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AGOSTO 1

1°Sam.1:10 ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.

BIENAVENTURADOS LOS QUE LLORAN

El versículo está en un contexto de los sufrimientos de un corazón y amor de madre… Un amor que no puede apagarse con nada, es un corazón que se desborda y está dispuesto a todo… ese torrente tiene un objeto que no está presente, no hay posibilidad, hay esterilidad en su matriz… Pesaba sobre ella una palabra que quedó grabada “… Jehová no le había concedido…” teniendo además una compañera que compartía su esposo y ella si tenía hijos, e hijas…

Cuantas veces habrá alzado los hijos de Penina, los apretaría contra su pecho, se regocijaría con dolor por ver que aquella, que vino en segundo lugar, tenía la dicha de tener la salud para concebir y dar a luz, y ella, siendo la primera mujer, no tenía su plenitud aun acariciando hijos que no eran suyos, aun contando con mucha consideración de su esposo que llegó a decirle ¿No te soy yo mejor que diez hijos?.-

No, no era con Penina que tenía que arreglar esa situación, no, tampoco la cosa era con Elcana, ni siquiera con el Sacerdote… la cosa se tenía que llegar mucho más arriba… habiendo tantas mujeres estériles en Israel, quien sabe si el Señor, Dios de Abraham se inclinaría a escuchar…

Ya se habrían presentado los sacrificios, y nada consoló su corazón, las oraciones formuladas que se suponía, sostendrían y guiarían en las zozobras de las almas, no le alcanzaron, el amor de madre seguía desbordando a raudales… ofreció la mirra de la amargura de su alma… pero era muy especial lo que tenía que decir, que no podía oírlo nadie más… y… con amargura de alma oró a Jehová… Algo muy meditado… su pensamiento fue como el de la mujer de flujo de sangre que dijo, “si tan solo tocare el borde del manto de Jesús seré sana…”, esto no es algo instantáneo, esto es un acto premeditado…

Y el amor desbordó abundantemente por aquellos ojos, que habían visto tantos desprecios que la irritaban, la enojaban y la entristecían y dice que “…y lloró abundantemente…” Ante el Señor de los Ejércitos y le decía: “… si te dignares mirar mi aflicción…, …Si te acordares de mi… dame un hijo varón… lo dedicaré a ti todos los días de su vida…” (Si tú me lo das, yo te lo entrego…) me privo de verlo a diario, de ver su rostro, me privo de verle sonreír, de verle correr, me privo de el, te lo doy, te lo dedico, solo que éste, mi vientre seco, no quede estéril…

Hay mucha grandeza en el amor de madre, el amor de mujer, y si la mujer es temerosa de Dios, mucho más grande todavía… cuantas mujeres hoy día están privadas de este manantial en sus pechos y no quieren tener niños, se acobardan y no están dispuestas a darse y ceder su persona para proyectar otra vida, (este escrito no tiene la intención de juzgar), sino la intención de resaltar la hermosura de tener un niño en la familia, la felicidad, las risas, las monadas, los arrumacos y mimos, la ternura y la tibieza, la suavidad de su piel, sus medias lenguas y caritas sucias y tantas y tantas historias llenas de ternura, de personitas que hacen que todos los esfuerzos valgan la pena… Si…, cuanto menos se deseen los niños en la tierra, más se estarán cerrando los portales de la esperanza y la fe que vienen del cielo… Vale la pena orar y llorar por los niños rogando al Señor de los Ejércitos que no ceses esos manantiales en corazones de mujeres que conozcan los caminos del Señor. - 




Luc.9:62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. 



PLAN DE LECTURA BÍBLICA ANUAL


Capítulo 26 

Cántico de confianza en la protección de Jehová  

Is.26:1 En aquel día cantarán este cántico en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos; salvación puso Dios por muros y antemuro.  
Is.26:2 Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades.  
Is.26:3 Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.  
Is.26:4 Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.  
Is.26:5 Porque derribó a los que moraban en lugar sublime; humilló a la ciudad exaltada, la humilló hasta la tierra, la derribó hasta el polvo.  
Is.26:6 La hollará pie, los pies del afligido, los pasos de los menesterosos.  
Is.26:7 El camino del justo es rectitud; tú, que eres recto, pesas el camino del justo.  
Is.26:8 También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma.  
Is.26:9 Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.  
Is.26:10 Se mostrará piedad al malvado, y no aprenderá justicia; en tierra de rectitud hará iniquidad, y no mirará a la majestad de Jehová.  
Is.26:11 Jehová, tu mano está alzada, pero ellos no ven; verán al fin, y se avergonzarán los que envidian a tu pueblo; y a tus enemigos fuego los consumirá. 
Is.26:12 Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras.  
Is.26:13 Jehová Dios nuestro, otros señores fuera de ti se han enseñoreado de nosotros; pero en ti solamente nos acordaremos de tu nombre.  
Is.26:14 Muertos son, no vivirán; han fallecido, no resucitarán; porque los castigaste, y destruiste y deshiciste todo su recuerdo.  
Is.26:15 Aumentaste el pueblo, oh Jehová, aumentaste el pueblo; te hiciste glorioso; ensanchaste todos los confines de la tierra.  
Is.26:16 Jehová, en la tribulación te buscaron; derramaron oración cuando los castigaste.  
Is.26:17 Como la mujer encinta cuando se acerca el alumbramiento gime y da gritos en sus dolores, así hemos sido delante de ti, oh Jehová.  
Is.26:18 Concebimos, tuvimos dolores de parto, dimos a luz viento; ninguna liberación hicimos en la tierra, ni cayeron los moradores del mundo.  
Is.26:19 Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos.  
Is.26:20 Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación.  
Is.26:21 Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos.  


Capítulo 27 

Liberación y regreso de Israel  

Is.27:1 En aquel día Jehová castigará con su espada dura, grande y fuerte al leviatán serpiente veloz, y al leviatán serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar.  
Is.27:2 En aquel día cantad acerca de la viña del vino rojo.  
Is.27:3 Yo Jehová la guardo, cada momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que nadie la dañe.  
Is.27:4 No hay enojo en mí. ¿Quién pondrá contra mí en batalla espinos y cardos? Yo los hollaré, los quemaré a una.  
Is.27:5 ¿O forzará alguien mi fortaleza? Haga conmigo paz; sí, haga paz conmigo.  
Is.27:6 Días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la faz del mundo llenará de fruto.  
Is.27:7 ¿Acaso ha sido herido como quien lo hirió, o ha sido muerto como los que lo mataron?  
Is.27:8 Con medida lo castigarás en sus vástagos. El los remueve con su recio viento en el día del aire solano.  
Is.27:9 De esta manera, pues, será perdonada la iniquidad de Jacob, y este será todo el fruto, la remoción de su pecado; cuando haga todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y no se levanten los símbolos de Asera ni las imágenes del sol.  
Is.27:10 Porque la ciudad fortificada será desolada, la ciudad habitada será abandonada y dejada como un desierto; allí pastará el becerro, allí tendrá su majada, y acabará sus ramas.  
Is.27:11 Cuando sus ramas se sequen, serán quebradas; mujeres vendrán a encenderlas; porque aquel no es pueblo de entendimiento; por tanto, su Hacedor no tendrá de él misericordia, ni se compadecerá de él el que lo formó.  
Is.27:12 Acontecerá en aquel día, que trillará Jehová desde el río Eufrates hasta el torrente de Egipto, y vosotros, hijos de Israel, seréis reunidos uno a uno.  
Is.27:13 Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Jehová en el monte santo, en Jerusalén.  


Capítulo 28 

Condenación de Efraín  

Is.28:1 ¡Ay de la corona de soberbia de los ebrios de Efraín, y de la flor caduca de la hermosura de su gloria, que está sobre la cabeza del valle fértil de los aturdidos del vino!  
Is.28:2 He aquí, Jehová tiene uno que es fuerte y poderoso; como turbión de granizo y como torbellino trastornador, como ímpetu de recias aguas que inundan, con fuerza derriba a tierra.  
Is.28:3 Con los pies será pisoteada la corona de soberbia de los ebrios de Efraín.  
Is.28:4 Y será la flor caduca de la hermosura de su gloria que está sobre la cabeza del valle fértil, como la fruta temprana, la primera del verano, la cual, apenas la ve el que la mira, se la traga tan luego como la tiene a mano.  
Is.28:5 En aquel día Jehová de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de hermosura al remanente de su pueblo;  
Is.28:6 y por espíritu de juicio al que se sienta en juicio, y por fuerzas a los que rechacen la batalla en la puerta.  
Is.28:7 Pero también éstos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio.  
Is.28:8 Porque toda mesa está llena de vómito y suciedad, hasta no haber lugar limpio.  
Is.28:9 ¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados? ¿a los arrancados de los pechos?  
Is.28:10 Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá;  
Is.28:11 porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo,  
Is.28:12 a los cuales él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; mas no quisieron oir. 
Is.28:13 La palabra, pues, de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos.  


Amonestación a Jerusalén 

Is.28:14 Por tanto, varones burladores que gobernáis a este pueblo que está en Jerusalén, oíd la palabra de Jehová.  
Is.28:15 Por cuanto habéis dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos;  
Is.28:16 por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure. 
Is.28:17 Y ajustaré el juicio a cordel, y a nivel la justicia; y granizo barrerá el refugio de la mentira, y aguas arrollarán el escondrijo.  
Is.28:18 Y será anulado vuestro pacto con la muerte, y vuestro convenio con el Seol no será firme; cuando pase el turbión del azote, seréis de él pisoteados.  
Is.28:19 Luego que comience a pasar, él os arrebatará; porque de mañana en mañana pasará, de día y de noche; y será ciertamente espanto el entender lo oído.  
Is.28:20 La cama será corta para poder estirarse, y la manta estrecha para poder envolverse.  
Is.28:21 Porque Jehová se levantará como en el monte Perazim, como en el valle de Gabaón se enojará; para hacer su obra, su extraña obra, y para hacer su operación, su extraña operación.  
Is.28:22 Ahora, pues, no os burléis, para que no se aprieten más vuestras ataduras; porque destrucción ya determinada sobre toda la tierra he oído del Señor, Jehová de los ejércitos.  
Is.28:23 Estad atentos, y oíd mi voz; atended, y oíd mi dicho.  
Is.28:24 El que ara para sembrar, ¿arará todo el día? ¿Romperá y quebrará los terrones de la tierra?  
Is.28:25 Cuando ha igualado su superficie, ¿no derrama el eneldo, siembra el comino, pone el trigo en hileras, y la cebada en el lugar señalado, y la avena en su borde apropiado?  
Is.28:26 Porque su Dios le instruye, y le enseña lo recto;  
Is.28:27 que el eneldo no se trilla con trillo, ni sobre el comino se pasa rueda de carreta; sino que con un palo se sacude el eneldo, y el comino con una vara.  
Is.28:28 El grano se trilla; pero no lo trillará para siempre, ni lo comprime con la rueda de su carreta, ni lo quebranta con los dientes de su trillo.  
Is.28:29 También esto salió de Jehová de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría.  


Capítulo 29 

Ariel y sus enemigos  

Is.29:1 ¡Ay de Ariel, de Ariel, ciudad donde habitó David! Añadid un año a otro, las fiestas sigan su curso.  
Is.29:2 Mas yo pondré a Ariel en apretura, y será desconsolada y triste; y será a mí como Ariel.  
Is.29:3 Porque acamparé contra ti alrededor, y te sitiaré con campamentos, y levantaré contra ti baluartes.  
Is.29:4 Entonces serás humillada, hablarás desde la tierra, y tu habla saldrá del polvo; y será tu voz de la tierra como la de un fantasma, y tu habla susurrará desde el polvo.  
Is.29:5 Y la muchedumbre de tus enemigos será como polvo menudo, y la multitud de los fuertes como tamo que pasa; y será repentinamente, en un momento.  
Is.29:6 Por Jehová de los ejércitos serás visitada con truenos, con terremotos y con gran ruido, con torbellino y tempestad, y llama de fuego consumidor.  
Is.29:7 Y será como sueño de visión nocturna la multitud de todas las naciones que pelean contra Ariel, y todos los que pelean contra ella y su fortaleza, y los que la ponen en apretura.  
Is.29:8 Y les sucederá como el que tiene hambre y sueña, y le parece que come, pero cuando despierta, su estómago está vacío; o como el que tiene sed y sueña, y le parece que bebe, pero cuando despierta, se halla cansado y sediento; así será la multitud de todas las naciones que pelearán contra el monte de Sion.  


Ceguera e hipocresía de Israel  

Is.29:9 Deteneos y maravillaos; ofuscaos y cegaos; embriagaos, y no de vino; tambalead, y no de sidra.  
Is.29:10 Porque Jehová derramó sobre vosotros espíritu de sueño, y cerró los ojos de vuestros profetas, y puso velo sobre las cabezas de vuestros videntes.  
Is.29:11 Y os será toda visión como palabras de libro sellado, el cual si dieren al que sabe leer, y le dijeren: Lee ahora esto; él dirá: No puedo, porque está sellado.  
Is.29:12 Y si se diere el libro al que no sabe leer, diciéndole: Lee ahora esto; él dirá: No sé leer.  
Is.29:13 Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;  
Is.29:14 por tanto, he aquí que nuevamente excitaré yo la admiración de este pueblo con un prodigio grande y espantoso; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos. 
Is.29:15 ¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?  
Is.29:16 Vuestra perversidad ciertamente será reputada como el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: No me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: No entendió?  


Redención de Israel  

Is.29:17 ¿No se convertirá de aquí a muy poco tiempo el Líbano en campo fructífero, y el campo fértil será estimado por bosque?  
Is.29:18 En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas.  
Is.29:19 Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová, y aun los más pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel.  
Is.29:20 Porque el violento será acabado, y el escarnecedor será consumido; serán destruidos todos los que se desvelan para hacer iniquidad,  
Is.29:21 los que hacen pecar al hombre en palabra; los que arman lazo al que reprendía en la puerta, y pervierten la causa del justo con vanidad.  
Is.29:22 Por tanto, Jehová, que redimió a Abraham, dice así a la casa de Jacob: No será ahora avergonzado Jacob, ni su rostro se pondrá pálido;  
Is.29:23 porque verá a sus hijos, obra de mis manos en medio de ellos, que santificarán mi nombre; y santificarán al Santo de Jacob, y temerán al Dios de Israel.  
Is.29:24 Y los extraviados de espíritu aprenderán inteligencia, y los murmuradores aprenderán doctrina.  


Saludo con la Paz de nuestro Señor Jesucristo

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