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OCTUBRE 1

Sal.19:14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,

        Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.

"...Las palabras de la boca son una burla si el corazón no las medita". C. H. Spurgeon

         Pero, Señor, ¿qué son mis palabras?, ¿qué son mis pensamientos? Unos y otros son malos; mi corazón, una fuente de corrupción, y mi lengua, una corriente contaminada; ¿y  voy a presentar un sacrificio así a Dios? El animal cojo, el ciego, por más que en otros aspectos fueran limpios, eran sacrificios abominables a Dios; ¿cuánto más si nosotros ofrecemos sacrificios que son inmundos? Y, con todo, Señor, mi sacrificio no es mejor: palabras vacilantes, pensamientos errabundos; ni unos ni otros son presentables a Ti; ¡cuánto menos los pensamientos malos, las palabras ociosas! Con todo, esto es lo mejor que tengo. ¿Hay remedio? Si es que existe, está en Ti, oh Señor, es en Ti que debo buscarlo y por ello lo estoy buscando en Ti. Tú solo, oh Señor, puedes santificar mi lengua; santifica mi corazón para que mi lengua pueda decir, y mi corazón pensar, lo que es aceptable delante de Ti, sí, lo que pueda causarte deleite. Arthur Lake en Meditaciones divinas

         David no sólo deseaba ser perdonado y limpiado de los pecados que había descubierto y confesado, sino de los que había olvidado o pasado por alto. Todos las revelaciones de pecado que nos hace la ley, deben llevarnos a orar ante el trono de la gracia. Su dependencia era la misma que la de todo cristiano que dice: Ciertamente en el Señor Jesús tengo justicia y fuerza. Ninguna oración es aceptable para Dios si no se ofrece en el poder de nuestro Redentor Divino por medio de Aquel que tomó nuestra naturaleza sobre sí mismo, para redimirnos para Dios y restaurar la herencia perdida hace mucho tiempo. Que nuestro corazón sea muy afectado con la excelencia de la palabra de Dios; y muy afectado por la vileza del pecado y el peligro que corremos por este. (Mathew Henry 1750)





PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 10

Elección de los doce apóstoles - (Mr. 3. 13-19; Lc. 6. 12-16) 

Mat.10:1 Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. 
Mat.10:2 Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; 
Mat.10:3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, 
Mat.10:4 Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó. 


Misión de los doce - (Mr. 6. 7-13; Lc. 9. 1-6) 

Mat.10:5 A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, 
Mat.10:6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 
Mat.10:7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. 
Mat.10:8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. 
Mat.10:9 No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; 
Mat.10:10 ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento. 
Mat.10:11 Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos quién en ella sea digno, y posad allí hasta que salgáis. 
Mat.10:12 Y al entrar en la casa, saludadla. 
Mat.10:13 Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros. 
Mat.10:14 Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. 
Mat.10:15 De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad. 


Persecuciones venideras 

Mat.10:16 He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. 
Mat.10:17 Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán; 
Mat.10:18 y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles. 
Mat.10:19 Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. 
Mat.10:20 Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros. 
Mat.10:21 El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir. 
Mat.10:22 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. 
Mat.10:23 Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo de Hombre. 
Mat.10:24 El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. 
Mat.10:25 Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzeb, ¿cuánto más a los de su casa? 


A quién se debe temer - (Lc. 12. 2-9)
 
Mat.10:26 Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. 
Mat.10:27 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. 
Mat.10:28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. 
Mat.10:29 ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. 
Mat.10:30 Pues aun vuestros cabellos están todos contados. 
Mat.10:31 Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos. 
Mat.10:32 A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. 
Mat.10:33 Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. 


Jesús, causa de división - (Lc. 12. 49-53; 14. 26-27) 

Mat.10:34 No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. 
Mat.10:35 Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; 
Mat.10:36 y los enemigos del hombre serán los de su casa. 
Mat.10:37 El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; 
Mat.10:38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. 
Mat.10:39 El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará. 


Recompensas - (Mr. 9. 41) 

Mat.10:40 El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. 
Mat.10:41 El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. 
Mat.10:42 Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa. 

  
Capítulo 11

Los mensajeros de Juan el Bautista - (Lc. 7. 18-35) 

Mat.11:1 Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos. 
Mat.11:2 Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos, 
Mat.11:3 para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? 
Mat.11:4 Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. 
Mat.11:5 Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; 
Mat.11:6 y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí. 
Mat.11:7 Mientras ellos se iban, comenzó Jesús a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? 
Mat.11:8 ¿O qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que llevan vestiduras delicadas, en las casas de los reyes están. 
Mat.11:9 Pero ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. 
Mat.11:10 Porque éste es de quien está escrito: 
 He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, 
 El cual preparará tu camino delante de ti. 
Mat.11:11 De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. 
Mat.11:12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. 
Mat.11:13 Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. 
Mat.11:14 Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir. 
Mat.11:15 El que tiene oídos para oír, oiga. 
Mat.11:16 Mas ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros, 
Mat.11:17 diciendo: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis. 
Mat.11:18 Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene. 
Mat.11:19 Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos. 


Ayes sobre las ciudades impenitentes - (Lc. 10. 13-16) 

Mat.11:20 Entonces comenzó a reconvenir a las ciudades en las cuales había hecho muchos de sus milagros, porque no se habían arrepentido, diciendo: 
Mat.11:21 Ay de ti, Corazín! Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza. 
Mat.11:22 Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para vosotras. 
Mat.11:23 Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy. 
Mat.11:24 Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti. 


Venid a mí y descansad - (Lc. 10.  21-22) 

Mat.11:25 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. 
Mat.11:26 Sí, Padre, porque así te agradó. 
Mat.11:27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. 
Mat.11:28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 
Mat.11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 
Mat.11:30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. 

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