job 3:4 Sea aquel día sombrío,  
Y no cuide de él Dios desde arriba,  
Ni claridad sobre él resplandezca.  
Job 3:5 Aféenlo tinieblas y sombra de muerte;  
Repose sobre él nublado  
Que lo haga horrible como día caliginoso.  
Job 3:6 Ocupe aquella noche la oscuridad;  
No sea contada entre los días del año,  
Ni venga en el número de los meses.  
Job 3:7 ¡Oh, que fuera aquella noche solitaria,  
Que no viniera canción alguna en ella!  
Job 3:8 Maldíganla los que maldicen el día,  
Los que se aprestan para despertar a Leviatán.  
Job 3:9 Oscurézcanse las estrellas de su alba;  
Espere la luz, y no venga,  
Ni vea los párpados de la mañana;  
Job 3:10 Por cuanto no cerró las puertas del vientre donde yo estaba,  
Ni escondió de mis ojos la miseria.  
Job 3:11 ¿Por qué no morí yo en la matriz,  
O expiré al salir del vientre?  
Job 3:12 ¿Por qué me recibieron las rodillas?  
¿Y a qué los pechos para que mamase?  
Job 3:13 Pues ahora estaría yo muerto, y reposaría;  
Dormiría, y entonces tendría descanso,  
Job 3:14 Con los reyes y con los consejeros de la tierra,  
Que reedifican para sí ruinas;  
Job 3:15 O con los príncipes que poseían el oro,  
Que llenaban de plata sus casas.  
Job 3:16 ¿Por qué no fui escondido como abortivo,  
Como los pequeñitos que nunca vieron la luz?  
Job 3:17 Allí los impíos dejan de perturbar,  
Y allí descansan los de agotadas fuerzas.  
Job 3:18 Allí también reposan los cautivos;  
No oyen la voz del capataz.  
Job 3:19 Allí están el chico y el grande,  
Y el siervo libre de su señor. 
Job 3:20 ¿Por qué se da luz al trabajado,  
Y vida a los de ánimo amargado,  
Job 3:21 Que esperan la muerte, y ella no llega, 
Aunque la buscan más que tesoros; 
Job 3:22 Que se alegran sobremanera,  
Y se gozan cuando hallan el sepulcro?  
Job 3:23 ¿Por qué se da vida al hombre que no sabe por donde ha de ir,  
Y a quien Dios ha encerrado?  
Job 3:24 Pues antes que mi pan viene mi suspiro,  
Y mis gemidos corren como aguas.  
Job 3:25 Porque el temor que me espantaba me ha venido,  
Y me ha acontecido lo que yo temía.  
Job 3:26 No he tenido paz, no me aseguré, ni estuve reposado;  
No obstante, me vino turbación.  

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