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Rom.13:10 El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.

EL CUMPLIMIENTO DE LA LEY...



 Todo este mes estamos hablando del Amor, especialmente el amor de Dios al que tenemos que asimilar, nos encontramos con este versículo establecido, y volvemos a repetir respecto a las imposibilidades humanas para producirlo de si, y en las dificultades nuestras para asimilar y proyectar este amor...
 Por esto mismo fue imposible cumplir la Ley de Moisés por los seres humanos, solo algunos corazones permitieron ser alumbrados, sin dejar crecer en ellos el orgullo, la envidia y la idolatría que son pecados del espíritu y frutos de la carne que hacen imposible el fruto del Espíritu Santo en nosotros que es el amor...
 Pero hubo uno que cumplió toda la Ley de Moises, todo lo escrito de El en los Profetas y en los Salmos, uno que es digno de abrir el Libro y desatar sus siete sellos, ¡Gloria a Su Nombre santo!!!, Entregó su vida toda al cumplimiento, haciendo todo como dice en Luc.22:37 "Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y fue contado con los inicuos; porque lo que está escrito de mí, tiene cumplimiento". Luc.24:44 "Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos". Mat.1:22 "Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:" Mat.2:15 "y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo". Mat.2:23 "y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno".
Mat.4:14 al 16 "para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:" "Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, Camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles;" "El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció".
Mat.8:17 "para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias".
Mat.12:17 y 18 "para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:" "He aquí mi siervo, a quien he escogido; Mi Amado, en quien se agrada mi alma; Pondré mi Espíritu sobre él,
Y a los gentiles anunciará juicio".
Mat.13:35 "para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: Abriré en parábolas mi boca;" "Declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo".
Mat.21:4 y 6 "Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo:" "Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna, Sobre un pollino, hijo de animal de carga".
Mat.27:35 "Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes".   
Jn.12:38 "para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?  ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?"
Jn.19:28 "Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese:Tengo sed."...
 Toda su vida fue de cumplimiento, así como todas nuestras vidas están marcadas por las transgresiones, permitir al amor de Dios operar en nosotros es aferrarnos a las perfecciones de Cristo para el cumplimiento de la ley del amor... pues haciendo esto dice estaremos cumplimento toda la ley, los profetas y los salmos... Cristo es el cumplimiento de la Ley por la humanidad ante Dios nuestro Padre, gloria sea a su santo nombre ahora y siempre... Amén.- 





LECTURA BÍBLICA DE HOY
La Biblia en un Año.- 


Capítulo 27

David entre los filisteos 

1°Sam.27:1 Dijo luego David en su corazón: Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl; nada, por tanto, me será mejor que fugarme a la tierra de los filisteos, para que Saúl no se ocupe de mí, y no me ande buscando más por todo el territorio de Israel; y así escaparé de su mano. 
1°Sam.27:2 Se levantó, pues, David, y con los seiscientos hombres que tenía consigo se pasó a Aquis hijo de Maoc, rey de Gat. 
1°Sam.27:3 Y moró David con Aquis en Gat, él y sus hombres, cada uno con su familia; David con sus dos mujeres, Ahinoam jezreelita y Abigail la que fue mujer de Nabal el de Carmel. 
1°Sam.27:4 Y vino a Saúl la nueva de que David había huido a Gat, y no lo buscó más. 
1°Sam.27:5 Y David dijo a Aquis: Si he hallado gracia ante tus ojos, séame dado lugar en alguna de las aldeas para que habite allí; pues ¿por qué ha de morar tu siervo contigo en la ciudad real? 
1°Sam.27:6 Y Aquis le dio aquel día a Siclag, por lo cual Siclag vino a ser de los reyes de Judá hasta hoy. 
1°Sam.27:7 Fue el número de los días que David habitó en la tierra de los filisteos, un año y cuatro meses. 
1°Sam.27:8 Y subía David con sus hombres, y hacían incursiones contra los gesuritas, los gezritas y los amalecitas; porque éstos habitaban de largo tiempo la tierra, desde como quien va a Shur hasta la tierra de Egipto. 
1°Sam.27:9 Y asolaba David el país, y no dejaba con vida hombre ni mujer; y se llevaba las ovejas, las vacas, los asnos, los camellos y las ropas, y regresaba a Aquis. 
1°Sam.27:10 Y decía Aquis: ¿Dónde habéis merodeado hoy? Y David decía: En el Neguev de Judá, y el Neguev de Jerameel, o en el Neguev de los ceneos. 
1°Sam.27:11 Ni hombre ni mujer dejaba David con vida para que viniesen a Gat; diciendo: No sea que den aviso de nosotros y digan: Esto hizo David. Y esta fue su costumbre todo el tiempo que moró en la tierra de los filisteos. 
1°Sam.27:12 Y Aquis creía a David, y decía: El se ha hecho abominable a su pueblo de Israel, y será siempre mi siervo. 

Capítulo 28

1°Sam.28:1 Aconteció en aquellos días, que los filisteos reunieron sus fuerzas para pelear contra Israel. Y dijo Aquis a David: Ten entendido que has de salir conmigo a campaña, tú y tus hombres. 
1°Sam.28:2 Y David respondió a Aquis: Muy bien, tú sabrás lo que hará tu siervo. Y Aquis dijo a David: Por tanto, yo te constituiré guarda de mi persona durante toda mi vida. 
1°Sam.Saúl y la adivina de Endor 
1°Sam.
1°Sam.28:3 Ya Samuel había muerto, y todo Israel lo había lamentado, y le habían sepultado en Ramá, su ciudad. Y Saúl había arrojado de la tierra a los encantadores y adivinos.
1°Sam.28:4 Se juntaron, pues, los filisteos, y vinieron y acamparon en Sunem; y Saúl juntó a todo Israel, y acamparon en Gilboa. 
1°Sam.28:5 Y cuando vio Saúl el campamento de los filisteos, tuvo miedo, y se turbó su corazón en gran manera. 
1°Sam.28:6 Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas. 
1°Sam.28:7 Entonces Saúl dijo a sus criados: Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que yo vaya a ella y por medio de ella pregunte. Y sus criados le respondieron: He aquí hay una mujer en Endor que tiene espíritu de adivinación. 
1°Sam.28:8 Y se disfrazó Saúl, y se puso otros vestidos, y se fue con dos hombres, y vinieron a aquella mujer de noche; y él dijo: Yo te ruego que me adivines por el espíritu de adivinación, y me hagas subir a quien yo te dijere. 
1°Sam.28:9 Y la mujer le dijo: He aquí tú sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha cortado de la tierra a los evocadores y a los adivinos. ¿Por qué, pues, pones tropiezo a mi vida, para hacerme morir? 
1°Sam.28:10 Entonces Saúl le juró por Jehová, diciendo: Vive Jehová, que ningún mal te vendrá por esto. 
1°Sam.28:11 La mujer entonces dijo: ¿A quién te haré venir? Y él respondió: Hazme venir a Samuel. 
1°Sam.28:12 Y viendo la mujer a Samuel, clamó en alta voz, y habló aquella mujer a Saúl, diciendo:
1°Sam.28:13 ¿Por qué me has engañado? pues tú eres Saúl. Y el rey le dijo: No temas. ¿Qué has visto? Y la mujer respondió a Saúl: He visto dioses que suben de la tierra. 
1°Sam.28:14 El le dijo: ¿Cuál es su forma? Y ella respondió: Un hombre anciano viene, cubierto de un manto. Saúl entonces entendió que era Samuel, y humillando el rostro a tierra, hizo gran reverencia. 
1°Sam.28:15 Y Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir? Y Saúl respondió: Estoy muy angustiado, pues los filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y no me responde más, ni por medio de profetas ni por sueños; por esto te he llamado, para que me declares lo que tengo que hacer. 
1°Sam.28:16 Entonces Samuel dijo: ¿Y para qué me preguntas a mí, si Jehová se ha apartado de ti y es tu enemigo? 
1°Sam.28:17 Jehová te ha hecho como dijo por medio de mí; pues Jehová ha quitado el reino de tu mano, y lo ha dado a tu compañero, David. 
1°Sam.28:18 Como tú no obedeciste a la voz de Jehová, ni cumpliste el ardor de su ira contra Amalec, por eso Jehová te ha hecho esto hoy.
1°Sam.28:19 Y Jehová entregará a Israel también contigo en manos de los filisteos; y mañana estaréis conmigo, tú y tus hijos; y Jehová entregará también al ejército de Israel en mano de los filisteos. 
1°Sam.28:20 Entonces Saúl cayó en tierra cuan grande era, y tuvo gran temor por las palabras de Samuel; y estaba sin fuerzas, porque en todo aquel día y aquella noche no había comido pan. 
1°Sam.28:21 Entonces la mujer vino a Saúl, y viéndolo turbado en gran manera, le dijo: He aquí que tu sierva ha obedecido a tu voz, y he arriesgado mi vida, y he oído las palabras que tú me has dicho. 
1°Sam.28:22 Te ruego, pues, que tú también oigas la voz de tu sierva; pondré yo delante de ti un bocado de pan para que comas, a fin de que cobres fuerzas, y sigas tu camino. 
1°Sam.28:23 Y él rehusó diciendo: No comeré. Pero porfiaron con él sus siervos juntamente con la mujer, y él les obedeció. Se levantó, pues, del suelo, y se sentó sobre una cama. 
1°Sam.28:24 Y aquella mujer tenía en su casa un ternero engordado, el cual mató luego; y tomó harina y la amasó, y coció de ella panes sin levadura.
1°Sam.28:25 Y lo trajo delante de Saúl y de sus siervos; y después de haber comido, se levantaron, y se fueron aquella noche. 

Capítulo 29

Los filisteos desconfían de David 

1°Sam.29:1 Los filisteos juntaron todas sus fuerzas en Afec, e Israel acampó junto a la fuente que está en Jezreel. 
1°Sam.29:2 Y cuando los príncipes de los filisteos pasaban revista a sus compañías de a ciento y de a mil hombres, David y sus hombres iban en la retaguardia con Aquis. 
1°Sam.29:3 Y dijeron los príncipes de los filisteos: ¿Qué hacen aquí estos hebreos? Y Aquis respondió a los príncipes de los filisteos: ¿No es éste David, el siervo de Saúl rey de Israel, que ha estado conmigo por días y años, y no he hallado falta en él desde el día que se pasó a mí hasta hoy? 
1°Sam.29:4 Entonces los príncipes de los filisteos se enojaron contra él, y le dijeron: Despide a este hombre, para que se vuelva al lugar que le señalaste, y no venga con nosotros a la batalla, no sea que en la batalla se nos vuelva enemigo; porque ¿con qué cosa volvería mejor a la gracia de su señor que con las cabezas de estos hombres? 
1°Sam.29:5 ¿No es éste David, de quien cantaban en las danzas, diciendo: 
Saúl hirió a sus miles, 
Y David a sus diez miles? 
1°Sam.29:6 Y Aquis llamó a David y le dijo: Vive Jehová, que tú has sido recto, y que me ha parecido bien tu salida y tu entrada en el campamento conmigo, y que ninguna cosa mala he hallado en ti desde el día que viniste a mí hasta hoy; mas a los ojos de los príncipes no agradas. 
1°Sam.29:7 Vuélvete, pues, y vete en paz, para no desagradar a los príncipes de los filisteos. 
1°Sam.29:8 Y David respondió a Aquis: ¿Qué he hecho? ¿Qué has hallado en tu siervo desde el día que estoy contigo hasta hoy, para que yo no vaya y pelee contra los enemigos de mi señor el rey? 
1°Sam.29:9 Y Aquis respondió a David, y dijo: Yo sé que tú eres bueno ante mis ojos, como un ángel de Dios; pero los príncipes de los filisteos me han dicho: No venga con nosotros a la batalla. 
1°Sam.29:10 Levántate, pues, de mañana, tú y los siervos de tu señor que han venido contigo; y levantándoos al amanecer, marchad. 
1°Sam.29:11 Y se levantó David de mañana, él y sus hombres, para irse y volver a la tierra de los filisteos; y los filisteos fueron a Jezreel. 


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Capítulo 13

Arrepentíos o pereceréis 

Luc.13:1 En este mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos. 
Luc.13:2 Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? 
Luc.13:3 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. 
Luc.13:4 O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? 
Luc.13:5 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. 

Parábola de la higuera estéril 

Luc.13:6 Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló. 
Luc.13:7 Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra? 
Luc.13:8 El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. 
Luc.13:9 Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después. 

Jesús sana a una mujer en el día de reposo 

Luc.13:10 Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; 
Luc.13:11 y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. 
Luc.13:12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad.
Luc.13:13 Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. 
Luc.13:14 Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.
Luc.13:15 Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber? 
Luc.13:16 Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo? 
Luc.13:17 Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él. 

Parábola de la semilla de mostaza  (Mt. 13.31-32; Mr. 4.30-32) 

Luc.13:18 Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé? 
Luc.13:19 Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.

Parábola de la levadura   (Mt. 13.33)

Luc.13:20 Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios? 
Luc.13:21 Es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo hubo fermentado.




Lecturas Matutinas de Spurgeon

ABRIL 15.-

Dios nunca nos abandona.-

“Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has desamparado?” (Salmo 22:1).-

 Contemplemos aquí al Salvador en la profundidad de sus aflicciones. Ningún otro lugar muestra tan bien las tribulaciones de Cristo como el Calvario, y ningún otro momento en el Calvario está tan lleno de agonía como aquel en que El exclamó: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado?» En este momento la debilidad física se unió a la aguda tortura mental por la vergüenza e ignominia que tuvo que gustar. Y para culminar la intensidad de sus sufrimientos, padeció una agonía espiritual que sobrepuja todo entendimiento, siendo ésta el resultado del apartamiento de la presencia de su Padre. Esta era la oscura medianoche de su horror; entonces fue cuando descendió al abismo del sufrimiento. Nadie puede penetrar en el completo significado de estas palabras. Algunos de nosotros a veces podríamos gritar: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado?» Cuando la brillantez de la sonrisa de nuestro Padre parece eclipsada por nubes y tinieblas, recordemos que Dios nunca nos deja. Con nosotros es ése un aparente abandono, pero con Cristo era un abandono real. Nos afligimos ante una breve separación del amor de nuestro Padre, pero, ¿quién podrá calcular cuán profunda fue la agonía que le causó a Jesús el real apartamiento del rostro de su Padre? En nuestro caso, el clamor suele ser dictado por la incredulidad; en su caso fue la expresión de un espantoso hecho, pues, efectivamente, Dios lo había dejado por un tiempo. ¡Oh, alma pobre y angustiada, que viviste una vez a la luz del rostro de Dios, pero que ahora te hallas en tristeza!, no olvides que El no te ha dejado. Dios en las nubes es tan nuestro como cuando alumbra en el esplendor de, su gracia, pero ya que el solo pensamiento de que El nos haya dejado nos aflige, ¡qué habrá sido el dolor de nuestro Señor cuando exclamó: «¡Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado?!».

Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo

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