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FEBRERO 8

Jn.11:25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 



La Biblia el Libro de la Resurrección y la Vida Eterna

 El texto en su contexto: Jesús era asiduo concurrente a la casa de Marta, María y Lazaro, estando fuera de Betania a Jesús le vino la noticia que Lazaro "su amigo" estaba enfermo, Jn.11:4 "Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella".
 ¿Como consolar un alma en duelo?, Solo Jesús, el Verdadero Dios y el Verdadero Hombre que participó de carne y sufrió la muerte...
 Escuchaste hermano/na.?? Cuando Jesús se tarda es para que la Gloria de Dios se manifieste en ti, una nueva revelación se afirmará en tu vida...
 Pero luego cuando Jesús vino, ya parecía que estaba todo perdido, Marta fue la primera en decirle "Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto..."
 Cuantas veces nosotros también creemos de esta manera, creemos que El tiene poder, pero no creemos demasiado como para considerar que El siempre está con nosotros y que es Todopoderoso, como que limitamos nuestra fe... Dios nos ayude a poner el ancla mas allá de lo que vemos o entendemos.-
 Jesús le responde... "Tu hermano resucitará..." y Marta vuelve a hablar desde su dolor, "Yo se que resucitará en el día postrero..." pero y ¿ahora? ¿en lo inmediato? ¿como hago?...
 Entonces Jesús se declaró abiertamente... Gloria a su santo Nombre... "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá".
 Jesús respondió concentrando la atención sobre su persona divina: Yo soy la resurrección y la vida…”.-
 Lo esencial no era la resurrección actual de Lázaro, sino más bien la grande verdad que en ella va a ser puesta en evidencia, o las relaciones que toda alma humana puede mantener con Aquel que es Vida y única fuente de Vida digna de ese nombre para los hombres.-
“Yo soy la resurrección y la vida.” (Juan 11:25).-
El obispo Foster fue uno de los obispos principales de la iglesia metodista en su época y fue un hombre muy piadoso. Después de una intensa búsqueda de treinta años, descubrió lo que aquí se relata con la esperanza de que pueda ser una ayuda a otros corazones que buscan la luz como él.
“He examinado todos los libros escritos acerca de la inmortalidad del alma, los he comprado a precios altos, los he estudiado con gran intensidad. He pasado treinta años haciendo esto, esperando que algún día pueda presentar el argumento con más fuerza y hacer una impresión más fuerte en la mente y el corazón del mundo.
“Pero cuando la muerte vino a mi hogar y fulminó a mis seres queridos, cuando fui y miré en sus tumbas, no vi sino oscuridad. Con una angustia que no puedo expresar me fui a la profundidad de los bosques y miré hacia la gran bóveda encima de mí y golpeé mi pecho y clamé a mi Padre hasta que mi corazón estuvo aplastado y quebrantado. En mudo silencio, me tendí con el rostro en la tierra para ver si podía escucharlos; pero encontré que estaba oscura y silenciosa; ni un rayo, ni una voz.
“Fuí y me senté con los filósofos, pero encontré que no me daban sino cáscaras. Leí sus argumentos que una vez me habían alegrado, pero ahora quebrantaban mi corazón. No había nada en ellos, ni siquiera lo suficiente para que yo encontrara apoyo para una conjetura. Me sentí desolado con una desolación absoluta. Me retorcía las manos con una angustia que no puedo describir.
“No pude encontrar alivio hasta que escuché una voz que venía de la lobreguez. Desde la oscuridad y el silencio, con música y dulzura celestiales dijo:
“Yo soy Jesús, la resurrección y la vida; y tus muertos volverán a vivir”.-
“Y con esa sola idea sobre la cual pude descansar mi esperanza y mi fe, Él ha revelado esa gran doctrina; ha establecido la verdad que eludió a la humanidad hasta que Él vino del cielo y relató la historia de la paternidad de Dios y de la inmortalidad de los hijos espirituales suyos.”- Manatiales en el Desierto III.- 26 de mayo

Cristo de mi alma, rosa de Sarón,
rosa inmarcesible, flor de eternidad
para que yo viva libre de maldad
brindarme el perfume de tu santidad

Cristo, Jesucristo, flor divina,
dame la fragancia de tu santidad.

Cristo de mi alma rosa de Saron
del jardín celeste la mas bella flor
rosa ensangrentada rosa de mi amor
calma con tu encanto mi letal dolor

Cristo de mi alma rosa de Saron
contra el enemigo eres mi broquel
Mártir del calvario eres mi laurel
Flor la mas hermosa de todo el vergel

Cristo, Jesucristo, flor divina,
dame la fragancia de tu santidad.





PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 19

Leyes de santidad y de justicia  

Lev.19:1 Habló Jehová a Moisés, diciendo:  
Lev.19:2 Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios.  
Lev.19:3 Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis días de reposo guardaréis. Yo Jehová vuestro Dios.  
Lev.19:4 No os volveréis a los ídolos, ni haréis para vosotros dioses de fundición. Yo Jehová vuestro Dios.  
Lev.19:5 Y cuando ofreciereis sacrificio de ofrenda de paz a Jehová, ofrecedlo de tal manera que seáis aceptos.  
Lev.19:6 Será comido el día que lo ofreciereis, y el día siguiente; y lo que quedare para el tercer día, será quemado en el fuego.  
Lev.19:7 Y si se comiere el día tercero, será abominación; no será acepto,  
Lev.19:8 y el que lo comiere llevará su delito, por cuanto profanó lo santo de Jehová; y la tal persona será cortada de su pueblo.  
Lev.19:9 Cuando siegues la mies de tu tierra, no segarás hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu tierra segada.  
Lev.19:10 Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; para el pobre y para el extranjero lo dejarás. Yo Jehová vuestro Dios.  
Lev.19:11 No hurtaréis, y no engañaréis  ni mentiréis el uno al otro.  
Lev.19:12 Y no juraréis falsamente por mi nombre, profanando así el nombre de tu Dios. Yo Jehová.  
Lev.19:13 No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana.  
Lev.19:14 No maldecirás al sordo, y delante del ciego no pondrás tropiezo, sino que tendrás temor de tu Dios. Yo Jehová.  
Lev.19:15 No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo.  
Lev.19:16 No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo Jehová.  
Lev.19:17 No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado.  
Lev.19:18 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo.Yo Jehová.  
Lev.19:19 Mis estatutos guardarás. No harás ayuntar tu ganado con animales de otra especie; tu campo no sembrarás con mezcla de semillas, y no te pondrás vestidos con mezcla de hilos.  
Lev.19:20 Si un hombre yaciere con una mujer que fuere sierva desposada con alguno, y no estuviere rescatada, ni le hubiere sido dada libertad, ambos serán azotados; no morirán, por cuanto ella no es libre.  
Lev.19:21 Y él traerá a Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión, un carnero en expiación por su culpa.  
Lev.19:22 Y con el carnero de la expiación lo reconciliará el sacerdote delante de Jehová, por su pecado que cometió; y se le perdonará su pecado que ha cometido.  
Lev.19:23 Y cuando entréis en la tierra, y plantéis toda clase de árboles frutales, consideraréis como incircunciso lo primero de su fruto; tres años os será incircunciso; su fruto no se comerá.  
Lev.19:24 Y el cuarto año todo su fruto será consagrado en alabanzas a Jehová.  
Lev.19:25 Mas al quinto año comeréis el fruto de él, para que os haga crecer su fruto. Yo Jehová vuestro Dios.  
Lev.19:26 No comeréis cosa alguna con sangre. No seréis agoreros, ni adivinos.  
Lev.19:27 No haréis tonsura en vuestras cabezas, ni dañaréis la punta de vuestra barba.  
Lev.19:28 Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová.  
Lev.19:29 No contaminarás a tu hija haciéndola fornicar, para que no se prostituya la tierra y se llene de maldad.  
Lev.19:30 Mis días de reposo guardaréis, y mi santuario tendréis en reverencia. Yo Jehová.  
Lev.19:31 No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Jehová vuestro Dios.  
Lev.19:32 Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová.  
Lev.19:33 Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis.  
Lev.19:34 Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.  
Lev.19:35 No hagáis injusticia en juicio, en medida de tierra, en peso ni en otra medida.  
Lev.19:36 Balanzas justas, pesas justas y medidas justas tendréis. Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto.  
Lev.19:37 Guardad, pues, todos mis estatutos y todas mis ordenanzas, y ponedlos por obra. Yo Jehová. 

Capítulo 20 

Penas por actos de inmoralidad  

Lev.20:1 Habló Jehová a Moisés, diciendo:  
Lev.20:2 Dirás asimismo a los hijos de Israel: Cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran en Israel, que ofreciere alguno de sus hijos a Moloc, de seguro morirá; el pueblo de la tierra lo apedreará.  
Lev.20:3 Y yo pondré mi rostro contra el tal varón, y lo cortaré de entre su pueblo, por cuanto dio de sus hijos a Moloc, contaminando mi santuario y profanando mi santo nombre.  
Lev.20:4 Si el pueblo de la tierra cerrare sus ojos respecto de aquel varón que hubiere dado de sus hijos a Moloc, para no matarle,  
Lev.20:5 entonces yo pondré mi rostro contra aquel varón y contra su familia, y le cortaré de entre su pueblo, con todos los que fornicaron en pos de él prostituyéndose con Moloc.  
Lev.20:6 Y la persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo.  
Lev.20:7 Santificaos, pues, y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios.  
Lev.20:8 Y guardad mis estatutos, y ponedlos por obra. Yo Jehová que os santifico.  
Lev.20:9 Todo hombre que maldijere a su padre o a su madre, de cierto morirá; a su padre o a su madre maldijo; su sangre será sobre él.  
Lev.20:10 Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.  
Lev.20:11 Cualquiera que yaciere con la mujer de su padre, la desnudez de su padre descubrió; ambos han de ser muertos; su sangre será sobre ellos.  
Lev.20:12 Si alguno durmiere con su nuera, ambos han de morir; cometieron grave perversión; su sangre será sobre ellos.  
Lev.20:13 Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre. 
Lev.20:14 El que tomare mujer y a la madre de ella, comete vileza; quemarán con fuego a él y a ellas, para que no haya vileza entre vosotros.  
Lev.20:15 Cualquiera que tuviere cópula con bestia, ha de ser muerto, y mataréis a la bestia.  
Lev.20:16 Y si una mujer se llegare a algún animal para ayuntarse con él, a la mujer y al animal matarás; morirán indefectiblemente; su sangre será sobre ellos.  
Lev.20:17 Si alguno tomare a su hermana, hija de su padre o hija de su madre, y viere su desnudez, y ella viere la suya, es cosa execrable; por tanto serán muertos a ojos de los hijos de su pueblo; descubrió la desnudez de su hermana; su pecado llevará. 
Lev.20:18 Cualquiera que durmiere con mujer menstruosa, y descubriere su desnudez, su fuente descubrió, y ella descubrió la fuente de su sangre; ambos serán cortados de entre su pueblo.  
Lev.20:19 La desnudez de la hermana de tu madre, o de la hermana de tu padre, no descubrirás; porque al descubrir la desnudez de su parienta, su iniquidad llevarán.  
Lev.20:20 Cualquiera que durmiere con la mujer del hermano de su padre, la desnudez del hermano de su padre descubrió; su pecado llevarán; morirán sin hijos.  
Lev.20:21 Y el que tomare la mujer de su hermano, comete inmundicia; la desnudez de su hermano descubrió; sin hijos serán.  
Lev.20:22 Guardad, pues, todos mis estatutos y todas mis ordenanzas, y ponedlos por obra, no sea que os vomite la tierra en la cual yo os introduzco para que habitéis en ella.  
Lev.20:23 Y no andéis en las prácticas de las naciones que yo echaré de delante de vosotros; porque ellos hicieron todas estas cosas, y los tuve en abominación.  
Lev.20:24 Pero a vosotros os he dicho: Vosotros poseeréis la tierra de ellos, y yo os la daré para que la poseáis por heredad, tierra que fluye leche y miel. Yo Jehová vuestro Dios, que os he apartado de los pueblos.  
Lev.20:25 Por tanto, vosotros haréis diferencia entre animal limpio e inmundo, y entre ave inmunda y limpia; y no contaminéis vuestras personas con los animales, ni con las aves, ni con nada que se arrastra sobre la tierra, los cuales os he apartado por inmundos.  
Lev.20:26 Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos.  
Lev.20:27 Y el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de morir; serán apedreados; su sangre será sobre ellos.  

Capítulo 21 

Santidad de los sacerdotes  

Lev.21:1 Jehová dijo a Moisés: Habla a los sacerdotes hijos de Aarón, y diles que no se contaminen por un muerto en sus pueblos.  
Lev.21:2 Mas por su pariente cercano, por su madre o por su padre, o por su hijo o por su hermano,  
Lev.21:3 o por su hermana virgen, a él cercana, la cual no haya tenido marido, por ella se contaminará.  
Lev.21:4 No se contaminará como cualquier hombre de su pueblo, haciéndose inmundo.  
Lev.21:5 No harán tonsura en su cabeza, ni raerán la punta de su barba, ni en su carne harán rasguños.  
Lev.21:6 Santos serán a su Dios, y no profanarán el nombre de su Dios, porque las ofrendas encendidas para Jehová y el pan de su Dios ofrecen; por tanto, serán santos.  
Lev.21:7 Con mujer ramera o infame no se casarán, ni con mujer repudiada de su marido; porque el sacerdote es santo a su Dios.  
Lev.21:8 Le santificarás, por tanto, pues el pan de tu Dios ofrece; santo será para ti, porque santo soy yo Jehová que os santifico.  
Lev.21:9 Y la hija del sacerdote, si comenzare a fornicar, a su padre deshonra; quemada será al fuego.  
Lev.21:10 Y el sumo sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el aceite de la unción, y que fue consagrado para llevar las vestiduras, no descubrirá su cabeza, ni rasgará sus vestidos,  
Lev.21:11 ni entrará donde haya alguna persona muerta; ni por su padre ni por su madre se contaminará.  
Lev.21:12 Ni saldrá del santuario, ni profanará el santuario de su Dios; porque la consagración por el aceite de la unción de su Dios está sobre él. Yo Jehová.  
Lev.21:13 Tomará por esposa a una mujer virgen.  
Lev.21:14 No tomará viuda, ni repudiada, ni infame ni ramera, sino tomará de su pueblo una virgen por mujer,  
Lev.21:15 para que no profane su descendencia en sus pueblos; porque yo Jehová soy el que los santifico.  
Lev.21:16 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:  
Lev.21:17 Habla a Aarón y dile: Ninguno de tus descendientes por sus generaciones, que tenga algún defecto, se acercará para ofrecer el pan de su Dios.  
Lev.21:18 Porque ningún varón en el cual haya defecto se acercará; varón ciego, o cojo, o mutilado, o sobrado,  
Lev.21:19 o varón que tenga quebradura de pie o rotura de mano,  
Lev.21:20 o jorobado, o enano, o que tenga nube en el ojo, o que tenga sarna, o empeine, o testículo magullado.  
Lev.21:21 Ningún varón de la descendencia del sacerdote Aarón, en el cual haya defecto, se acercará para ofrecer las ofrendas encendidas para Jehová. Hay defecto en él; no se acercará a ofrecer el pan de su Dios.  
Lev.21:22 Del pan de su Dios, de lo muy santo y de las cosas santificadas, podrá comer.  
Lev.21:23 Pero no se acercará tras el velo, ni se acercará al altar, por cuanto hay defecto en él; para que no profane mi santuario, porque yo Jehová soy el que los santifico.  
Lev.21:24 Y Moisés habló esto a Aarón, y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel.  

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